Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, maestro de los derechos humanos

El pasado 27 de agosto nos dej¨® para siempre un gran amigo, un gran humanista, el profesor Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, como a ¨¦l le gustaba que le llam¨¢semos. No le decimos adi¨®s, porque los innumerables testimonios recibidos desde todas partes del mundo, unidos a nuestro sentimiento, aseguran que su fuerte personalidad, forjada de profundas convicciones y di¨¢logos, de tolerancia y respeto, permanece. Las acciones que compusieron la excepcional andadura de don Joaqu¨ªn fueron inherentes a su forma de ser, formaban parte de su pensamiento m¨¢s profundo, de su esp¨ªritu guiado siempre por hacer lo correcto y lo necesario.

Sus 12 a?os de presidencia de Unicef-Comit¨¦ Espa?ol respondieron, sin duda, a su vocaci¨®n por el Derecho con may¨²sculas: el derecho para la libertad, el derecho para la justicia y la solidaridad, para la plenitud de la dignidad del ser humano.

Los principios de las Naciones Unidas estaban en su pensamiento, en su coraz¨®n y en su trayectoria mucho antes de asumir su compromiso de servicio a Unicef. ?l so?aba y luch¨® por un orden internacional justo, y as¨ª lo reflej¨® en su af¨¢n por paliar las insuficiencias de las normas jur¨ªdicas que deben proteger los derechos humanos. Reiter¨® en numerosos foros la urgencia de constituir efectivamente un Tribunal Penal Internacional. Se adelant¨® a lo que despu¨¦s ser¨ªa el impacto de la globalizaci¨®n y la interdependencia, especialmente en los m¨¢s d¨¦biles y desfavorecidos.

Le recordamos como a ¨¦l le gustar¨ªa: observando la sonrisa y la sugerente mirada de los ni?os, en cualquier lugar, alrededor del mundo. Porque el primer Defensor del Pueblo de Espa?a, ministro, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho, embajador, intelectual precursor de la democracia espa?ola, se entusiasmaba, recorriendo incansable, junto a su esposa Mercedes, los tortuosos caminos de los pueblos m¨¢s pobres de ?frica, o su querida cordillera andina, en el anhelo de conocer a cada uno de sus ni?os e implicarse m¨¢s en el trabajo que realiza Unicef para mejorar sus vidas.

Entrega a Unicef

Como presidenta actual de Unicef Espa?a, quiero expresar nuestra gratitud a don Joaqu¨ªn, por entregar, con inmensa generosidad, a esta instituci¨®n sus conocimientos y su ingente experiencia. A t¨ªtulo personal, creo recoger el sentimiento de todos los que tuvimos el privilegio de compartir con ¨¦l la ilusionante tarea por la infancia si digo que -m¨¢s all¨¢ de su relevancia p¨²blica- su especial forma de ser, de escuchar, de valorar las aportaciones grandes o peque?as para incorporarlas a un gran proyecto, contin¨²an siendo un referente en nuestro compromiso.

Consuelo Crespo Bofill es presidenta de Unicef-Comit¨¦ Espa?ol.