Desayuno con los Beatles
A partir del pr¨®ximo domingo, EL PA?S ofrece, por un euro, 13 tazas que rinden homenaje a las portadas de los discos del cuarteto de Liverpool
Primero est¨¢ la perfecci¨®n de su inmortal m¨²sica, luego las ic¨®nicas portadas de sus discos. En la retina del pop siempre permanecer¨¢n estas cubiertas cuya historia es la de la breve pero fulgurante trayectoria de la banda m¨¢s famosa de Liverpool. El cuidado con el que los Beatles abordaban sus portadas permite, como propone a partir del pr¨®ximo domingo EL PA?S, seguir a trav¨¦s de ellas la evoluci¨®n de su m¨²sica. Trece tazas para homenajear el legado de la banda, con, probablemente, los seguidores m¨¢s fan¨¢ticos de la historia. Los beatlemaniacos atesoran todo lo que rodea a la banda. ?sta es una oportunidad ¨²nica que se presentar¨¢ en 13 entregas (por un euro) junto a EL PA?S.
La picard¨ªa y el hambre de gloria de los comienzos de los Fab four se percibe en el plano contrapicado de la portada de Please, please me que fotografi¨® Angus McBean en las oficinas de EMI en Londres. El tono melanc¨®lico de las composiciones del cuarteto lo supo captar Robert Freeman en su instant¨¢nea en Hyde Park para Beatles for sale. "Cuando en el futuro un joven de Saturno te pregunte de qu¨¦ iba eso de los Beatles, ?no intentes explicar nada! Ponle este ¨¢lbum, ens¨¦?ale la portada y lo entender¨¢ todo", sentenciaba el jefe de prensa del grupo, Derek Taylor. Las ganas de fiesta quedan reflejadas en A hard day's night (con retratos de cabina en los que los Fab four hacen el payaso), y el lenguaje de las banderas en Help! (por est¨¦tica, las letras del t¨ªtulo en realidad rezan NUJV). En Rubber Soul los Beatles hab¨ªan alcanzado tal grado de fama que no incluyeron su nombre en la cubierta donde los m¨²sicos aparecen con las caras abombadas. Lo explica McCartney en el documental Anthology: mientras el fot¨®grafo -de nuevo Freeman- les mostraba fotograf¨ªas con un proyector, una diapositiva se inclin¨® y se distorsion¨® la imagen. Les encant¨®.
En esa ¨¦poca, sus canciones se tornaban m¨¢s experimentales. No ten¨ªan miedo de innovar. Se complicaban sus armon¨ªas y sus arreglos, pero sus melod¨ªas segu¨ªan siendo incre¨ªblemente pegadizas. Su af¨¢n transgresor no se limitaba a la m¨²sica, sino que inclu¨ªa el dise?o. El dibujo en blanco y negro del alem¨¢n Klaus Voorman para la portada de Revolver parec¨ªa anticipar la psicodelia de la ¨²ltima canci¨®n, Tomorrow never knows. Y lleg¨® Sgt. Pepper's lonely Hearts Club Band, un ¨¢lbum cuya cubierta se recuerda casi m¨¢s que sus canciones. El montaje, entre pop y surrealista, de Peter Blake y Jann Haworth (ganaron un Grammy por su dise?o) muestra una colecci¨®n de personajes hist¨®ricos: desde Marx a Marilyn pasando por Fred Astaire o Brando. El abundante simbolismo (una tumba, flores en forma de bajo...) y la imaginaci¨®n de los fans forjaron la leyenda de que McCartney hab¨ªa muerto en 1966. Tras el barroquismo, el arte conceptual. La portada de White Album de 1968 es una obra minimalista del artista Richard Hamilton que revela un dato clave: la ausencia de los miembros en la portada. El grupo ya no existe. Lennon, Harrison, McCartney, trabajaban por su cuenta y Ringo incluso lleg¨® a marcharse.
Por el final comienza la colecci¨®n de tazas decoradas con las portadas de los 13 ¨¢lbumes de los Beatles. El pr¨®ximo domingo por s¨®lo un euro, EL PA?S ofrece la primera entrega: la taza de Abbey Road, su pen¨²ltimo disco que celebra este a?o su 40? aniversario. Su portada, de Ian McMillan, es una de las m¨¢s imitadas de todos los tiempos. Aunque John, Paul, George y Ringo grabaron su ¨²ltima canci¨®n juntos el 19 de agosto de 1969 y nunca volver¨ªan a reunirse, lo hab¨ªan cambiado todo para siempre.
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