45 a?os viviendo junto a la "bomba controlada"
Los vecinos de A Coru?a nunca fueron informados de qu¨¦ hacer en caso de una emergencia en la refiner¨ªa de Repsol, un complejo de 150 hect¨¢reas
Entre de noche en coche en A Coru?a, procedente de Carballo, y se desplegar¨¢ ante s¨ª un espect¨¢culo digno de un cl¨¢sico de ciencia ficci¨®n, Blade Runner: es la gigante refiner¨ªa de Repsol. El complejo industrial lleno de enormes tanques y chimeneas chispeantes que ocupa 150 hect¨¢reas (casi el 4% del territorio del municipio coru?¨¦s) a las puertas de la ciudad cumpli¨® ayer, 11 de septiembre, 45 a?os. Y es casi medio siglo de relaciones de amor-odio entre una urbe y su principal generador econ¨®mico y laboral.
"Un vecino rico e inc¨®modo", dicen en Meicende, uno de los barrios, a caballo entre Arteixo y A Coru?a, m¨¢s pr¨®ximos. "Un vecino molesto con el que aprendimos a convivir", afirman en Bens, del otro lado de las vallas de la refiner¨ªa. M¨¢s dif¨ªcil es para el medio centenar de casas de Nosti¨¢n, en medio del valle de A Coru?a, donde el Gobierno de Franco decidi¨® en 1962 instalar una industria para destilar petr¨®leos. Las sucesivas ampliaciones de los a?os 70 cercaron ese peque?o barrio coru?¨¦s con aspecto de aldea. "Nos rodearon y nos aislaron, sin una salida de emergencia. En caso de incendio s¨®lo nos queda echar a correr monte arriba por una pista sin asfaltar", cuenta la presidente de la asociaci¨®n de vecinos, Mar¨ªa Luisa Barbeito.
Es la gran batalla de este lugar, situado en medio de una refiner¨ªa de 41 unidades con una capacidad de destilaci¨®n de seis millones de toneladas al a?o. "En una hora producimos en electricidad el equivalente a dos veces el consumo de A Coru?a, en un minuto 3.000 litros de gasolina", presume Repsol con motivo de su cumplea?os. Eso sin contar g¨¢soleo y gas.
Nadie en A Coru?a pone en duda su importancia para el desarrollo de la ciudad. Su aporte econ¨®mico (9 millones de euros en impuestos en 2008, 70 millones en compras y contrataciones). Con una plantilla de 600 empleados (m¨¢s, dice, 400 indirectos y 3.000 inducidos), la refiner¨ªa fue "una loter¨ªa para la ciudad cuando lleg¨®", dice el presidente de los vecinos de Meicende, Orlando Bello. Pero con las ampliaciones se convirti¨® en gigante y el cuento cambi¨®.
Y hay temor a una industria que no est¨¢ a las afueras sino en toda la ciudad. Adem¨¢s de las extensas instalaciones, est¨¢ ese "poliducto" de 6,5 kil¨®metros que atraviesa A Coru?a por el centro para llevar los combustibles de la refiner¨ªa al puerto. "Hay que sacar cuanto antes de la ciudad las tuber¨ªas" de Repsol, proclam¨® el alcalde, Javier Losada, en la campa?a electoral de 2007. La refiner¨ªa representa el 75% de la actividad anual del puerto de A Coru?a. En 45 a?os, "no pas¨® nada, gracias a Dios", rezan los vecinos. Accidentes hubo, con llamaradas espectaculares. Seis en la ¨²ltima d¨¦cada. Pero ninguno en 2008 con baja de personal, recuerda Repsol, orgullosa de sus "estrictas pol¨ªticas de seguridad".
Pero hay un plan de emergencia y evacuaci¨®n, aprobado por la Xunta, del que la poblaci¨®n no sabe nada. Ni una charla, ni un folleto, ni a¨²n menos un simulacro, dicen los vecinos de los tres barrios m¨¢s pr¨®ximos (4.500 habitantes). Con "lo desordenado que creci¨® urban¨ªsticamente Meicende", destaca Bello, en caso de emergencia, "ser¨ªa el caos". Cuando ardieron en mayo 14 naves del pol¨ªgono de la Art¨ªstica, pegado a la refiner¨ªa, sonaron todas las alarmas. Tampoco pas¨® nada. Pero ?y si fuera en la refiner¨ªa? Dicen que el ex alcalde, Francisco V¨¢zquez, la llamaba "la bomba controlada".
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