Maestrazgo c¨²bico
Consolaci¨®n, un hotel emocionante en Monroyo (Teruel)
Es un puro deleite para los sentidos. Nuevo entre los nuevos, esencial entre los esenciales, cabal¨ªstico en sus formas y sus vol¨²menes. Estela Camprub¨ª y Eug¨¨nia Santacana, arquitectas de Barcelona, lo firman sin fanfarria. Uno a uno... hasta diez cubos chapados de madera cuperizada en el enmadejado paisaje del Maestrazgo, mimetizados entre los pinos, colgados sobre la barranca de Monroyo, inasibles a los que temen extraviarse por las ¨²ltimas trochas v¨ªrgenes de un Teruel a¨²n inexistente. Diez hexaedros en torno a una ermita barroca que simbolizan el apogeo plat¨®nico de la arquitectura en la naturaleza y el rubic¨®n ideol¨®gico del novedoso turismo experiencial. Es, y se llama, Consolaci¨®n, uno de los hoteles m¨¢s emocionantes que hoy ofrece la Pen¨ªnsula.
Hotel Consolaci¨®n
PUNTUACI?N: 9
Categor¨ªa: sin clasificaci¨®n oficial. Direcci¨®n: Carretera Nacional 232, km 96. Monroyo (Teruel). Tel¨¦fono: 978 85 67 55. Internet: www.consolacion.com.es. Instalaciones: jard¨ªn, piscina, sal¨®n, comedor, terraza. Habitaciones: 10 Kubes y 2 dobles Ermita; habitaciones para no fumadores. Servicios: no hay facilidades para discapacitados; animales dom¨¦sticos, 15 euros/noche. Precios: entre 110 y 160 euros + 7% IVA, en Kube; entre 80 y 120 + 7% IVA, en Ermita; con desayuno. Oferta dos noches + cena, 200 + 7% IVA por persona.
Desde la cama se ve el bosque de pinos, robles y encinas truferas en todo su esplendor. Con semejante escenograf¨ªa, ?para qu¨¦ construir otra cosa que no sea un cubo minimalista, desnudo en su decoraci¨®n, sin elementos espurios, como el inefable televisor, que distraen de lo verdaderamente esencial en este rec¨®ndito paraje? Los habit¨¢culos prescinden de todo adorno para dar cabida ¨²nicamente a lo ¨²til -un camastro encastrado en la tarima, entre colchonetas negras y edredones blancos, un mueble travesero de armario, una chimenea colgante, una butaca, un pie de luz- y lo profundamente emocional: la geometr¨ªa interior, la ducha lluvia, el verdor recuadrado por el filtro que impone la arquitectura. L¨¢stima que los cuartos de ba?o sean peque?os.
Dos habitaciones m¨¢s convencionales quedan relegadas a un papel secundario en las dependencias rectorales de la ermita, fechadas probablemente en el siglo XIV. Aqu¨ª radican los espacios comunes, rehabilitados sin caer en el torpe historicismo de los hoteles de moda. La recepci¨®n no es recepci¨®n, sino un umbr¨¢culo metalizado con dos piezas conceptuales en el medio. Una ejerce de oficina registradora, y la otra, de bar. O as¨ª. Porque el lugar de copas es un lounge inconcreto que adopta de d¨ªa la luz exterior y devuelve de noche una iridiscencia de leds muy tenue sobre el bosque. Una pila de colchonetas y tres flexos, nada m¨¢s, rubrican el ambiente minimal de este exquisito hotel.
Santi Mas y su mujer, Alessia, junto a otros socios, asumen jovialmente su condici¨®n de perfectos anfitriones a la hora del desayuno. La cocina es entonces el espacio preferente de los sentidos. Jam¨®n de corte, tomates de la huerta, fuet artesano... ?Qu¨¦ gusto tomarlo en la barra o en la terraza!
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