F¨²tbol shakespeariano

A?os setenta. Inglaterra. El Leeds United domina desde hace una d¨¦cada la Liga de f¨²tbol. Mientras, el Derby County acelera desde la Segunda Divisi¨®n hasta los puestos delanteros de la m¨¢xima categor¨ªa. Ambos equipos son entrenados por dos personalidades de apariencia dispar, m¨¦todos antag¨®nicos y odios irreconciliables: Don Revie y Brian Clough. Cuando el primero decide aceptar una oferta para entrenar a la selecci¨®n nacional, el segundo asciende desde el modesto Derby hasta la c¨²spide del Leeds. "Simplemente f¨²tbol", dir¨¢n muchos. "Terreno para una gran historia, para una gran pel¨ªcula", dir¨¢n otros. Es The damned united, basada en una novela de David Peace, adaptada por el prestigioso dramaturgo Peter Morgan.

Son tiempos de jugadores con melenas y patillas, de campos embarrados, de juego entre lo impulsivo y lo pedestre. Pero Morgan convierte un deporte, una pasi¨®n, una religi¨®n, en una obra casi shakespeariana sobre lealtades, egos, abdicaciones, herencias y contubernios. Como en la excelente El desaf¨ªo. Frost contra Nixon (obra teatral y pel¨ªcula), Morgan basa su cl¨ªmax en una llamada telef¨®nica entre adversarios, donde uno de ellos parece rebajarse por el peso de la responsabilidad. Al tiempo, Tom Hooper, el director, tira de objetivos en gran angular para captar hasta el ¨²ltimo recodo de los diminutos vestuarios, su olor, su sonido. De modo que The damned United, estrenada de tapadillo, acaba conform¨¢ndose como un gran acontecimiento para las habitualmente tortuosas relaciones entre cine y f¨²tbol.