El desconcierto se extiende en el PSOE

"No hay confrontaci¨®n, ni fractura en el PSOE, porque estar en el Gobierno apacigua mucho. Te pueden llamar por tel¨¦fono y ofrecerte una secretar¨ªa de Estado o un ministerio. Pero s¨ª se habla entre nosotros del desasosiego que produce ver la improvisaci¨®n y las dudas ante la crisis". La frase de un dirigente del PSOE, pronunciada la pasada semana, resume la situaci¨®n de desconcierto y des¨¢nimo que se vive en el partido, entre la inquietud por los mensajes a veces contradictorios que emite el Gobierno frente a la crisis y los temores por el desgaste que puede provocar la anunciada subida de impuestos. Sobre todo porque no se han concretado a¨²n las l¨ªneas de la reforma fiscal, lo que deja un flanco abierto al PP, seg¨²n admite la c¨²pula del PSOE.

"Zapatero toma ahora decisiones personales, ya no consulta nada", se?ala un dirigente

"En las ejecutivas de Gonz¨¢lez hab¨ªa debate. Ahora hay funcionariado"

"Zapatero toma cada vez m¨¢s decisiones en clave absolutamente personal. Antes consultaba algo, ahora casi nada", explica un dirigente, que recuerda que, en la ¨²ltima etapa, el presidente ha configurado equipos que se caracterizan m¨¢s por su supuesta "chispa" que por su probada experiencia. "Se opta por la t¨¢ctica en lugar de la estrategia. Esto cada vez va a m¨¢s, la crisis obliga a tomar decisiones m¨¢s aventuradas y, por tanto, se produce improvisaci¨®n. Antes hab¨ªa gente m¨ªnimamente critica, ahora nadie le dice no".

Esta situaci¨®n interna ha coincidido con la imagen de huida de los ex ministros que dejan la pol¨ªtica (tras la salida de Jordi Sevilla y Cesar Antonio Molina, el partido cree irremediables las de Pedro Solbes, Mercedes Cabrera, Bernat Soria y Mariano Fern¨¢ndez Bermejo). Es lo que el catedr¨¢tico, ex presidente del Congreso y ponente constitucional Gregorio Peces-Barba apunt¨® hace dos semanas en un art¨ªculo en este diario: "En la preferencia del presidente del Gobierno de la juventud sobre la experiencia, est¨¢ quiz¨¢s el error m¨¢s de fondo que ha podido propiciar estos lodos. Exilios externos como los de J¨¢uregui o L¨®pez Aguilar, o internos como el de Jes¨²s Quijano o Caldera, tienen sin duda mucho que ver con la biso?ez con la que se toman algunas decisiones".

Un diputado apuntala esta tesis: "Las leyres y las bibianas han sustituido a los j¨¢ureguis o los sevilla, perfiles que ten¨ªan m¨¢s fondo, conocimiento e ideolog¨ªa. Por eso, el camino que eligen los ex ministros es el de irse. Jordi Sevilla se ha ido porque no le hac¨ªan ni caso. Otro de los que est¨¢ harto es Caldera, pero ahora le han metido en 59 segundos para calmarle".

"El debate org¨¢nico se ha sustituido por el cortesanismo", se?ala otro alto dirigente. "En las ejecutivas de Felipe Gonz¨¢lez se produc¨ªan debates a fondo y muchos iban a ver qui¨¦n hac¨ªa la exposici¨®n m¨¢s eficaz y brillante. Ahora hay una sensaci¨®n de funcionariado entre los dirigentes socialistas respecto al jefe. Los espacios tradicionales de debate y conformaci¨®n de decisiones colectivas se han sustituido por los distintos instrumentos que hay para influir sobre la percepci¨®n o la decisi¨®n del que manda, Zapatero".

Nadie en el partido discute la necesidad de recurrir a los impuestos para hacer frente a los gastos sociales que genera la crisis, pero s¨ª se cuestionan los titubeos del Gobierno. El reflejo de esa situaci¨®n es la decisi¨®n de Zapatero de intentar hacer frente a esas acusaciones con mayor presencia p¨²blica del partido y el Gobierno, lanzando a los tres vicepresidentes a ocupar los medios casi todos los d¨ªas de la semana.

El debate y la cr¨ªtica larvada no llegan a las reuniones de la direcci¨®n del partido, donde nadie se atreve a levantar la voz, pero se traduce en un runr¨²n en los cuadros medios e insinuaciones en algunos foros, como los plenos del Grupo Parlamentario Socialista. Zapatero gobierna el partido con mano de hierro en guante de seda; la disidencia y el debate brillan por su ausencia. Como admiten casi todos, nunca nadie atesor¨® tanto poder en el PSOE como Zapatero. Ni Gonz¨¢lez, que ten¨ªa el contrapunto de Alfonso Guerra. "La clave ideol¨®gica la maneja bien. Zapatero tapa esos flancos, su discurso socialdem¨®crata es intachable, ah¨ª no deja ning¨²n hueco para la cr¨ªtica o la discrepancia", se?ala otro diputado.

En la Ejecutiva del pasado lunes, fue Zapatero quien puso sobre la mesa el asunto de los impuestos, con la tesis que resume la frase "podemos explicarlo". A partir de ah¨ª, hubo varias intervenciones para respaldar esa posici¨®n, con el denominador com¨²n de la exigencia de pedagog¨ªa, pero siempre desde el apoyo a Zapatero, como suele ocurrir en las reuniones de la Ejecutiva.

