El debate sobre el reparto de poder en el FMI se encona

"Hay un imperativo pol¨ªtico y moral para afrontar ya la reforma del FMI". El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, lanz¨® su proclama en la asamblea general de la ONU, el pasado mi¨¦rcoles. El Fondo, uno de los claros ganadores de esta crisis, ha recuperado legitimidad y recursos financieros gracias a las cumbres del G-20. Y hay acuerdo en que los pa¨ªses emergentes deben aumentar su representaci¨®n en los ¨®rganos de poder. Pero la cuesti¨®n embarra cuando se discute qui¨¦n debe ceder votos. El conflicto ha resucitado y sit¨²a en posiciones opuestas a EE UU y Europa.

Estados Unidos ha asumido buena parte de las exigencias de las principales econom¨ªas emergentes al plantear que se les ceda "al menos un 5%" de los derechos de voto. China, India, Rusia y Brasil exigieron hace un mes que esa cesi¨®n llegue al 7% para fijar un reparto paritario del poder entre las econom¨ªas avanzadas y el resto del mundo. Para EE UU sale gratis: son los pa¨ªses europeos los que tienen una representaci¨®n superior a su peso econ¨®mico. Adem¨¢s, el Gobierno estadounidense abandera que el comit¨¦ ejecutivo pase de 24 a 20 miembros, una reducci¨®n que se har¨ªa a costa de Reino Unido y Francia. Seg¨²n inform¨® ayer el diario Financial Times, ambos gobiernos rechazan los planes estadounidenses.

Los pa¨ªses europeos esgrimen que el FMI acaba de cerrar una reforma (aprobada en 2008), que ya supuso una cesi¨®n de derechos de voto a China y Brasil. Y ponen sobre la mesa que EE UU, con un 17% de los votos, a¨²n mantiene el poder de veto sobre las principales decisiones del Fondo. Pero los emergentes no aflojan la presi¨®n y recuerdan que acudieron con prestancia al requerimiento del FMI para aumentar sus recursos, al comprometer m¨¢s de 50.000 millones en la primera emisi¨®n de bonos del organismo.

El conflicto amenaza con dar al traste con la decisi¨®n compartida de elevar las competencias del FMI. EE UU propone darle un "papel significativo" en juzgar si las decisiones de los gobiernos son coherentes con el fin de lograr un crecimiento m¨¢s equilibrado.