"Siento dolor, pero peor habr¨ªa sido irme sin ella"

"Siento dolor, pero peor hubiera sido irme sin encontrarla". Laurentino Fern¨¢ndez, de 91 a?os, descubri¨® ayer, ante la fosa de Lario (Le¨®n) donde aparecieron los restos de su madre -fusilada en 1936-, que al cumplir un deseo que hab¨ªa ocupado 73 a?os de su vida no iba a ser capaz de sentirse plenamente satisfecho. "Es un momento alegre, pero tambi¨¦n triste. Estoy contento de haberla encontrado, pero me duele mucho lo que sufri¨®".

Laurentino ha sabido, por declaraciones de testigos, que su madre, Mar¨ªa de los Desamparados Blanco, fusilada la noche del 30 de septiembre de 1936 por un grupo de falangistas junto al tambi¨¦n maestro Eusebio Gonz¨¢lez, no se resign¨® a morir. Luch¨® con su verdugo. "Hay vecinos que me han contado que la oyeron gritar. Que uno de los asesinos lleg¨® a casa con la cara llena de ara?azos y que cuando su mujer le pregunt¨® qu¨¦ le hab¨ªa pasado, respondi¨®: 'Vengo de pelear con la maestra de Bur¨®n". Tambi¨¦n sabe que el asesino desvisti¨® a su madre, antes o despu¨¦s de matarla, porque la mujer del falangista pase¨® un d¨ªa por el pueblo con el abrigo y el bolso de Mar¨ªa de los Desamparados Blanco.

La maestra no se resign¨® a morir. "El asesino volvi¨® a casa lleno de ara?azos"

"No me duele su muerte, porque todo el mundo tiene que morir, pero me duele mucho su sufrimiento. Me ha dolido siempre, durante la Guerra Civil, en Rusia, con la Divisi¨®n Azul... Nunca he dejado de pensar en ella. La he llevado en el coraz¨®n estos 73 a?os", relat¨® emocionado Laurentino.

El hallazgo se produjo ayer por la ma?ana. Los restos de Mar¨ªa de los Desamparados y Eusebio Gonz¨¢lez estaban alrededor de una enorme piedra a la que el jueves, cuando arranc¨® la b¨²squeda, los arque¨®logos no hab¨ªan dado importancia. "De repente vimos que sobre la pierda hab¨ªa una forma de cruz y empezamos a excavar alrededor. Enseguida encontramos las gafas del maestro, que deb¨ªa llevar en un bolsillo. La montura estaba pr¨¢cticamente deshecha, pero los cristales estaban bien", explic¨® Santiago Mac¨ªas, vicepresidente de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica. Durante toda la tarde siguieron retirando la tierra de los huesos. Hoy esperan poder retirar los restos.

Con 91 a?os cumplidos, Laurentino ya no contaba con una oportunidad as¨ª. Cuando los arque¨®logos y antrop¨®logos de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica comenzaron a buscar a su madre el jueves, Laurentino no ten¨ªa muchas esperanzas. Hac¨ªa 73 a?os que la hab¨ªa o¨ªdo despedirse -"T¨², tranquilo; ma?ana estoy aqu¨ª"- antes de que los falangistas la subieran a un coche con Eusebio y el pretexto de llevarla a declarar a Le¨®n en el juicio a otro maestro.