Gobernar es decidir

Determinaci¨®n, ambici¨®n, sensibilidad y responsabilidad. Esos son los principios que han guiado al Gobierno para afrontar la mayor crisis econ¨®mica internacional de los ¨²ltimos sesenta a?os.

- Determinaci¨®n. Porque desde el minuto uno el Presidente del Gobierno, consciente de que para afrontar una crisis financiera internacional era necesario participar de forma activa en la respuesta mundial, ha apostado por estar en el G-20. Y lo ha conseguido. Espa?a ha consolidado su posici¨®n en los centros mundiales de decisi¨®n, una conquista que no tendr¨¢ marcha atr¨¢s.

- Ambici¨®n. La crisis financiera no s¨®lo atraves¨® las fronteras de los pa¨ªses, sino que se extendi¨® a todos los sectores de la econom¨ªa, deprimiendo la inversi¨®n privada por la ca¨ªda de las expectativas y la restricci¨®n del cr¨¦dito. Ante esta situaci¨®n el Gobierno de Espa?a activ¨® un potente paquete de medidas de est¨ªmulo para incrementar la liquidez de las empresas y personas e impulsar la inversi¨®n p¨²blica en todos los rincones del pa¨ªs, con, entre otros, el fondo local.

Se debe reforzar el Estado de bienestar para evitar una crisis social

- Sensibilidad. El Gobierno considera que se debe de reforzar el Estado de bienestar para que la crisis econ¨®mica no derive en una crisis social. Por eso hemos reforzado la protecci¨®n a quien pierde un empleo y ya no cobra prestaci¨®n, seguimos subiendo las pensiones m¨¢s humildes, el salario m¨ªnimo o la ayuda a la dependencia...

- Responsabilidad. No es otra cosa que reconocer que Espa?a no puede crecer de la misma forma que crec¨ªa antes. Que hay que renovar los pilares sobre los que se sustenta nuestro crecimiento. Heredamos una econom¨ªa con apariencia saludable, pero que ten¨ªa un colesterol muy alto. Ese colesterol no es otro que el excesivo peso de la construcci¨®n residencial. Por eso la estrategia iniciada desde la llegada al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, de cambiar nuestro modelo de crecimiento, es ahora ya, no una cuesti¨®n de voluntad pol¨ªtica, sino una urgencia nacional en la que vamos a involucrar a todas las instituciones y agentes sociales.

En esta hoja de ruta se inscriben los pr¨®ximos presupuestos. El gobierno decide que en esta crisis, el Estado debe de fortalecer sus resortes, tanto para garantizar protecci¨®n a quien m¨¢s lo necesita, como para consolidar la capitalizaci¨®n del pa¨ªs y el efecto arrastre de la inversi¨®n p¨²blica no se detenga.

El Gobierno lo decide y lo dice, anunciando medidas que no son f¨¢ciles, pero s¨ª necesarias, como recuperar parte de la presi¨®n fiscal que hemos bajado en la anterior legislatura. Una presi¨®n fiscal notablemente inferior a la de nuestros vecinos europeos y sobre la que tendr¨¢n que hacer una contribuci¨®n adicional aquellos contribuyentes que obtengan m¨¢s rentas de capital, pagando por sus plusval¨ªas y rendimientos un 21%, frente al 15% que pagaban durante los gobiernos del Partido Popular.

En lo que afecta a la redistribuci¨®n de la carga fiscal, es importante se?alar que es sobre todo la pol¨ªtica de gasto la que define la redistribuci¨®n de la riqueza y de las oportunidades de los ciudadanos. En este sentido, la pol¨ªtica fiscal es claramente redistributiva al destinar m¨¢s de la mitad de los Presupuestos Generales del Estado al Gasto social.

Y los espa?oles seguir¨¢n pagando menos impuestos que cuando llegamos al gobierno porque hemos sido rigurosos en las cuentas p¨²blicas en tiempos de bonanza y tenemos margen para acudir al endeudamiento. Endeudamiento que en el caso de algunas empresas ha sido excesivo en el pasado y sobre el que no se o¨ªan las advertencias que ahora surgen cuando es el Estado el que acude a ¨¦l para reactivar la econom¨ªa.

Y en esta estrategia de impulso a la inversi¨®n, de cambio de modelo de crecimiento, el Ministerio de Fomento representa un instrumento decisivo.

Elegimos mantener el nivel de inversi¨®n p¨²blica y recortar en m¨¢s de un 8% nuestro gasto corriente. Elegimos que no podemos privar a Espa?a de tener uno de los mejores sistemas de transporte del mundo. Un sistema que pivota sobre el tren de alta velocidad y que vertebra el territorio de norte a sur, de este a oeste. Para que cada punto del pa¨ªs sea centro y no periferia desde el punto de vista de las comunicaciones. Para avanzar en la cohesi¨®n social y la cohesi¨®n territorial, columna vertebral de nuestro proyecto pol¨ªtico.

Invertimos para facilitar al m¨¢ximo los intercambios comerciales de nuestras empresas, para extender las oportunidades de todos los ciudadanos vivan donde vivan. Con una apuesta decidida por la intermodalidad en el transporte de mercanc¨ªas, donde el ferrocarril ganar¨¢ protagonismo. Y haciendo de la red de cercan¨ªas la forma m¨¢s atractiva y sostenible para desplazarse en las grandes ¨¢reas metropolitanas. E invertimos para que nuestras necesidades de movilidad sean compatibles con el obligado respeto al medio ambiente y la firme lucha contra la gran amenaza del siglo: el cambio clim¨¢tico.

Esa es nuestra elecci¨®n. Elegir invertir para que la obra p¨²blica siga siendo una barrera de contenci¨®n frente a la cara m¨¢s cruda de la crisis, el desempleo y para que las generaciones de hoy y tambi¨¦n las de ma?ana tengan un pa¨ªs con las mejores infraestructuras. Un pa¨ªs moderno y equipado que no tuvieron las generaciones de ayer.

S¨ª, gobernar es elegir y esta es nuestra apuesta, clara, firme y decidida. Una apuesta que a d¨ªa de hoy sigue sin contar con una alternativa visible en el principal partido de la oposici¨®n.

Jos¨¦ Blanco es ministro de Fomento.