El 'crooner' castizo vuelve a Malasa?a
Josele Santiago regresa a Madrid para un directo con el grupo Sus Menudencias
El decorado es perfecto. Serr¨ªn y alg¨²n cad¨¢ver de gamba por el suelo, butacas de madera, luz blanca de fluorescente y unas bravas deliciosamente aceitosas. Si Makinavaja, el ¨²ltimo chorizo, viviera en Madrid tendr¨ªa su cuartel general en el bar El Puerto, a dos zancadas de la plaza del Dos de Mayo. Antonio, camarero y jefe, de gran papada y mayor sabidur¨ªa, pincha en el equipo de m¨²sica el ¨²ltimo disco de Josele Santiago, Loco encontrao. A sus "cincuenta y pocos", el tabernero se estrena como cr¨ªtico musical: "?Que cantas mejor que Sabina! Lo que m¨¢s me gusta es la bater¨ªa", le dice con guasa. El receptor del piropo levanta la vista del vaso de vino y sonr¨ªe. "Es uno de los bares en los que me ponen falta si no vengo".
"A¨²n puedo tocar en sitios peque?os. Ya les gustar¨ªa a los que llenan estadios"
La escena tuvo lugar antes del verano a 40 metros del teatro Maravillas donde Josele actu¨® minutos despu¨¦s. Seguramente, Josele pasar¨¢ hoy por El Puerto, pero al salir cambiar¨¢ su recorrido hasta la sala Taboo, donde act¨²a esta noche. El ex Enemigo vuelve a Malasa?a, el barrio que ha sido testigo de sus movimientos musicales y extramusicales aunque, a sus 43 a?os, Josele Santiago navega ahora por otros mares. "Vivo entre el Mediterr¨¢neo, en Castelldefels, y el Atl¨¢ntico, en Galicia. No es que me haya cansado de Madrid. Simplemente la vida te lleva por otros caminos", explica desde el tren que lo trae a la capital. "Me gusta venir a Madrid. Veo a los amigos, los bares...". ?Ha aprendido ya el rey de Malasa?a a hablar catal¨¢n? "Algo ya controlo", asegura. "S¨¦ decir 'anem a prendere uns vins i que sigue el que D¨¦u vulgui' (Vamos a tomar unos vinos y que sea lo que Dios quiera)".
La vuelta a Madrid la hace con su banda Sus Menudencias al completo. "Menos el pianista", precisa, "que no lo encuentro. Lo hemos llamado pero no sabemos d¨®nde est¨¢". En directo, Josele Santiago tiene una voz que ya quisiera Tom Waits. O Sabina. Es el crooner castizo todav¨ªa sin rival. Pero sin trajes con pajarita ni whisky con hielo. Josele es m¨¢s elegante. En el Maravillas le bast¨® un vaquero, una camisa de cuadros abierta hasta el ombligo y un vaso de vino.
Con esas credenciales no es raro que en directo su nuevo disco suene aut¨¦ntico; que ¨¦l cante en ingl¨¦s un viejo blues de Rufus Thomas; que Ol¨¦ Pap¨¢ tenga un final tan intenso como el de Free Bird, de Lynyrd Skynyrd; o que acabe con un ac¨²stico y emocionante Desde el Jerg¨®n, cl¨¢sico de Los Enemigos.
Josele se adapta a todos los formatos. Salas peque?as, medias, teatros. "Mientras paguen...". "A¨²n puedo tocar en sitios peque?os. Ya le gustar¨ªa a los que llenan estadios. ?Que se jodan! A veces, cuando toco a d¨²o
[con el guitarrista Pablo Novoa], es como si estuviese en regional, pero al d¨ªa siguiente voy a un teatro... Est¨¢ bien". El concierto de esta noche es en una sala de capacidad media. "Tienes m¨¢s control, ves a la gente, ellos te ven a ti... Tocar en estadios se me queda grande y en festivales es un caos. Aunque hace un mes en el FIB estuve c¨®modo". All¨ª, aunque ante una audiencia espa?ola, alg¨²n que otro guiri alucinaba con las letras, la m¨²sica y la voz de Josele, que ya tiene nuevas canciones. "No son suficientes para hacer un disco nuevo... quiz¨¢ en oto?o".
Sala Taboo. San Vicente Ferrer, 23. A las 22.30. Precio: 10 euros.
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