El PP aprieta a Camps para que reaccione ante el esc¨¢ndalo G¨¹rtel

Hace tres meses, en plena crisis por el esc¨¢ndalo de Luis B¨¢rcenas, ex tesorero del PP, Mariano Rajoy decidi¨® no mojarse y enviar a Dolores de Cospedal, su secretaria general, a empujarle para que dimitiera. No lo logr¨®. Ayer, de nuevo, se repiti¨® la estrategia marianista, esta vez en un asunto a¨²n m¨¢s delicado: convencer a Francisco Camps de que tiene que hacer algo para tapar la sangr¨ªa de imagen que est¨¢ provocando el caso G¨¹rtel. Cospedal le llam¨®, y la conversaci¨®n fue tensa, seg¨²n diversas fuentes. Ella, sin reclamar expresamente dimisiones, le pidi¨® "contundencia". Pero, al igual que sucedi¨® con B¨¢rcenas, tampoco le convenci¨®. Camps est¨¢ enrocado.

Ante la evidencia de que por las buenas no lograba nada, Cospedal opt¨® por las malas. Y las malas, casi siempre en pol¨ªtica, son a trav¨¦s de la prensa. Pocas horas despu¨¦s de que Rajoy mostrara en Punto Radio que no piensa seguir tan a ciegas a Camps como hizo con el caso de los trajes -"creo que deber¨ªan hacer un esfuerzo por explicarlo mejor para que no haya ninguna duda", dijo- Cospedal lanzo un mensaje clar¨ªsimo en la rueda de prensa en la sede de la calle G¨¦nova: "Estamos convencidos de que el PP de Valencia actuar¨¢ convenientemente". Era la frase pactada, para meter presi¨®n y dejar la responsabilidad en manos de Camps.

Costa no se plantea marcharse; algunas fuentes hablan de destituir a Rambla

Mientras G¨¦nova ya no habla de montaje, Valencia denuncia a los polic¨ªas

Pero tras ocho preguntas, fue un poco m¨¢s all¨¢ y solt¨® algo muy parecido a lo que le hab¨ªa dicho en privado al presidente valenciano. "?Actuaci¨®n conveniente es forzar ceses?", le preguntaron. "Lo conveniente es que el PP pueda actuar de manera libre y contundente. Queremos que se sienta apoyado para que pueda hacer lo que tiene que hacer".

Todo el partido interpret¨® que G¨¦nova estaba pidiendo dimisiones. Se habla de Ricardo Costa, que aparece en las conversaciones, pero tambi¨¦n de Vicente Rambla, vicepresidente y responsable de hablar con los empresarios que supuestamente habr¨ªan financiado ilegalmente al PP.

Los dos se resisten a dimitir. Varios dirigentes comentan en privado que la negativa de Costa es razonable, puesto que a nadie se le escapa que era el propio Camps y su esposa quienes manten¨ªan una estrecha amistad con ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, y fue el presidente quien le ayud¨® a instalarse en Valencia despu¨¦s de que G¨¦nova rompiera con ¨¦l en 2004. Desde que lleg¨® El Bigotes, mucho antes de que Costa fuera secretario general -lleg¨® en 2007-, obtuvo todos los contratos del PP -al menos 2,7 millones de euros- y algunos muy jugosos de la Generalitat -al menos 7 millones-.

En una reuni¨®n de maitines dominada por este asunto, fue Cospedal la que m¨¢s claramente se mostr¨® a favor de presionar a Camps, seg¨²n fuentes del PP. Ella es una de los pocos miembros de la c¨²pula que no est¨¢ manchada por G¨¹rtel ya que no estaba en la estructura de G¨¦nova cuando Correa lo hac¨ªa casi todo en el PP.

La distancia, que no ruptura, entre G¨¦nova y Valencia se hizo evidente. Mientras Cospedal rechazaba la palabra "montaje" para referirse al informe, los valencianos denunciaban a los polic¨ªas. El entorno de Rajoy ha intentado convencerle de que el informe lo ha hecho una brigada muy profesionalizada. De momento G¨¦nova aparca la estrategia inicial, que consist¨ªa en buscar a los autores del texto para tratar de demostrar motivaciones esp¨²reas. La contundencia de las pruebas y el goteo de informaciones parece haber convencido al l¨ªder para distanciarse poco a poco de la estrategia de Camps.

Sin embargo, el mensaje era tan claro que, ante la gravedad del encontronazo entre Valencia y Madrid, durante toda la tarde hubo conversaciones cruzadas para buscar un punto de encuentro. Y a ¨²ltima hora, el PP valenciano emiti¨® un comunicado en el que se?ala que ya ha tomado esas "medidas pertinentes": proponer una comisi¨®n de investigaci¨®n en la que se investiguen las cuentas del PP y del PSOE y que comparezca Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ministro del Interior; denunciar a los polic¨ªas -lo contrario de lo que ped¨ªa G¨¦nova- y abrir sus cuentas -las de dinero A- a una auditor¨ªa internacional.

La piedra, sin embargo, ya estaba tirada y Cospedal no escondi¨® la mano. Tras este cambio de tono est¨¢, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n, la convicci¨®n de que el asunto acabar¨¢ en manos de los tribunales y habr¨¢ imputados, por lo que no ofrecer dimisiones s¨®lo es retrasar la agon¨ªa. Adem¨¢s, las encuestas que tiene Rajoy son buenas, y quiere cerrar el caso G¨¹rtel cuanto antes para concentrarse en lo que llama "construir la alternativa". Camps, sin embargo, no quiere hacer nada hasta que haya una decisi¨®n judicial. Y Rajoy, que siempre prefiere evitar las guerras, no puede obligarle, ya que fue su gran apoyo en la guerra interna de 2008.

Mientras, Camps trat¨® de aislarse de la olla a presi¨®n en la que se ha convertido su partido para intentar concentrarse en el debate de pol¨ªtica general que hoy tendr¨¢ lugar en las Cortes Valencianas, al que acude en su momento de mayor debilidad. Hasta ahora, la estrategia de la resistencia funcion¨®. G¨¦nova cree que ya no da m¨¢s de s¨ª, pero hoy el presidente valenciano tratar¨¢ de demostrar que a¨²n es posible dar por buena la idea de que resistir es ganar.