Debate para empatar

En un debate del estado de la regi¨®n que deb¨ªa ser excepcional -por el cr¨ªtico momento pol¨ªtico, con la crisis econ¨®mica y el paro asfixiando a los ciudadanos, la deuda regional que supera los 12.000 millones de euros y los esc¨¢ndalos del espionaje y la trama G¨¹rtel nublando la gesti¨®n del Gobierno de Esperanza Aguirre- los dos portavoces de la oposici¨®n, la socialista Maru Men¨¦ndez y Gregorio Gordo, de IU, por diferentes motivos, estuvieron ayer reservones. Sin arriesgar en sus argumentos para no dejar flancos por los que ser atacados, con la fija idea de que no perder es como ganar.

Pero ayer, no. Era el d¨ªa de examen de un Gobierno que ten¨ªa todo en contra. Y era el momento de lucirse. La presidenta, con un discurso m¨¢s descafeinado que nunca y un perfil bajo como oradora, sali¨® indemne s¨®lo porque nadie se le tir¨® a la yugular. Un ejemplo: el caso del espionaje a altos cargos ni siquiera fue citado por Gordo. Aguirre tampoco lo mencion¨®.

Men¨¦ndez trajo un discurso bien armado, pero le fall¨® la oratoria

La presidenta respondi¨® a las cr¨ªticas como si estuviera en el Congreso y quien examinara su gesti¨®n fuese Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Esta t¨¢ctica, que le sirve para dejar sin argumentos a los socialistas, aleja el debate de los problemas que afectan, y preocupan, a los madrile?os.

El segundo d¨ªa del debate -una sucesi¨®n de enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y los portavoces de los grupos- evidenci¨® un cambio de ciclo en la presidenta: ha bajado radicalmente el tono de confrontaci¨®n con la oposici¨®n, PSM e IU, hasta l¨ªmites melosos.

Un veterano dirigente socialista conclu¨ªa que Aguirre ha debido hacer caso a los nuevos asesores de comunicaci¨®n, que sostienen que, ante las c¨¢maras de televisi¨®n, es mejor el tono mesurado. En cambio, el secretario general del PSM, Tom¨¢s G¨®mez, conclu¨ªa que hab¨ªa sido el debate m¨¢s plano de Aguirre porque est¨¢ de salida. "Se ve que se quiere ir de la presidencia. Que le estorba", razonaba.

Pero entre los populares la tesis es que Aguirre quiere cambiar su imagen beligerante. Una diputada recordaba que la presidenta ya este verano ha tenido un perfil bajo, sin apenas apariciones p¨²blicas, lo que puede interpretarse, incluso en clave interna del partido, como que quiere dejar de ser la l¨ªder guerrera que la enfrent¨® a Mariano Rajoy. Otra tesis compatible con esta ¨²ltima es que, a dos a?os de las elecciones, es hora de cambiar de actitud para figurar como una candidata juiciosa y moderada. Sobre todo en un a?o cr¨ªtico para ella, con la econom¨ªa desbandada y las acusaciones de corrupci¨®n y espionaje.

No puede decirse lo mismo del portavoz popular, David P¨¦rez, que ejerci¨® el papel de duro, aunque en su discurso qued¨® claro que a ¨¦l lo que le gustar¨ªa es estar en el Congreso, para arremeter contra el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana arrancaba la sesi¨®n Gregorio Gordo, coordinador general de IU, que ocup¨® el lugar de la portavoz, In¨¦s Saban¨¦s, y dej¨® epatadas a las filas populares, que se sonre¨ªan, al saludar a los invitados de la tribuna con el tratamiento de "compa?ero".

Era su primer debate del estado de la regi¨®n como portavoz del grupo y se not¨® que a ¨¦l le bastaba con no meter la pata. Su discurso fue correcto, pero sin alharacas. Y su postura, equidistante. No quer¨ªa casarse con nadie y acus¨® a los otros dos grupos de "utilizar la Asamblea de Madrid para su particular batalla electoral de gobierno-oposici¨®n en temas pol¨ªticos secundarios e incluso irrelevantes". Su mejor momento fue cuando propuso un pacto contra la corrupci¨®n, rechaz¨® las competiciones para ver "qui¨¦n tiene m¨¢s supuestos indeseables en sus filas" y pidi¨® una ley menos permisiva.

La respuesta de la presidenta a Gordo fue quiz¨¢s la peor intervenci¨®n de Aguirre de toda la ma?ana. Estuvo dispersa, sin los datos delante, como acostumbra, y se enred¨® al intentar acusar a IU de trasnochada. "Digan si quieren nacionalizar los servicios p¨²blicos", espet¨®. Pero Gordo, en la r¨¦plica, fue r¨¢pido y recalc¨® que ya son p¨²blicos. "Salvo que usted diga que lo va a privatizar todo", remach¨®.

La socialista Maru Men¨¦ndez tra¨ªa un discurso que estaba bien armado y cuajado de propuestas -varios pactos de gobierno sobre los que G¨®mez insistir¨¢ el lunes en su reuni¨®n con la presidenta-, pero le fall¨® la voz, la oratoria y no saber aprovecharse de los puntos d¨¦biles de Aguirre. La ¨²nica pregunta sobre el caso G¨¹rtel la hizo al final de su r¨¦plica y ni siquiera reproch¨® a la presidenta -aunque lo haya hecho en otras sesiones- que cerrara la comisi¨®n de los esp¨ªas dando un portazo. El debate econ¨®mico lo ten¨ªa perdido al tolerar a Aguirre que le sacara los colores por la actuaci¨®n del Gobierno de Zapatero. "Mi intervenci¨®n no caer¨¢ en la tentaci¨®n, que es grande, de sacar r¨¦dito pol¨ªtico de sus desmanes, de sus esc¨¢ndalos, de sus desprop¨®sitos de Gobierno, ni tampoco perseguir¨¢ ejercer como estandarte en la defensa de las importantes pol¨ªticas del Gobierno de Zapatero", anunci¨® al comenzar su turno. L¨¢stima, porque cuando ten¨ªa todas las papeletas para ganar el debate, Men¨¦ndez se arrug¨® y no supo machacar a su adversaria. Y Aguirre se salv¨®.