El problema de las apuestas
La falta de crecimiento en el Reino Unido puede implicar una derrota fiscal
Todo el mundo quiere crecimiento econ¨®mico, pero en el Reino Unido y en Estados Unidos ese deseo es m¨¢s bien una necesidad. Los extraordinarios d¨¦ficits de ambos gobiernos son apuestas por una vuelta r¨¢pida a tasas de crecimiento elevadas, y se volver¨¢n inasumibles en poco tiempo si no se produce pronto. Estados Unidos tiene m¨¢s posibilidades de sobrevivir a su apuesta.
?Recuperaci¨®n en el Reino Unido? El Banco de Inglaterra parece empe?ado en dejar clara su falta de confianza. No s¨®lo decidi¨® este mes acu?ar otros 50.000 millones de libras, lo cual puso de manifiesto su falta de fe, sino que tres miembros de su Comit¨¦ de Pol¨ªtica Monetaria -entre ellos, Mervyn King, gobernador del banco central- quer¨ªan a¨²n m¨¢s.
Mientras tanto, la situaci¨®n fiscal no augura nada bueno. En julio los ingresos empresariales suelen garantizar un super¨¢vit generoso, pero las sociedades est¨¢n pasando por un mal momento. La recaudaci¨®n fiscal en julio fue un 15% m¨¢s baja que el a?o anterior, y el Gobierno registr¨® un d¨¦ficit de 8.000 millones de libras (9.100 millones de euros). Durante los cuatro primeros meses del a?o fiscal, el descenso de los ingresos fiscales con respecto al a?o anterior se ha aproximado al 12%, muy por encima de la predicci¨®n gubernamental del 7,5%.
Si el crecimiento en el Reino Unido sigue an¨¦mico, el colosal d¨¦ficit fiscal de 199.174 millones de euros que hay previsto podr¨ªa alcanzar o superar los 227.627 millones de euros, sin perspectiva de una mejor¨ªa r¨¢pida en el siguiente a?o fiscal sin unos recortes de gasto draconianos. Si la deuda p¨²blica del Reino Unido no para de subir, ?qui¨¦n la va a comprar?
En estos momentos, la est¨¢ comprando el Banco de Inglaterra, y en cantidades ingentes. Pero no puede seguir subiendo su apuesta por el dinero barato. Si los inversores pierden la confianza en las finanzas del Reino Unido, el rendimiento de la deuda p¨²blica del pa¨ªs podr¨ªa aumentar, a pesar de los esfuerzos del banco central.
?C¨®mo es que la apuesta podr¨ªa salirle bien a Estados Unidos y mal a Gran Breta?a? La diferencia no reside tanto en la pol¨ªtica como en el momento de su puesta en marcha. La burbuja inmobiliaria estadounidense estall¨® justo antes que la del Reino Unido, y da la impresi¨®n de que las correcciones pr¨¢cticamente han llegado a su fin. Reino Unido lleva un retraso de uno o dos a?os con respecto a Estados Unidos. A pesar de las subidas recientes, es probable que los precios inmobiliarios en el Reino Unido caigan a¨²n m¨¢s, y que por tanto los consumidores brit¨¢nicos sigan apret¨¢ndose el cintur¨®n. No est¨¢n como para rescatar las cuentas fiscales y eso aumenta el riesgo de que en el Reino Unido cunda el p¨¢nico respecto a la financiaci¨®n.
?se es el problema con las apuestas: un poco de mala suerte significa que uno pierde. Los gobiernos prudentes har¨ªan bien en evitarlas.
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