Los 13 escudos de Carlos III

Todav¨ªa se encuentran tesoros enterrados. En C¨®rdoba acaban de descubrir uno. Pero, a diferencia de las leyendas y las novelas, no hab¨ªa ning¨²n mapa en el que una equis marcase el lugar. Ha sido una excavaci¨®n arqueol¨®gica, de las que se llevan a cabo en los alrededores de la Puerta del Puente Romano, en pleno casco hist¨®rico de la ciudad, la que ha permitido hallar 13 monedas de oro (escudos) de ¨¦poca de Carlos III, fechados entre 1776 y 1801. Las monedas se encontraban enterradas bajo una capa de cal y han permanecido en perfecto estado de conservaci¨®n durante estos dos siglos.

El tesoro ha visto la luz cuando los arque¨®logos, que trabajan gracias al convenio firmado entre la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) y la Universidad de C¨®rdoba (UCO), se encontraban estudiando los estratos que han dejado a la luz las obras de un nuevo colector, que pasa por el exterior de la antigua muralla. "En el sondeo n¨²mero cuatro hemos hecho el hallazgo", recordaba ayer Enrique Le¨®n, director de la intervenci¨®n arqueol¨®gica. "En ese lugar se encontraba una rampa de acceso que iba desde la Puerta del Puente al embarcadero, tambi¨¦n conocido como arrecife", contin¨²a. Justo all¨ª aparecieron las 13 monedas, depositadas juntas, sin continente alguno que las encerrase. "Pero est¨¢ claro que las pusieron all¨ª de manera intencionada", zanja el arque¨®logo.

Un arque¨®logo cree que pudieron ser escondidas por la invasi¨®n francesa

Y ah¨ª viene la segunda parte de la historia. ?Por qu¨¦ enterrar junto al r¨ªo 13 monedas de oro? "Por las fechas en las que nos movemos, podemos pensar que, ante la llegada de las tropas napole¨®nicas francesas del general Dupont, que saquearon la ciudad en julio 1808, esta persona decidiese esconder las monedas antes de que se las robasen", explica Enrique Le¨®n.

"Creemos que la idea de esconder las monedas de los invasores franceses es una teor¨ªa factible y l¨®gica. Pero nos sorprende el lugar por el que se opt¨® para esconder el dinero, pues ese espacio era usado como vertedero de desechos org¨¢nicos y de obra. Adem¨¢s, muy cerca de all¨ª, dentro de las murallas, hab¨ªa mucha presencia de gente, por los comercios y tabernas que exist¨ªan". El continuo aporte de tierra y basura, unido a lo concurrido del sitio, pudo hacer que la localizaci¨®n posterior del tesoro fuese casi imposible. "Lo cierto es que nunca se volvi¨® a recoger", zanja el cient¨ªfico. ?Las razones? Por el momento, cada cual deber¨¢ usar su imaginaci¨®n.