Peregrinos con GPS

"Cuando hice el Camino de Santiago me sab¨ªa al dedillo los lugares donde daban algo gratis a los peregrinos". Para Pablo Conde queda bastante lejos la experiencia -hace unos 15 a?os de aquello-, pero se acuerda de lo bueno y lo malo de cada pueblo en la ruta francesa a Compostela. Ahora su empresa Bluguia desarrolla una aplicaci¨®n para "contar el Camino mientras haces el Camino" utilizando el GPS. El mecanismo parece sencillo: un dispositivo, igual que los que llevan los coches, guiar¨¢ al peregrino a lo largo de los 760 kil¨®metros de la ruta francesa que arranca en Saint Jean Pied de Port (Francia) y termina en Compostela. "Es el mismo sistema de las audiogu¨ªas que ofrecen los museos pero aplicado a un concepto totalmente distinto". Conde y su socia, Pilar L¨®pez, est¨¢n preparando el proyecto para promocionarlo en el pr¨®ximo a?o Xacobeo, que seg¨²n las estimaciones m¨¢s optimistas espera la visita a pie o en bicicleta de 300.000 personas.

Los aparatos pesan 160 gramos y tendr¨¢n 1.500 v¨ªdeos sobre la ruta

El sistema es el mismo que el de las audiogu¨ªas de los museos

En los GPS cargar¨¢n 1.500 archivos, unos 50 v¨ªdeos por etapa, con informaci¨®n sobre el territorio, el paisaje, la cultura popular, el patrimonio o la fauna. Cada peregrino podr¨¢ elegir qu¨¦ informaci¨®n quiere ver en cada momento y discriminar la que no le guste. ?Se pierde el romanticismo? "En absoluto. Nadie te obliga a tenerlo conectado todo el tiempo, ni a ver los v¨ªdeos que no te interesen", comenta Pilar. Sin necesidad de seguir las flechas amarillas, los aparatos indicar¨¢n la direcci¨®n, el tiempo y la distancia que queda hasta el albergue. Tambi¨¦n el desnivel de cada tramo: "Nadie va a poder decir que la cuesta de subida a O Cebreiro le pill¨® por sorpresa".

"?Que quieres saber d¨®nde dan el mejor men¨² del peregrino? Te lo contamos. ?Que te interesa la ermita de tal o cual parroquia? Cuando pases cerca de ella te saltar¨¢ autom¨¢ticamente la informaci¨®n si lo deseas", dicen sus creadores. Tienen a un sacerdote colaborando para glosar las historias de los santos del camino, a un bi¨®logo descifrando las fragas; pero les falta lo m¨¢s importante: hacer 1.520 kil¨®metros (equivalentes a dos recorridos completos) con un equipo de seis personas para recopilar toda la informaci¨®n de campo, c¨¢mara en mano. Despu¨¦s tendr¨¢n que seleccionar y clasificar miles de fotograf¨ªas, hacer los guiones de los 1.500 puntos de inter¨¦s, incluidos 300 archivos de lugares clave de las rutas (fuentes, cruces, lugares dedicados al peregrino) y otros 250 de leyendas y personajes que han recorrido la ruta. "Con los GPS ya no se ver¨¢n m¨¢s peregrinos perdidos, intentando comunicarse buscando la direcci¨®n correcta ni con la incertidumbre de si llegar¨¢n a una hora razonable al final de cada etapa".

Las Bluguias comenzaron a funcionar como dispositivos tur¨ªsticos en ciudades el a?o pasado. El Ayuntamiento de Vigo fue el primero en ofrecerlas a sus visitantes con varias rutas, aunque este verano adujo "problemas t¨¦cnicos", para no promocionarlas hasta bien entrado el mes de agosto. En Bluguia hablan m¨¢s bien de "problemas burocr¨¢ticos". El caso es que ya se pueden alquilar en la oficina de A Pedra en cinco idiomas. Tras ese proyecto pusieron en marcha uno similar en Parada do Sil, en la Ribeira Sacra. Su alcalde Francisco Majide, dicen, est¨¢ "encantado".

"Somos conscientes de que otras empresas est¨¢n intentando hacer cosas parecidas, la tecnolog¨ªa de geoposicionamiento est¨¢ ah¨ª. El caso es aplicarla a cosas concretas. Ning¨²n tom tom te lleva por el camino. Lo que hace es indicarte d¨®nde coger la autov¨ªa m¨¢s cercana para llegar a Santiago".

No se puede decir que Bluguia sea una pyme. Apenas tiene el tama?o de una microempresa. Comenz¨® a trabajar en una peque?a oficina del vivero de emprendedores de la C¨¢mara de Comercio de Vigo, donde llevan casi dos a?os. "El respaldo p¨²blico es b¨¢sico. Nosotros hemos tenido suerte con la C¨¢mara de Comercio, con Xesgalicia y con la Universidad de A Coru?a". Sus socios tecnol¨®gicos son Discalis, una sociedad con experiencia en sistemas de geoposicionamiento en dispositivos m¨®viles y transmisi¨®n de datos mediante GPRS; y Pangea, una ingenier¨ªa que desarrolla la mayor parte de su actividad en el sector forestal. En esta ¨²ltima destacan dos colaboradores: Benito Lourido y Pablo Pino. Ambos, adem¨¢s de ingenieros, son monta?eros y senderistas curtidos con varios caminos a sus espaldas y han se?alizado cientos de kil¨®metros de rutas de senderismo y coordinado a cuadrillas forestales.

La Universidad de A Coru?a, por su parte, aportar¨¢ al proyecto t¨¦cnicos que ayudar¨¢n a digitalizar los contenidos realizando planos tipol¨®gicos a partir de las fotograf¨ªas e investigaci¨®n cartogr¨¢fica.

Con estos socios y con unas gotas de esp¨ªritu de Michael Dell cuando armaba ordenadores en su garaje, el objetivo de Bluguia es ofrecer algo que no se haya inventado. "Si tecleas en Google 'Camino de Santiago' aparecen m¨¢s de un mill¨®n y medio de registros. En la red de im¨¢genes de Flickr te encuentras m¨¢s de 100.000 fotos. Est¨¢ claro que la informaci¨®n est¨¢ ah¨ª. Pero lo que queremos conseguir es que los peregrinos vivan otra forma de hacer el Camino, que no les deje con la pregunta en la boca", dice Conde. El proyecto ya ha arrancado y ahora tratan de convencer a la Xunta de que les patrocine. "Lo haremos con o sin su ayuda, pero parece evidente que querr¨¢n liderar este proyecto".

Todav¨ªa est¨¢n barajando varias alternativas para comercializar la aplicaci¨®n. Desde que los peregrinos se la puedan bajar de Internet gratis e introducirla en sus propios GPS o mediante alquileres de los aparatos: "O las dos cosas". El peso de los que distribuyen en la actualidad es de 162 gramos, por lo que no creen que sean un obst¨¢culo para los mochileros. Tampoco lo ser¨¢n las bater¨ªas, que aguantan varias jornadas a pleno uso y se pueden cargar en cualquier enchufe.

Su siguiente paso ser¨¢ contar con la comunidad de peregrinos, algo as¨ª como lo que ha hecho de oro a YouTube. Desarrollar¨¢n una p¨¢gina para que puedan contar sus vivencias con los dispositivos, de forma que el proyecto vaya creciendo: "Se convertir¨¢ en algo colectivo, como el propio Camino".