El virus de la sensatez

Como si la sensatez fuera una enfermedad infecciosa, los m¨¢ximos responsables de los sistemas de salud auton¨®micos y central dieron ayer una nueva muestra de que, cuando hay algo que realmente preocupa a los ciudadanos, son capaces de dejarse de luchas partidistas y ofrecer una tranquilizadora imagen de unidad. Seguro que la reuni¨®n del Consejo Interterritorial no fue un congreso a la b¨²lgara. Las m¨¢s de cinco horas que dur¨® el encuentro son prueba de que hubo debate y discusi¨®n. Pero, por una vez, los consejeros -de todos los partidos representados- prefirieron dar prioridad a los puntos de acuerdo y no enturbiar el encuentro haciendo gala de las discrepancias.

La foto de familia con los consejeros arropando a la ministra de Sanidad Trinidad Jim¨¦nez es, por tanto, una buena noticia para todos. Despu¨¦s de a?os en que el Consejo Interterritorial ha destacado, sobre todo, por ser un campo de batalla para la contienda partidista, es tranquilizador ver que sirve tambi¨¦n para poner de acuerdo a los responsables sanitarios. Que sea la segunda vez consecutiva que esto ocurre (tambi¨¦n sucedi¨® en julio, en el anterior encuentro para tratar la manera de combatir esta enfermedad) raya con lo ins¨®lito, sobre todo teniendo en cuenta la tradici¨®n del Consejo Interterritorial, donde han sido m¨¢s frecuentes los desencuentros -con plantes y boicoteos incluidos- que los consensos.

Quiz¨¢ para conseguir la unanimidad se han sacrificado conclusiones m¨¢s innovadoras que, sin embargo, estar¨¢n presentes en la agenda m¨¢s adelante. El principio de primar el acuerdo y transmitir una imagen de normalidad y tranquilidad ante la epidemia ha hecho que se haya preferido seguir a pies juntillas las recomendaciones actuales de la Uni¨®n Europea y de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en temas como la definici¨®n de los grupos de poblaci¨®n que deben recibir de manera prioritaria la vacuna contra la nueva gripe (embarazadas, enfermos cr¨®nicos y personal sanitario o de servicios esenciales, como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Protecci¨®n Civil y bomberos) y dejar de lado otros colectivos, como los ni?os, cuya inclusi¨®n no hubiera causado ning¨²n contratiempo ni cr¨ªtica ante la opini¨®n p¨²blica.

Como se encarg¨® de resaltar la ministra despu¨¦s de la reuni¨®n, todas las decisiones que se han tomado hasta ahora sobre la gripe son "revisables". Lo que se sabe cuatro meses despu¨¦s de que empezara la expansi¨®n del virus H1N1 hace que las medidas anunciadas sean las sensatas. Habr¨¢ que ver qu¨¦ sucede cuando llegue el invierno y, sobre todo, si la gravedad de la enfermedad aumenta. Entonces, la calma con la que se est¨¢ actuando ahora se convertir¨¢ en prisa. Pero, en cualquier caso, lo deseable es que ello no suponga, cuando vaya a ocurrir, una disparidad de criterios que desembocar¨ªa, seguro, en una merma en la eficacia y un aumento de la intranquilidad.