El Palau no ten¨ªa rumbo musical

Esta noche, el escenario del Palau de la M¨²sica estar¨¢ ocupado por ?pera y Flamenco, un espect¨¢culo destinado a los turistas que organiza una empresa privada en este y en otro teatro barcelon¨¦s. No es extra?o porque el Palau, antes que nada, es un gran contenedor que b¨¢sicamente alquila sus espacios a diferentes promotoras que organizan all¨ª sus ciclos y conciertos. Tambi¨¦n tiene su propia programaci¨®n, aunque en general se nutre de lo que ofrecen los promotores.

Y es que, pese a los muchos reconocimientos que cosech¨® F¨¨lix Millet por "su aportaci¨®n cultural" a la ciudad, mucha "aportaci¨®n" no realizaba. Es m¨¢s, todos los promotores consultados coinciden en se?alar que ni siquiera iba a los conciertos y alguno se atreve a dudar de que realmente le gustara la m¨²sica. Ellos no lo ve¨ªan nunca en su palco, ni en los conciertos que organizaba la Fundaci¨®n Orfe¨®- creada en 1990 para poner en marcha varios ciclos propios, el m¨¢s selecto de los cuales es Palau100- ni en los que montaban otros.

Esta falta de rumbo musical del Palau era algo sabido y, en algunos casos, criticado. Con todo, no ha sido hasta ahora cuando se ha empezado a echar en falta una mayor coherencia en la gesti¨®n del auditorio modernista. La exigencia de "una direcci¨®n art¨ªstica profesional", capaz de llevar las riendas del Palau con vocaci¨®n de servicio a la m¨²sica y la cultura del pa¨ªs es, precisamente, el punto clave del Manifiesto por el Palau de la M¨²sica Catalana que lanzar¨¢n esta semana un grupo de asociaciones, compositores, int¨¦rpretes y music¨®logos entre los que figuran, por ejemplo, Xavier Benguerel, Carles Guinovart, Jordi Cervell¨® y Joan Albert Amarg¨®s. Critican que la inversi¨®n en arquitectura no se haya correspondido con la dedicada al aspecto musical.

"Lo que hace falta es una gesti¨®n m¨¢s profesional de la que hab¨ªa", explica Alberto Sanju¨¢n, gerente de la Orquestra Simf¨°nica del Vall¨¨s que desde hace una d¨¦cada protagoniza un ciclo en el Palau en coproducci¨®n con la Fundaci¨®n Orfe¨®. Para Tito Ramoneda, responsable de The Project -promotora que organiza una veintena de conciertos anuales en el Palau, entre ellos el festival de jazz y el de guitarra- no est¨¢ claro que esta profesionalizaci¨®n y mejora de la gesti¨®n tenga que pasar por la figura de un director art¨ªstico. "Hist¨®ricamente el Palau ha sido un espacio en el que los privados hemos podido hacer nuestras actividades y si empieza a programar habr¨¢ que ver c¨®mo se articula", comenta. "Lo de menos es si hay director art¨ªstico, sino que no haya contraprogramaci¨®n ni se interfiera en la iniciativa privada", comenta Laura G¨®mez, de Promoconcert, que afirma que sus relaciones con el Palau, "siempre fueron muy malas". Esta empresa organiza m¨¢s de 20 conciertos al a?o y su contacto se limita a alquilar la sala, "algo que era complicado porque daban prioridad a otras empresas de menor calidad a la hora de elegir las fechas".

Lo cierto es que en el ¨¢mbito de la m¨²sica cl¨¢sica el propio Palau s¨ª que tiene programaci¨®n propia en varios ciclos. Alfonso Aij¨®n, responsable de Iberm¨²sica, la principal suministradora de orquestas y concierto de Palau 100, reconoce que la selecci¨®n la hac¨ªa el mismo Jordi Montull con el curioso sistema de mirar los precios de las orquestas y poner "un poco de todo" para que el ciclo quedara apa?adito.

La actual direcci¨®n del Palau tiene previsto cambiar el rumbo, aunque se esperar¨¢ a que acabe la auditor¨ªa y se aclaren las cuentas antes de plantear su propuesta de reorganizaci¨®n.