?Y ahora qu¨¦?
La ilusi¨®n de Madrid 2016 se nos quebr¨® dentro. Pero la tarde del viernes, pendientes de la televisi¨®n en uno de esos espect¨¢culos globales con planteamiento, nudo y desenlace impagables, no nos la quita nadie. Ah¨ª estuvimos, atados a las im¨¢genes, las webs, los twitters y las radios. Empujando con el alma en vilo, cercanos a un sue?o que por un d¨ªa nos hizo olvidar zanjas, atascos, polvo, mosqueos, desvelos, subidas de impuestos criminales para pagar la cuenta y malos rollos entre los pol¨ªticos entregados al navajeo permanente.
Fue un cuento de hadas. Un glorioso d¨ªa de tregua que sabe Dios cu¨¢ndo volver¨¢. Espe le daba al body language y fardaba de franc¨¦s ante el COI con su eterno rival enfrente. Al fin y al cabo, era la ¨²nica de los dirigentes desplazados a Copenhague que domina bien los idiomas. Gallard¨®n le daba coba y la abrazaba como a una suegra en Navidad. Zapatero sonre¨ªa por doquier al tiempo que promet¨ªa balones para los pobres y Rajoy... ?Qu¨¦ co?o hac¨ªa all¨ª Rajoy? ?Ah, ya! Ahora lo tengo: olvidarse por un d¨ªa de Camps and company.
Gallard¨®n es un pol¨ªtico fuera de sitio. En el lugar equivocado, el PP, y el momento err¨®neo
Todos nos dieron una gran jornada. Emotiva, intensa, con risas, euforia y l¨¢grimas. Hubo castigo para el poderoso. Con Obama march¨¢ndose antes de tiempo guardando el rabo entre las piernas y Michele de amarillo. Nos conquist¨® a todos el gran Lula, llorando como un ni?o y engrandeciendo la mediocridad y las frialdades del mundo oficial con frases brillantes, aut¨¦nticas. Como cuando justific¨® su emoci¨®n: "Lloro ahora porque no he tenido la valent¨ªa de hacerlo antes", dec¨ªa. Es justo que R¨ªo de Janeiro se lleve los Juegos y el presidente brasile?o utiliz¨® argumentos incontestables. Aunque s¨®lo sea por premiar los logros de un Gobierno como el de Lula, vale. ?l es el genuino representante de una izquierda latinoamericana y universal coherente, moderna y posible. Alejada del despreciable caudillismo chavista, un fascismo encubierto con palabrer¨ªa insufrible e iconograf¨ªa para subnormales que descuartiza la cr¨ªtica, la oposici¨®n y cualquier atisbo de funcionamiento democr¨¢tico sano. Lo m¨¢s alejado del progresismo que uno se puede echar a la cara.
Pero qu¨¦ bien le hubiesen venido esos Juegos a Madrid, me cago en diez. La ciudad cambiar¨ªa definitivamente. Me gusta eso. Mira si ser¨¦ ingenuo. Pensar que vencer¨ªa esa atracci¨®n permanente y cancer¨ªgena por el caos urban¨ªstico, que doblegar¨ªa definitivamente a su m¨¢s preocupante enemigo interior -el peor casticismo- en ese pulso que mantiene sigilosamente entre el bien y el mal. ?C¨®mo? Proporcion¨¢ndonos un ba?o agradable con espuma de cosmopolitismo definitivo, una limpieza de telara?as mentales, tan da?inas en los cerebros de algunos. Las que se vienen observando desde hace a?os y que tratan de convertirla en el basti¨®n del nacionalismo espa?olista m¨¢s despreciable, simple y revanchista. Ah¨ª est¨¢, al acecho. Hace pocos a?os, se le notaba latente. Ahora resulta escandalosamente evidente. Aunque aqu¨ª, en esta ciudad maravillosa que no pregunta a nadie su procedencia, haya sitio para todo Dios, incluso para los cerriles.
Por eso merecer¨ªa la pena volver a intentarlo. El que resiste, gana. Es mi lema de siempre. Gallard¨®n lo esboz¨® en su discurso tras el drama. "El aut¨¦ntico fracaso es rendirse", dijo. Es cierto. Met¨¢monos en el COI hasta que le den los Juegos a Madrid por hartazgo. No salgamos de sus despachos. Atuf¨¦mosles hasta la extenuaci¨®n. El problema ser¨¢, quiz¨¢, encontrar a alguien que lo lidere. Supongo que ha debido ser un palo duro para el alcalde. Pero debe estar contento. Satisfecho por haber articulado una aut¨¦ntica acci¨®n de Estado. El ejemplo de ese aliento ol¨ªmpico querr¨¢n cobr¨¢rselo los m¨¢s heavys de su partido. Con Espe al frente, por supuesto.
Con esto, lo que ha demostrado Gallard¨®n es ser un pol¨ªtico fuera de sitio. En el lugar equivocado -el PP- y el momento err¨®neo. La derecha de los neocons regionales, los piratas del G¨¹rtel y los nost¨¢lgicos del Aznar m¨¢s pat¨¦tico quedan todav¨ªa a a?os luz de su savoir faire. Alg¨²n d¨ªa tendr¨¢n que coincidir porque andan tocados de liderazgo. La pregunta es la siguiente: ?Qui¨¦n de todos ceder¨¢? ?Lograr¨¢ centrarse y desfanatizarse la derechona para ir al encuentro de Gallard¨®n o ser¨¢ ¨¦ste quien ceda ante los m¨¢s duros? Son las preguntas que nos plantea en el futuro la resaca de este ya difunto Madrid 2016. A ver qui¨¦n gana.
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