Una f¨¢bula llena de sombras
El grupo de danza Pilobolus estrena en Madrid su espect¨¢culo 'Shadowland'
Danza, teatro, circo, f¨¢bulas y sombras. Esta extra?a mezcla sirve de inspiraci¨®n al nuevo espect¨¢culo de la compa?¨ªa Pilobolus, que ha elegido Madrid para el estreno absoluto de Shadowland (esta noche a las 22.30 en el teatro Nuevo Apolo). En su nueva creaci¨®n reina la oscuridad, los pasajes on¨ªricos y la danza contempor¨¢nea.
Como en muchos cuentos, todo comienza con un sue?o. Un camis¨®n suspendido en el aire, sutiles movimientos y unas carreras coreografiadas en el aire muestran el descanso de una joven que, de repente, se ve precipitada a un mundo de pesadilla. Convocada por una extra?a magia, la protagonista queda atrapada en un universo de sombras y a partir de ah¨ª, emulando a una curiosa Alicia o a una atrevida Dorothy, comienza un viaje inici¨¢tico hacia la madurez. "Todo tiene un aire de cuento, pero de un cuento perverso. Quer¨ªamos llegar a ese lenguaje mitol¨®gico", explica Itamar Kubovy, director ejecutivo de Pilobolus y uno de los creadores del espect¨¢culo que durante tres semanas se representar¨¢ en Madrid.
La inocencia inicial deja paso a coreograf¨ªas m¨¢s er¨®ticas y adultas
La compa?¨ªa, fundada en Estados Unidos en 1971, se dej¨® seducir por el mundo de la penumbra hace dos a?os cuando les encargaron la apertura de la gala de los Oscar y elaboraron un espect¨¢culo imitando las siluetas de las pel¨ªculas nominadas. Ante el ¨¦xito del montaje, les llegaron varios encargos para publicidad (un anuncio de Volkswagen y otro de BBVA) y desde entonces investigan la combinaci¨®n de sombra y danza. Los nueve bailarines que forman el elenco realizaban actuaciones puntuales sin palabras, pero elaborar una historia completa usando s¨®lo sus cuerpos representaba un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. A comienzos del verano estrenaron Dogit en Nueva York, una historia corta sobre una joven que durante una pesadilla se transforma en perro. Ese fue el origen de Shadowland. "Era un reto contar una historia usando ¨²nicamente el baile. Quer¨ªamos combinarlo con las sombras como alegor¨ªa del conocimiento: cuando iluminamos lo desconocido, lo primero que ves son siluetas a media luz", comenta excitado Kubovy despu¨¦s del primer ensayo general.
Para realizar esa transici¨®n del lenguaje oral a la comunicaci¨®n a trav¨¦s del f¨ªsico, la compa?¨ªa contact¨® con Steve Banks, guionista de Bob Esponja (una aclamada serie de dibujos animados). La conexi¨®n fue perfecta. Y la presentaci¨®n de esta noche en la capital, la conclusi¨®n de cuatro meses de trabajo intensivo. Kubovy no duda que "Madrid es el sitio perfecto para mostrar la obra porque es progresista, multicultural y una puerta a Europa".
A pesar de sus gui?os infantiles, a medida que avanza la obra se va haciendo m¨¢s compleja y cruel. Las inocentes persecuciones iniciales dejan paso a escenas m¨¢s er¨®ticas -desde un tr¨ªo hasta una emperatriz dominadora semidesnuda- o a referencias existenciales con la intervenci¨®n de un creador y una creadora (?dios y diosa?). Al son de la m¨²sica compuesta por David Poe las coreograf¨ªas tambi¨¦n se vuelven m¨¢s elaboradas y los bailarines, con un control absoluto de los movimientos, dejan ver la influencia de creadoras contempor¨¢neas como Pina Bausch o Martha Graham.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.