Lo mejor de todo, la afici¨®n
Un p¨²blico condescendiente aguanta a unos derrotados Deep Purple
Grandes n¨²meros. No les saques de ah¨ª a los dinosaurios del heavy metal. S¨®lo conciben enormes cifras estos hombres. Y, claro, pasa que piensan que pueden tocar un martes futbolero en Madrid, a 40 euros, y en un recinto (un desangelado Palacio de Vistalegre) para 10.000 espectadores, y resulta que salen al escenario y s¨®lo se encuentran a 1.500.
Caramba, eso se llama empezar con el cuerpo destemplado. Pero, un momento, porque todav¨ªa no hab¨ªan acabado los malos c¨¢lculos. Arrancaron con el clasicazo Highway star y si la canci¨®n pide llegar al diez, la voz del cantante, Ian Gillan, s¨®lo alcanzaba el tres. Dol¨ªa ver al veterano vocalista (a sus 64 a?os) con el rostro enrojecido, a punto de estallarle la cabeza, el pu?o cerrado, intentando llegar a los tonos del pasado. A punto estuvo de darle una embolia al hombre.
Son¨® 'Smoke on the water', pero result¨® una interpretaci¨®n desangelada
S¨ª, son¨® la biblia del rock duro, Smoke on the water, all¨¢ por el minuto 70 de concierto. Pero result¨® una interpretaci¨®n tan desangelada que a poco estuvieron los heavies de dejar de tocar sus guitarras imaginarias. Deep Purple demostr¨® anoche ser una caricatura de aquel grupo pionero del rock duro. Hace a?os que no pellizca su guitarra Ritchie Blackmore, el cerebro de los ingleses. Al pobre se le ha ido la chaveta y ahora practica un rock medieval bastante plasta.
A pesar de este ¨²ltimo dato, todos los presentes hubieran invitado a un mini de cerveza al grupo si hubieran podido escuchar la guitarra de Blackmore. No es por cebarse con el otrora chillador con el timbre m¨¢s excelso, pero ah¨ª va otro dato: aquellos alaridos salvajes de los setenta han transmutado ahora hacia un tono m¨¢s parecido a Paulina Rubio o a Chenoa.
El resto del grupo se mantiene en un tono correcto. Permanecen de los tiempos gloriosos Ian Paice (bater¨ªa) y Roger Glover (bajo), y no ofrecen gran cosa los nuevos Don Airey (teclados) y Steve Morse (guitarra). Bueno, este ¨²ltimo s¨ª que aporta cosas, sobre todo si alguien disfruta con los interminables solos de guitarra ins¨ªpidos. El concierto fue veloz (al menos son¨® bien, cuando no saturaban el bajo), como si quisieran acabar por la v¨ªa r¨¢pida, con muchos pasajes instrumentales, sin duda para que descansara la mermada voz de Gillan. Despu¨¦s de Smoke on the water atacaron sin mucha tensi¨®n los temas Hush y Black night, y buenas noches. Con todo, lo mejor fue el p¨²blico, santo hasta decir basta, que trag¨® con todo lo que acontec¨ªa en el escenario y que en algunos pasajes hasta mostr¨® entusiasmo. Ah¨ª est¨¢ la mejor afici¨®n del mundo, s¨ª se?or.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.