El Atl¨¦tico se levanta
Los rojiblancos recuperan cr¨¦dito ante el Zaragoza con un Jurado estelar
El Atl¨¦tico recuper¨® la sonrisa y se levant¨® de la lona con un trabajad¨ªsimo triunfo sobre un Zaragoza m¨¢s que decente. Lo hizo gracias a la actuaci¨®n de su portero, un De Gea que, a d¨ªa de hoy, vive en los altares; de un Jurado que llev¨® al equipo de la mano y le puso a volar y de un Forl¨¢n que, aun sin marcar, sembr¨® el p¨¢nico en la defensa del Zaragoza. Gan¨® el Atl¨¦tico su primer partido desde agosto, tras siete fracasos, y recobr¨® buena parte de su cr¨¦dito adem¨¢s de lavar una imagen que daba pavor.
Deslumbrante fue el inicio del Atl¨¦tico, que sali¨® como un hurac¨¢n. Ni dos minutos se llevaban cuando Forl¨¢n intent¨® un disparo imposible, al menos imposible para otros, desde el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea. El bal¨®n rebot¨® en Sim?o y qued¨® suelto a los pies de Jurado, otro iluminado, que lo coloc¨® pegado al poste izquierdo de Carrizo. Ni dos minutos se llevaban y el Atl¨¦tico parec¨ªa en condiciones de espantar al ej¨¦rcito de fantasmas que viene acompa?¨¢ndole. Se manejaba el equipo, al dictado de Jurado, con una solvencia y una rapidez desconocidas. Hubo, por ejemplo, un jugador que, sin soluci¨®n de continuidad, encaden¨® un taconazo, un pase de 30 metros y un dur¨ªsimo disparo a un metro de la escuadra. ?Schuster, quiz¨¢? No. Cleber Santana. Y qu¨¦ decir de Sim?o, que progres¨® por la izquierda, el bal¨®n cosido al pie, invisible para uno, dos, tres rivales, visible como se hizo a pies de Carrizo, que se lo birl¨® en el piso.
ATL?TICO 2 - ZARAGOZA 1
Atl¨¦tico: De Gea; Ujfalusi, Perea, Juanito, Antonio L¨®pez; Cleber, Assun??o, Sim?o (Maxi, m. 67); Jurado; Forl¨¢n (Sinama, m. 89) y Ag¨¹ero (Reyes, m. 70). No utilizados: Joel; Valera, Pablo y Rub¨¦n.
Zaragoza: Carrizo; Pulido, Pav¨®n, Ayala, Peredes; Ponzio, Gabi (Ewerthon, m. 55); Jorge L¨®pez, Abel Aguilar (Pennant, m. 67), Babic (Lafita, m. 36); y Arizmendi. No utilizados: L. Vallejo; P. Amo, Borque y Songo'o.
Goles: 1-0. M. 2. Jurado. 2-0. M. 66. Antonio L¨®pez. 2-1. M. 70. Ewerthon, de penalti.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Amonest¨® a Ponzio, Juanito, De Gea, Cleber, A. Aguilar, Paredes, Ujfalusi y Assun??o.
Unos 45.000 espectadores en el Calder¨®n.
Estaba irreconocible el Atl¨¦tico, que, sin embargo, corr¨ªa un inmenso riesgo con la defensa adelantada y apostando sin recato al fuera de juego. Pod¨ªa ocurrir que gente h¨¢bil como Abel Aguilar o Jorge L¨®pez, el mejor del Zaragoza de largo, encontraran el hueco, la espalda del central, la v¨ªa de escape. Y as¨ª ocurri¨®. Arizmendi se present¨® solo ante De Gea y el chico le derrib¨® sin disimulo. Era el minuto 20. Crujir de dientes en el Calder¨®n. Un reci¨¦n llegado a la mayor¨ªa de edad bajo los palos y Babic y el infierno ante ¨¦l. A la izquierda del portero envi¨® el croata el bal¨®n y all¨ª desplaz¨® De Gea sus 1,95 metros de estatura, Van der Sar que le llamaban sus socios de las categor¨ªas inferiores, con el Calder¨®n en ¨¦xtasis y sus manos escupiendo el disparo.
No le perdi¨® la cara al partido el Zaragoza, que comenz¨® a imponer su dominio con el Atl¨¦tico achicando agua, sin crear m¨¢s peligro que el que ideaba Forl¨¢n, que comenz¨® de nuevo en el centro del campo (un crimen como cualquier otro) hasta que, qui¨¦n sabe si por iniciativa propia, adelant¨® su posici¨®n no sin antes lanzar un derechazo desde 30 metros de distancia que roz¨® el palo izquierdo.
No cambi¨® el panorama en el segundo acto, con el Zaragoza empujando, con la defensa del Atl¨¦tico y De Gea mostrando su solidez y con Forl¨¢n tirando de su inacabable repertorio. Al bota de oro le dio tiempo, en ocho minutos, a chutar con la zurda a media altura para que Carrizo despejara, a repetir con la derecha rozando el larguero, a intentarlo de nuevo con la diestra, abajo, donde lleg¨® el portero. Y a la exhibici¨®n se apunt¨® Ag¨¹ero. El Kun agarr¨® el bal¨®n, se col¨® entre una tropa de rivales negando la ley de la impenetrabilidad de los cuerpos y cay¨® derribado al borde del ¨¢rea. La falta la lanz¨®, perfecta, Antonio L¨®pez, rasa, pegada al poste derecho, donde no lleg¨® Carrizo. El Atl¨¦tico estaba en el escenario perfecto. Pero acostumbra el equipo a partirse en dos. Y en una de ¨¦sas el bal¨®n lleg¨® hasta la cocina, hasta Arizmendi, que cay¨® en lucha con Ujfalusi. Consider¨® el ¨¢rbitro que aquello era penalti y Ewerthon marc¨®.
Volvi¨® el tembleque al Calder¨®n, que hab¨ªa visto al mejor Atl¨¦tico de la temporada. Como si no. El equipo se achant¨® y ah¨ª tuvo que aparecer De Gea para inventarse la parada de la noche en una falta lanzada con maestr¨ªa por Jorge L¨®pez. Tres minutos, m¨¢s la prolongaci¨®n, quedaban, una eternidad para este equipo, que vive en un mar de l¨¢grimas. Pero que se encomend¨® a Jurado. Y ¨¦ste se doctor¨®. Se adue?¨® del bal¨®n en el tramo final y a¨²n est¨¢ dando gracias el Zaragoza, porque Maxi lleg¨® trastabillado al centro de Reyes, que en esa acci¨®n record¨® a un chico que hace a?os jug¨® en el Sevilla, y porque Carrizo sac¨® un zapatazo de Cleber (?o era Schuster?) que bien pudo doblarle las manos. Ah¨ª muri¨® el partido, con el Atl¨¦tico celebrando un triunfo en el que le iba media vida. Un triunfo sufrido, justo y que demuestra que el equipo puede hacer un f¨²tbol m¨¢s que digno, no el espanto que acostumbraba a ejecutar.
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