Gran apoteosis de Coldplay en un Estadio Ol¨ªmpico rendido
La banda mostr¨® su poder¨ªo, lastrado por puntuales problemas de sonido
M¨¢s contagiosas que la gripe. As¨ª son las canciones exitosas de Coldplay sonando en un estadio. Pueden gustar o no, pero cuando 63.000 personas se ponen a corearlas no merece la pena oponer resistencia. O te contagias o te sientes el aburrido que estropea un planeta de sonrisas. Nadie se sinti¨® as¨ª anoche en el repleto Estadio Ol¨ªmpico de Barcelona, donde el cuarteto brit¨¢nico demostr¨® que lo suyo son los espacios enormes. ?se es su mejor terreno de juego. S¨ª, Coldplay son la ¨²ltima banda de estadio, recintos en los que sus prestaciones mejoran sobremanera.
Comenzaron a tumba abierta, tirando de Violet hill, Clocks, In my place y Yellow, tema que sembr¨® de globos amarillos la pista del estadio. Si tras escuchar a Wagner entran ganas de invadir Polonia, con Coldplay se desea gritar y re¨ªr, sintiendo una euforia que capacita para cualquier empresa. No es de extra?ar que el entrenador del FC Barcelona Pep Guardiola, presente anoche en el estadio y visiblemente feliz, animase a sus jugadores con la m¨²sica de Coldplay. Chris Martin cuid¨® los detalles, salud¨® en catal¨¢n y us¨® el castellano mucho m¨¢s que los ¨²ltimos 37 artistas anglosajones que han visitado Barcelona. Un gesto m¨¢s de proximidad en un concierto apote¨®sico que la banda grab¨® con vistas a un DVD que muestre el poder¨ªo de sus espect¨¢culos. Por eso, a¨²n sin llegar a la mitad del recital, ya hubo fuegos artificiales en Fix you. Luego, en los bises, llovi¨® confeti en forma de mariposas en Lovers in Japan.
El concierto lleg¨® a su cumbre con un indescriptible 'Viva la vida'
Pero como la felicidad no puede ser total, unos problemas t¨¦cnicos -de los que Martin se disculp¨® al final con admirable verg¨¹enza torera y que quiso compensar regalando discos (que efectivamente lanzaron unos empleados)- lastraron parcialmente el concierto, cuyo sonido vari¨® de intensidad en algunos tramos provocando que el p¨²blico gritase "?no se oye!" con notable determinaci¨®n. Antes, en el comienzo del espect¨¢culo, el sonido se interrumpi¨® breves segundos en varias ocasiones, m¨¢cula en un espect¨¢culo concebido para arrasar. Y eso fue exactamente lo que ocurri¨® en su apoteosis, la imaginable cumbre emocional que lleg¨® con un Viva la vida cuyo estribillo se debi¨® de o¨ªr hasta en el Camp Nou. Si alguna vez la palabra indescriptible ha tenido un sentido fue anoche en Barcelona mientras sonaba esta composici¨®n. Fue el punto culminante de un concierto que a¨²n durar¨ªa cerca de una hora m¨¢s y dejar¨ªa muy cerca del cielo a sus 63.000 seguidores. Coldplay hicieron dos set ac¨²sticos: uno en un escenario cercano al principal donde interpretaron cuatro canciones, y otro de tres en otro escenario opuesto a la pista. All¨ª ofrecieron un homenaje a Michael Jackson: una versi¨®n de Billy Jean, coreada por el p¨²blico.
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