Cr¨ªtica e inquietud

A¨²n as¨ª, hubo alg¨²n episodio que pone de manifiesto que, al menos, la inquietud y la cr¨ªtica s¨ª llegan a la direcci¨®n del partido. Fue el vicesecretario general, Jos¨¦ Blanco, quien sac¨® a colaci¨®n las declaraciones de Antoni Castells, consejero de Econom¨ªa de la Generalitat de Catalu?a y destacado miembro del PSC, que asegur¨® la semana pasada que Zapatero "no coge la crisis por los cuernos". Blanco arremeti¨® contra Castells mirando a Miquel Iceta, representante del PSC en el Ejecutiva, y ¨¦ste le contest¨® con sorna algo as¨ª como: "Me han confundido muchas veces con mucha gente, pero nunca con Castells. Eso d¨ªselo a ¨¦l".

La direcci¨®n del partido y del Grupo Socialista mantiene que el periodo de incertidumbre sobre los impuestos que se vive es consecuencia de su situaci¨®n de minor¨ªa parlamentaria, que les obliga a hacer piruetas en el Congreso y que se traducir¨¢ en una dif¨ªcil negociaci¨®n presupuestaria.

A ese dato objetivo a?ade un miembro de la Ejecutiva que, precisamente por eso, hubiera sido deseable evitar determinadas declaraciones, a la espera de concreci¨®n en el proyecto de Presupuestos. As¨ª, mientras la intervenci¨®n de Zapatero en el Pleno tranquiliz¨® y gust¨® en el Grupo Socialista, su anuncio, en la aciaga rueda de prensa con Berlusconi, de que subir¨ªan tambi¨¦n los impuestos indirectos, ha devuelto la inquietud. "Tras o¨ªr a Zapatero que afectar¨ªa a las rentas altas y al capital, ?c¨®mo explico en tertulias y actos p¨²blicos que todos los ciudadanos lo notar¨¢n en el IVA?", asegura un miembro del PSOE.

El anuncio de subida de impuestos ya tuvo un inicio accidentado en junio cuando el PSOE pact¨® con Joan Herrera (ICV) una enmienda con modificaciones de los tipos del IRPF y la retir¨® s¨®lo unas horas despu¨¦s. Ahora, el Gobierno vuelve con su plan casi con id¨¦nticos sobresaltos. El 20 de agosto, Jos¨¦ Blanco, vicesecretario general y ministro de Fomento, asegur¨® en la SER: "Si es necesario elevar determinados tipos impositivos de los que tienen m¨¢s renta para garantizar pol¨ªticas sociales, habr¨¢ que hacerlo".

El anuncio estuvo precedido de una conversaci¨®n por tel¨¦fono con Zapatero en la que ¨¦ste dio v¨ªa libre a su n¨²mero dos para lanzar la idea de la subida de impuestos. Sin embargo, esa idea fue luego matizada por otros miembros del Gobierno y algunos dirigentes socialistas consideraron que se hab¨ªa lanzado "a destiempo".

Se empez¨® en verano con un planteamiento fiscal socialdem¨®crata cl¨¢sico y sali¨® Blanco con un discurso que marcaba una l¨ªnea determinada. Pero, a la luz de las cr¨ªticas, se cambi¨® el paso y se le desautoriz¨® ligeramente. Blanco empez¨® sugiriendo retocar el IRPF para gravar a las rentas m¨¢s altas (de 50.000 euros para arriba), luego se apunt¨® hacia las rentas del capital y ahora el debate est¨¢ en gravar el consumo. Se da por descontada la retirada de la deducci¨®n de los 400 euros.

Tambi¨¦n en agosto se produjo la rectificaci¨®n sobre los 420 euros, asumida por Zapatero desde sus vacaciones en lugar de dejar que lo hiciera el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Como remate, el portavoz en el Congreso, Jos¨¦ Antonio Alonso, desautoriz¨® a Corbacho al pactar con la izquierda la fecha de entrada en vigor de la ayuda a los parados.

Ambos episodios tienen que ver con la estructura del Gobierno, en la que tambi¨¦n hay distorsiones. Por ejemplo, que Blanco sea el n¨²mero dos del partido, pero que en el Gobierno sea un ministro m¨¢s y que en la pr¨¢ctica act¨²e como vicepresidente. O que Zapatero extienda a la econom¨ªa su tendencia a ocuparlo todo. Seg¨²n un dirigente socialista, hasta hace poco, cuando Zapatero asum¨ªa un compromiso p¨²blico de gasto, todos tem¨ªan el siguiente paso, el que se resum¨ªa como "convencer a Solbes". Un ex miembro del Gobierno llega hasta el extremo de asegurar que Zapatero se autonombr¨® ministro de Econom¨ªa porque Solbes actuaba como un consejero delegado que tomaba decisiones. Ahora, Salgado, cuenta el mismo dirigente, es una jefa de personal que gestiona decisiones de otro.

La gesti¨®n de pagar 420 euros a los parados que perdieron la prestaci¨®n por desempleo provoc¨® adem¨¢s una cierta intranquilidad entre los barones del partido, preocupados por la situaci¨®n en cada una de sus comunidades. Uno de ellos censura el profundo desconocimiento del Estado de las autonom¨ªas que supone poner en marcha medidas y luego pedir que las autonom¨ªas las complementen. De hecho, el presidente andaluz, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, se opuso a la petici¨®n de Corbacho de que las autonom¨ªas asumieran el pago de prestaciones sociales a los parados cuando ¨¦stos dejaran de cobrar los 420 euros mensuales. El PSOE tiene dos poderes: el de Zapatero (personal e intransferible) y el de los barones auton¨®micos. Muchos de ellos son cr¨ªticos con la forma de gestionar la crisis, pero no est¨¢n unidos ni forman ning¨²n grupo de oposici¨®n al presidente.