"Ya es hora de dejar de pelearnos con nuestro cine"
Aunque para llegar uno tenga que saltar y sortear miles de zanjas y tambi¨¦n soportar los atronadores golpeteos de las obras en el centro de Madrid, Ricardo Dar¨ªn (Buenos Aires, 1957) no duda en proponer un restaurante argentino, a escasos metros de la Gran V¨ªa, para un encuentro que finalmente es a tres. La sorpresa no pod¨ªa ser m¨¢s agradable. Conocer al actor argentino en presencia de su mujer, Florencia Bas, resultona y encantadora, es un lujo.
Y lujo es, como ¨¦l mismo presume, su doble presencia en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, que comienza ma?ana. Dar¨ªn participar¨¢ como protagonista en dos pel¨ªculas en la secci¨®n oficial: El baile de la victoria, dirigida por Fernando Trueba, que se proyecta fuera de concurso, y El secreto de sus ojos, su cuarto encuentro cinematogr¨¢fico con el realizador Juan Jos¨¦ Campanella. "Tendr¨¦ que dividir mi cabeza y mi coraz¨®n en dos pel¨ªculas que adoro. Es un honor y un orgullo representar a dos cinematograf¨ªas como la argentina y la espa?ola en un festival como el de San Sebasti¨¢n, con la ventaja de que son muy diferentes. Tengo mucha fe en las dos. Ya es hora de dejar de pelearnos con nuestro cine. Debemos de ser muy exigentes con nosotros mismos, pero sin olvidar la comprensi¨®n", asegura el actor, que busca siempre la mirada y la aprobaci¨®n de Florencia Bas.
El actor argentino hace doblete con dos pel¨ªculas en San Sebasti¨¢n
La pareja es la encargada de elegir el men¨². Su esposa se decanta por la entra?a -"bien limpita", dice- y la ensalada. Dar¨ªn propone el "choricito" fileteado y unas mollejas "bien doraditas", aunque de entrada ha optado por "una ca?ita redentora". Un men¨² a compartir, bien alejado de la comida vegetariana, por la que su hija de 16 a?os se ha decantado desde hace unos meses. "Argentina y vegetariana, mira que contradicci¨®n".
El secreto de sus ojos indaga en la memoria, no s¨®lo en la de la temible dictadura argentina, sino en c¨®mo se fue gestando ese horror. "S¨®lo la visi¨®n de nuestro pasado nos ense?a d¨®nde estamos ahora. La vida siempre te alcanza. Hay que revisar no s¨®lo los a?os de la dictadura, sino todas las cosas que la fueron provocando, sin olvidar todos los intereses creados a su alrededor", dice el actor, mientras prueba el vino de la copa de su mujer.
Si a Campanella lo conoce desde hace a?os -"trabajar con ¨¦l es una fiesta, grita, llora, adora a los actores"-, a Trueba lo ha descubierto ahora. "Hemos discutido mucho en el rodaje, incluso nos ha costado en ocasiones ponernos de acuerdo, pero ahora, una vez vista la pel¨ªcula, me rindo a la evidencia: el que ten¨ªa raz¨®n era ¨¦l", confiesa.
Busca siempre el riesgo -"la comodidad nunca es creativa"- y tener las cosas bien claras, que no le enga?en, saber con lo que se va a encontrar, y desde ah¨ª buscar la improvisaci¨®n. Su estreno en la direcci¨®n con La se?al no tiene de momento continuidad, pero la tendr¨¢. Le ha picado el gusanillo. Sabe que volver¨¢ a dirigir, aunque de momento no se atosiga con fechas. "Soy muy afortunado y la prueba est¨¢ aqu¨ª a mi lado, se llama Florencia".
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