Los libros de texto piden un cambio
Expertos europeos abogan en Santiago por manuales m¨¢s conectados a la realidad
"?C¨®mo adaptaron el Prestige a los libros de texto?", pregunta el doctor en Pedagog¨ªa de la Universidade de Santiago de Compostela Xes¨²s Rodr¨ªguez. "Los profesores elaboraron sus materiales para contextualizarlo". Ninguna asignatura explicaba en los libros de texto cu¨¢l era la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola ni de Galicia. No daban claves para interpretar qu¨¦ estaba pasando ni qu¨¦ se le ven¨ªa encima al pa¨ªs. Pr¨¢cticamente toda Europa lleva a?os ense?ando a los chicos a interpretar el mundo. Espa?a, no. Galicia, tampoco. La comunidad aut¨®noma se resigna a tener en las librer¨ªas cantidad de materiales traducidos, no adaptados, que no reflejan ni la historia de la comunidad ni las sociedades que conviven en ella. "No se puede generalizar con las editoriales, ser taxativo es peligroso", matiza Rodr¨ªguez, anfitri¨®n del 10? Congreso Internacional Textbooks and Educational Media que se inaugur¨® ayer en Santiago.
"Galicia tiene margen suficiente para cambiar los textos"
La principal denuncia vertida en las ponencias es que en Espa?a la mayor¨ªa de libros de texto han dado, tradicionalmente, una visi¨®n unidireccional y se someten a una revisi¨®n y actualizaci¨®n m¨ªnimas. Para Rodr¨ªguez es grave que los maestros no adapten sus apuntes a cada aula. "?C¨®mo sabemos, cuando recomendamos en junio que compren un libro, qu¨¦ necesidades tendr¨¢ ese grupo en septiembre?", se queja Rodr¨ªguez, que cree que los libros deber¨ªan pasar filtros antes de que los Gobiernos aut¨®n¨®mos "regalen o subvencionen mala calidad".
"Las dos administraciones [el bipartito y la actual Xunta] nunca intentaron hacer un debate serio sobre el libro en el aula", explica este profesor, para quien es clave que los materiales inviten a ver lo mismo desde otros v¨¦rtices. "Un mismo hecho hist¨®rico que ayude a entender el mundo contempor¨¢neo", apunta Suzanne V. Knudsen, presidenta de la asociaci¨®n internacional de educadores, IARTEM, organizadores del Congreso. Jos¨¦ Gimeno Sacrist¨¢n, catedr¨¢tico de Did¨¢ctica de la Universitat de Val¨¨ncia, y uno de los ponentes mejor valorados, lament¨® que la Historia y la Literatura siempre se hayan contado sesgadas. "Aqu¨ª Col¨®n es un h¨¦roe, en Suram¨¦rica, un invasor, ?por qu¨¦ se obvia la otra versi¨®n?". A Knudsen (de Dinamarca) le extra?a que algunas materias transversales que traducen el mundo, como Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, generen controversia en Espa?a. "En Europa llevan a?os impartiendo asignaturas de esa naturaleza".
Para la pedagoga, estudiar en Europa es enriquecedor, pero aprender en otros pa¨ªses, dif¨ªcil. "Queremos que los alumnos estudien fuera, pero no es f¨¢cil porque llegamos con distinto bagaje sociocultural y los libros no lo cuentan". Knudsen dice estar a favor de que se unifiquen las ra¨ªces de todos los sistemas educativos respetando y aupando las diferencias, pero no lo ve factible. El Plan Bolonia es interesante "pero no tan f¨¢cil como parece". Para Rodr¨ªguez y Knudsen, los Gobiernos han de tomar las riendas de los cambios. No es f¨¢cil que Europa, Espa?a y Galicia se pongan de acuerdo, "pero Galicia tiene margen suficiente para hacer cambios", apostilla Rodr¨ªguez.
El Congreso, que sent¨® en la misma mesa a pol¨ªticos, editores, profesores e intelectuales, valor¨® las subvenciones de los libros como medidas que dependen del momento pol¨ªtico. "Ha de haber una reflexi¨®n sobre c¨®mo se estructura y qu¨¦ materia incluyen los libros de texto", dice Rodr¨ªguez. Igual piensa Knudsen, que no entiende que los libros tengan que pagarse. "He vivido en Noruega y en Dinamarca y jam¨¢s compr¨¦ mis libros. Pagarlos es diferenciar a los ni?os".
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