'El Pastelero' y 'El Burro' son los nuevos jefes del narcotr¨¢fico

Son los ¨²ltimos por caer de una extensa generaci¨®n de narcotraficantes que hicieron el relevo de los viejos clanes y que, como ellos, han acabado entre rejas. Al menos desde 2006, dos empresarios de la comarca de Arousa, conocidos por los apodos de El Burro y El Pastelero, han conquistado las costas gallegas, por las que han desembarcado enormes alijos. Aunque la polic¨ªa los ha identificado y sabe que disponen de una s¨®lida infraestructura, de momento, apenas tiene datos de c¨®mo y cu¨¢ndo lo hacen.

Ambos se han convertido en dos figuras del tr¨¢fico de coca¨ªna a gran escala en la r¨ªa de Arousa, pero la polic¨ªa a¨²n no ha podido detenerles. Operan con organizaciones independientes y han levantado aut¨¦nticos emporios econ¨®micos para blanquear los ingresos de un negocio que dirigen con absoluta discreci¨®n, contando con leales y eficientes colaboradores. A pesar de que no tiene antecedentes por narcotr¨¢fico, los grupos especiales antidroga han reunido amplios historiales de sus haza?as y operaciones, que han podido conocer a toro pasado. Tambi¨¦n de sus empresas, que est¨¢n en el punto de mira. Las fuentes consultadas en los cuerpos de lucha contra el narcotr¨¢fico admiten que se trata de dos bandas muy herm¨¦ticas, dif¨ªciles de investigar y controlar tanto en sus movimientos como en sus comunicaciones. Estas dificultades han alimentado la leyenda sobre El Pastelero y El Burro, que en estos a?os de ¨¦xitos policiales han aprovechado la algarab¨ªa de las detenciones en cadena de otros famosos personajes para incrementar su actividad.

'El Burro' cen¨® con un narco valenciano la v¨ªspera de su detenci¨®n

Uno de los jefes tiene un modesto establecimiento que despacha dulces

Con su ficha policial rese?ada al detalle y con m¨¢s a?os de experiencia que su contrincante, El Burro es de esos personajes que se abri¨® camino en los negocios a pesar de su reputaci¨®n bajo sospecha. Con una potente estructura financiera, ha sabido diversificar sus inversiones y hoy dirige un holding de empresas vinculadas a diferentes sectores econ¨®micos. La polic¨ªa sospecha que pueda tener intereses en Colombia, un pa¨ªs que conoce a la perfecci¨®n y al que le unen lazos familiares. Aunque su implicaci¨®n en el narcotr¨¢fico se remonta a casi una d¨¦cada, cuando El Burro compart¨ªa la jefatura de la banda con otro miembro de su familia, en los ¨²ltimos a?os se le sit¨²a como m¨¢ximo responsable de una organizaci¨®n que dirige a caballo de sus m¨²ltiples y variados negocios.

La importante detenci¨®n de Rafael Rub¨¦n N¨²?ez Cencerrado, un reputado traficante valenciano especializado en el tr¨¢fico de coca¨ªna a trav¨¦s de contenedores, podr¨ªa situar a los agentes antidroga un poco m¨¢s cerca de El Burro. Ambos cenaron en un restaurante de Vilagarc¨ªa la v¨ªspera de la captura del valenciano, el pasado 24 de septiembre, tras ser intervenido uno de los habituales alijos que mov¨ªa la red a trav¨¦s de los puertos de Valencia, Mar¨ªn y Barcelona.

Tal vez m¨¢s cauto y desconfiado que su colega, El Pastelero supo escoger a sus hombres de confianza, los que dan la cara por ¨¦l para organizar el env¨ªo y el desembarco de los cargamentos, pero algunos son conocidos por sus antecedentes. Este sinuoso personaje cuenta con pisos y coches de seguridad, alejados de su residencia habitual y del negocio que regenta a diario, un modesto establecimiento que despacha dulces.

Aunque la polic¨ªa conoce su doble vida, el paradero de su dinero es todav¨ªa una inc¨®gnita. Se investiga un rastro que podr¨ªa llegar hasta alguna rep¨²blica africana. A su mano derecha se le conoce con el sobrenombre de Costi?as, un avezado traficante que tiene buenos contactos en Colombia desde que operaba con otras organizaciones gallegas. De los desembarcos de esta red se encarga un grupo de Vilanova de Arousa que dirige un personaje al que se le conoce como Charli.

Si en algo se diferencian de los dem¨¢s grupos es por su forma de trabajar. Hacen pocas operaciones, pero mueven grandes cantidades de coca¨ªna y, sobre todo, tratan de correr el m¨ªnimo riesgo para evitar que sean descubiertos. Hasta ahora les ha salido bien. Y procuran no hacer alardes de dinero, al menos en los pueblos donde residen.

Las redadas policiales de 2009 han terminado por eliminar la infraestructura mar¨ªtima necesaria para que las organizaciones puedan recoger los cargamentos en alta mar y luego desembarcarlos en tierra. Desde abril, es evidente el paro de las planeadoras que durante los ¨²ltimos tres a?os se hac¨ªan notar con descaro surcando las r¨ªas.

Aunque este negocio se levanta con facilidad, la polic¨ªa est¨¢ convencida de que les costar¨¢ bastante tiempo y dinero recuperar la flota de lanchas que se han incautado, m¨¢s de 20 en el ¨²ltimo a?o. Adem¨¢s de costosos equipos de navegaci¨®n, los transportistas gallegos y sus c¨®mplices suramericanos han perdido m¨¢s de 1.000 millones de euros en alijos de droga intervenidos s¨®lo desde 2007.

El Grupo de An¨¢lisis de la Polic¨ªa constata que la falta de medios mar¨ªtimos en Galicia ha obligado a algunos lancheros a recurrir a las bandas asentadas en el sur de la Pen¨ªnsula para introducirse en el tr¨¢fico de hach¨ªs. Las empresas que quedan operativas en la r¨ªa de Arousa han elevado el cach¨¦ de sus transportes y piden elevadas cantidades de dinero por desembarcar la coca¨ªna. La polic¨ªa ya ha constatado un repunte en el tr¨¢fico de hach¨ªs en Galicia. La banda que ahora mismo acapara mayor control de este mercado es la que hace unos 15 a?os fundaron Os Lul¨²s, un clan familiar desmantelado en sucesivas redadas pero que han resurgido como transportistas, tambi¨¦n de coca¨ªna.