La Fiera vuelve a rugir
Maxi recobra el cr¨¦dito tras intentar traspasarlo el Atl¨¦tico, que hoy se juega la 'Champions'
"Maxi ha hecho un gran partido. Como el resto del equipo, ha mostrado un enorme compromiso". As¨ª se manifest¨® Abel Resino tras la victoria del Atl¨¦tico en Atenas, donde se qued¨® a un cent¨ªmetro de resolver la previa de la Liga de Campeones ante el Panathinaikos, contra el que hoy disputa casi un tr¨¢mite tras el 2-3 de la ida. As¨ª se manifest¨® Abel sobre Maxi en lo que no dej¨® de ser toda una declaraci¨®n de intenciones: Maxi volv¨ªa a ser de la partida, importante, necesario, vital, el mismo Maxi a quien semanas antes el club buscaba destino. Y lo hac¨ªa por orden expresa de Abel.
"Su compromiso y su comportamiento han provocado que cambiemos de actitud", justifican desde el cuerpo t¨¦cnico. La directiva intent¨® buscar una salida al jugador, pero no encontr¨® comprador. En 10 millones tas¨® su traspaso, una cifra que ech¨® atr¨¢s a cualquier pretendiente, am¨¦n de sus dos millones de ficha anual. Ni por ocho pudo colocarlo. Su contrato acaba en junio de 2010 y a partir de enero de ese a?o podr¨¢ negociar con cualquiera a coste cero. Pero tanto han cambiado las cosas que el jugador, que podr¨ªa aprovecharse de esa situaci¨®n, ha hecho p¨²blico su deseo de seguir, de renovar, de retirarse, o casi, en el Atl¨¦tico.
Abel se enfad¨® con el argentino por sus desplantes al cambiarle ante el Bar?a y el Oporto
El t¨¦cnico destaca ahora la identificaci¨®n del ex capit¨¢n con el equipo
"Ahora estoy tranquilo y en lo ¨²nico que pienso es en el partido con el Panathinaikos. En cuanto estemos en la Champions, tengo un a?o por delante para pelear con el club y ganarme la renovaci¨®n". Esto declaraba Maxi, con un indisimulado gesto de felicidad, el pasado domingo. Fin de las hostilidades. Jugador y club se quieren de nuevo. ?La raz¨®n? "Sin la responsabilidad de ser el capit¨¢n, Maxi se ha tranquilizado y est¨¢ entregado al equipo", subrayan en la entidad rojiblanca.
Corr¨ªa agosto de 2007 cuando, tras la marcha de Fernando Torres al Liverpool, Javier Aguirre, el entonces t¨¦cnico, decidi¨® nombrar a Maxi nuevo capit¨¢n. Lo mismo dio que hubiera jugadores m¨¢s veteranos, como Antonio L¨®pez, Luccin, Leo Franco, Perea o Pablo. "De todos, es el que m¨¢s presencia tiene en el campo y se lo merece". ?sa fue la justificaci¨®n. Pero la medida no gust¨® a parte de la plantilla, que, adem¨¢s de no poder votar, prefer¨ªa a Antonio L¨®pez, m¨¢s conciliador.
Maxi asumi¨® los galones y nada hac¨ªa suponer que en el vestuario existiera tirantez. Hasta la pasada temporada. Concretamente, hasta que Aguirre fue despedido. Abel ocup¨® su puesto y sigui¨® contando con Maxi como titular indiscutible. Pero en el partido ante el Bar?a, en el Calder¨®n, Abel le sustituy¨®. El jugador lanz¨® el brazalete al c¨¦sped y neg¨® el saludo al t¨¦cnico. D¨ªas despu¨¦s, en Oporto, fue relevado de nuevo y abandon¨® el campo a c¨¢mara lenta, como si no le importara que el equipo en ese momento estuviera eliminado de la Champions. Eliminado qued¨®.
Ante la nueva temporada, Abel lo tuvo claro: no quer¨ªa a Maxi. Tante¨® el Atl¨¦tico el mercado y no encontr¨® ofertantes. Tampoco hall¨® relevo, pues lo de Lafita no fue m¨¢s que un t¨ªmido acercamiento. Y Reyes... Reyes es un estorbo en el club, que no le coloca y le abona 2,5 millones al a?o. Pero comenz¨® la pretemporada y Maxi era otro. Sin brazalete, ya en manos de Antonio L¨®pez, comprometido, dicen; recuperado qui¨¦n sabe c¨®mo, para la causa. En la ida, en Atenas, acudi¨® a la llamada de Forl¨¢n, de quien recibi¨® el bal¨®n para marcar el primer gol del Atl¨¦tico, extraordinario, Maxi otra vez, Maxi resucitado, Maxi feliz, La Fiera rugiendo de nuevo.
OTRAS ELIMINATORIAS: Hoy: Debrecen-Levski (2-1 en la ida). Anderlecht-Lyon (1-5). M. Haifa-Salzburgo (2-1). Z¨²rich-Ventspils (3-0). Ma?ana: Olympiacos-Sheriff (2-0), Apoel-Copenhague (0-1), Arsenal-Celtic (2-0), Stuttgart-Timisoara (2-0) y Fiorentina-Sporting Lisboa (2-2).

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