Fundaci¨®n Julio Bocca Eleonora Cassano en plena forma
Una oportunidad m¨¢s de reencontrar a la gran artista que es la primera bailarina argentina Eleonora Cassano, muy bien conocida del p¨²blico madrile?o all¨¢ en los tiempos en que era la s¨®lida y habitual pareja esc¨¦nica de Julio Bocca. Ella mantiene su nervio y su fuerza, adem¨¢s de una presencia esc¨¦nica llena de energ¨ªa. Cabe decir aquello de que "el que tuvo, retuvo", y en este caso, entretuvo al tiempo mismo. Cassano, adem¨¢s de los tangos estilizados en cuerda ballet¨ªstica (materia que domina en esencia y estilo), hizo un solo ir¨®nico sobre lo que era otrora su plato fuerte en concierto: la variaci¨®n femenina del pas de deux de Don Quijote, abanico en mano, chocante tut¨² rojo en ristre y la sensaci¨®n despeinada de que pasaba casualmente por all¨ª. Si la core¨®grafa pretend¨ªa poner en solfa al auditorio, lo consigui¨®.
Ballet Argentino
Perfumes. Coreograf¨ªa: Ana Mar¨ªa Stekelman; m¨²sica: Francisco Canaro, Astor Piazzola, Richard Strauss, George Gershwin y otros. Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial. 2 de octubre.
Es este fragmento una boutade que en otra artista ser¨ªa dif¨ªcil de admitir y que da cuerda humor¨ªstica a la sucesi¨®n de n¨²meros, algunos corales y otros en pareja con que la suite, casi siempre cercana al concepto del musical al uso, se desarrolla y encadena; Eleonora borda su chiste y da rienda suelta a sus posibilidades, que a¨²n son muchas. Y eso el escaso p¨²blico, que siempre es sabio, lo entendi¨® y lo aplaudi¨® en consecuencia.
En conjunto Perfumes sabe a poco en el formato de c¨¢mara que se dej¨® ver en San Lorenzo, un coro de apenas ocho int¨¦rpretes, que se esfuerzan por asumir todo el espacio vac¨ªo de un gran escenario, siempre dram¨¢tico en su simb¨®lico inicial, entre ellos Cecilia Figaredo, Ismael Arias y Jonatan Luj¨¢n, este ¨²ltimo responsable y partenaire de un emotivo d¨²o intimista que pone a prueba sus dotes de porteador.
Pero la iron¨ªa y talante virtuoso de la reputada core¨®grafa bonarense est¨¢ torn¨¢ndose repetici¨®n de los recursos formales sobre los que se expresa. Stekelman se maneja con solvencia sobre los c¨®digos tanto vern¨¢culos (ya sea en el caso del tango, como del ballet moderno) y soluciona con los alientos de la evoluci¨®n acrob¨¢tica esos momentos de enervante coda o tutti. Y es que originalmente esta velada iba a tener dos partes, una dedicada al repertorio acad¨¦mico-cl¨¢sico y otra con las fragancias envasadas por Stekelman. Sin explicaciones, la primera parte se suprimi¨® y hubo m¨¢s melod¨ªas de ocasi¨®n.
El final se alarg¨® demasiado, con una repetici¨®n que pretende ser distantemente intelectual del tradicional bolero universal B¨¦same mucho cantado en diferentes idiomas y cuerdas, pero result¨® cansino, casi agobiante.
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