El colegio es el 'canguro'

Despu¨¦s de seis meses en paro, cuando In¨¦s firm¨® otro contrato de trabajo su alegr¨ªa se mezcl¨® con una preocupaci¨®n. Con su nuevo horario laboral y el de su esposo, ?qui¨¦n se iba a encargar de su hijo Xabier, de cuatro a?os, entre las ocho y las nueve de la ma?ana? Antes ten¨ªa tiempo de mandarlo al colegio a las nueve y despu¨¦s ir a trabajar, pero ahora la situaci¨®n ha cambiado. En su caso, el colegio en el que estudia su hijo y la asociaci¨®n de padres del centro, sito en Vitoria, han acudido a su rescate. Cerca de diez colegios p¨²blicos de ?lava abren sus puertas entre las ocho y las nueve de la ma?ana (una hora antes del comienzo de la jornada escolar) para acoger a los ni?os de tres a seis a?os cuyos padres tienen que ir a trabajar y no disponen de ninguna ayuda en esa franja horaria.

Un monitor cuida de los peque?os entre las ocho y las nueve de la ma?ana

El Consejo Escolar de cada colegio es el que debe aprobar los proyectos

Se trata de una experiencia que se puso ya en marcha el curso pasado y que la Asociaci¨®n de Madres y Padres de la Escuela P¨²blica de ?lava-Denon Eskola aspira a generalizar a lo largo de este curso. En Vizcaya y Guip¨²zcoa tambi¨¦n existen algunas experiencias, pero de una manera mucho m¨¢s dispersa. "La puesta en marcha de este servicio surge desde las asociaciones de padres de los centros como respuesta a la necesidad de muchas familias de contar con un apoyo que les facilite la conciliaci¨®n de la vida familiar con la laboral", explica Santa Gonz¨¢lez, coordinadora de Denon Eskola.

En el caso de In¨¦s y de su marido Unai, este servicio casi de canguro les ha permitido seguir trabajando con normalidad. "Es que de ocho a nueve de la ma?ana no ten¨ªamos a nadie de quien echar mano. Alguna vecina se pod¨ªa comprometer a llevar a Xabier al colegio alg¨²n d¨ªa, pero no todos y eso no es plan".

Aunque la iniciativa va dirigida en principio a los ni?os de tres a seis a?os (la etapa de Educaci¨®n Infantil), tambi¨¦n da cabida a escolares de Primaria cuyos padres tambi¨¦n tengan problemas por la ma?ana. El servicio no es educativo, tiene car¨¢cter asistencial y lo normal es que una persona contratada por cada asociaci¨®n de padres cuide de los ni?os durante esa hora.

Gonz¨¢lez precisa que la forma de gesti¨®n del servicio difiere de unos centros a otros: "En algunos casos es la asociaci¨®n de padres del colegio la que autogestiona el servicio; en otros, existe una gesti¨®n conjunta entre la asociaci¨®n y el Ayuntamiento". El propio equipo directivo del centro se encarga del trabajo en alg¨²n caso.

La respuesta por parte de los responsables de los colegios no siempre es favorable a la iniciativa, que siempre parte de los padres. "Algunas asociaciones tienen que desarrollar el servicio en locales cedidos, en el caso de los pueblos, por los ayuntamientos", se lamenta Gonz¨¢lez. La puesta en marcha del proyecto en cada colegio depende de la aprobaci¨®n del Consejo Escolar, un foro que agrupa a los profesores, los padres y los alumnos de cada centro.

Lo ¨²nico que siente In¨¦s al dejar tan pronto en la escuela a su hijo, quien tambi¨¦n se queda en el comedor, es el n¨²mero de horas que, de una u otra forma, pasa en el recinto escolar. "No hay otra manera de conciliar la vida laboral y familiar en mi casa, al menos, de momento", reconoce.

Ese debate tambi¨¦n se ha suscitado en Denon Eskola, donde algunos de sus miembros cuestionan si debe ser la escuela la que d¨¦ soluciones al problema de la conciliaci¨®n familiar y laboral o si han de ser las empresas las las que mantengan "un compromiso firme de realizar pol¨ªticas conciliadoras para sus trabajadores", apunta la coordinadora de Denon Eskola. "Lo ideal", a?ade, "es que m¨¢s familias puedan optar a reducciones de jornada, a una mayor flexibilidad en su horario laboral. Es decir, que se favorezca una pol¨ªtica social potente tanto desde las administraciones como desde las empresas".

El momento actual de crisis no favorece precisamente que los padres se apunten a excedencias o reducciones de jornada.