Espa?a sale disparada del atolladero

Espa?a empez¨® a parecerse por fin a Espa?a. Hubo que esperar al quinto partido para que prendiera la mecha. El damnificado fue Lituania, un rival de renombre, el mismo contra el que empez¨® su v¨ªa crucis en el ¨²ltimo partido de preparaci¨®n y que, tras el vapuleo, se despide por la puerta falsa del Europeo. De haber dejado antes alg¨²n trazo de su identidad, la selecci¨®n espa?ola no se ver¨ªa en la tesitura de estar pendiente a¨²n de vencer ma?ana a Polonia para certificar su clasificaci¨®n para los cuartos de final y, de paso, no habr¨ªa dejado en tela de juicio su reputaci¨®n, ganada a pulso con un juego brillante y demoledor a lo largo de los a?os anteriores.

Espa?a no se dio por enterada hasta que perpetr¨® otro primer cuarto desazonador. Reiter¨® errores de bulto y, cuando no le complic¨® la vida el rival, se la complic¨® ella misma. Ese primer cuarto fue estomagante. Jugando a campo abierto, los lituanos, que no est¨¢n ni para sopitas y que acusan las bajas de Jasikevicius, Siskaukas y Kaukenas, encontraron posiciones de tiro id¨®neas con la misma facilidad con la que los ataques espa?oles se culminaban de la forma m¨¢s rocambolesca. Un resbal¨®n de Pau, un tap¨®n a Llull, una pedrada de Felipe Reyes... eso, si antes de llegar a la zona lituana no se hab¨ªa perdido ya el bal¨®n. Krystof Lavrinovic, el p¨ªvot titular lituano, de 2,09 metros, era capaz de robarle un bal¨®n a Reyes, y a trompicones marcharse por velocidad y al contraataque sin que el propio Felipe ni Llull pudieran seguirle. Los s¨ªntomas eran tan alarmantes como el marcador (15-24). Resultaba dif¨ªcil adivinar el vuelco que iban a dar los acontecimientos.

Por primera vez, los espa?oles lograron que el bal¨®n circulara con velocidad

El equipo espa?ol se transform¨® tras el tiempo de concili¨¢bulo previo al segundo cuarto. La presi¨®n en toda la cancha sobre el inicio de jugada de los lituanos y la garra de Rudy empezaron a cambiar el panorama. La agresiva y activa defensa espa?ola se les atragant¨® a los lituanos. Un triple de Rudy, un mate y una canasta de Pau m¨¢s un rebote ofensivo de Felipe Reyes marcaron el punto de inflexi¨®n (26-24).

Los lituanos continuaron sin dar se?ales de vida, secos por completo en ataque nada menos que durante siete largu¨ªsimos minutos en los que Espa?a puso tierra de por medio (38-24) tras un asombroso parcial de 23-0. El base lituano, Kalnietis, tras un primer acto inmaculado, se las vio y se las dese¨® ante un Ricky por primera vez en el campeonato suelto y c¨®modo con el cariz que tom¨® el juego: r¨¢pido, abierto, con mucha actividad y muchos tiros. Por fin pudo poner la quinta marcha el base espa?ol, por fin logr¨® conectar el equipo con Pau Gasol, por fin lleg¨® a plasmarse sobre la cancha la enorme ventaja espa?ola en muchos uno contra uno.

Se hac¨ªa dif¨ªcil pensar que Petravicius o Lavrinovic pudieran hacerle siquiera cosquillas a Pau Gasol o que Lukaiskis y Maciulis pudieran discutir algo en pie de igualdad con Rudy Fern¨¢ndez y Navarro. O que Kleiza fuera capaz de darle la r¨¦plica a Garbajosa, titular y uno de los m¨¢s activos en las filas de Scariolo, o a Felipe Reyes. Pau Gasol volvi¨® a demostrar su capacidad para desequilibrar al rival m¨¢s pintado. Defendi¨®, anot¨® 19 puntos y captur¨® ocho rebotes. Ricky reparti¨® nueve asistencias. La fluidez del juego de todo el equipo se evidenci¨® en un total de 25 asistencias. Por primera vez en Polonia, los espa?oles lograron que el bal¨®n circulara con rapidez y precisi¨®n, descosiendo a una defensa lituana que no pudo soportar el chaparr¨®n. Ahora, Espa?a se asegurar¨¢ el pase a los cuartos de final si vence a Polonia, y su posici¨®n final en el grupo depender¨¢ tambi¨¦n de otros resultados. De perder ante los polacos, Espa?a quedar¨ªa eliminada.