Sarkozy se sumerge en la deuda

La salida de la crisis es el objetivo n¨²mero uno del gabinete de Nicolas Sarkozy. Y casi el ¨²nico. En estos tiempos inciertos, poco m¨¢s puede intentar con una deuda p¨²blica que superar¨¢ este a?o el 77% del PIB y un d¨¦ficit del 8,2% del PIB (141.000 millones de euros) que rebasa los criterios de Maastricht (3%). El presidente de la Rep¨²blica tiene asumido que terminar¨¢ su mandato en 2012 sin haber disfrutado de un margen de maniobra presupuestaria. Pero el pasado mi¨¦rcoles, el mismo d¨ªa que se present¨® su proyecto de Ley de Finanzas (los presupuestos generales del Estado franc¨¦s) para 2010, record¨® que los miembros del G-20 coincidieron en que los Estados no pod¨ªan dejar de sostener el crecimiento. Ese objetivo, con la prioridad en la creaci¨®n de empleo y el incremento de la demanda, lo ha hecho suyo Sarkozy y es la clave de unos presupuestos que, en los tiempos que corren, contienen unas medidas que se pueden calificar, cuando menos, de audaces.

Francia destina 1.000 millones de euros al d¨ªa en financiar su d¨¦ficit

El Estado encara la mayor deuda de su historia. Llegar¨¢ al 90% del PIB en 2012

La estrategia principal, y la m¨¢s pol¨¦mica, se resume en que las empresas paguen menos impuestos para aumentar la competitividad y generar empleo; mientras, el Estado mantiene el gasto para que no se sequen, incluso crezcan, los brotes verdes que ya se ven en Francia. ?Pero qui¨¦n paga la cuenta? De momento, y por unos a?os, ese dinero se debe. Los presupuestos prev¨¦n que para el a?o pr¨®ximo la deuda ascender¨¢ al 84% del PIB, una cifra nada recomendable a pesar de estar por debajo del 86%, que es la media europea, como argumenta el Gobierno de Sarkozy.

El cap¨ªtulo de gastos para 2010 ha crecido justo lo mismo que la inflaci¨®n (1,2%) y contempla 15.000 millones de euros para impulsar la econom¨ªa, pero las arcas p¨²blicas adelgazar¨¢n no ya s¨®lo por la ca¨ªda de ingresos derivada de la crisis (la recaudaci¨®n fiscal ha decrecido en 53.000 millones de euros de 2008 a 2009), sino que estar¨¢n adem¨¢s sacrificadas a una de las medidas m¨¢s pol¨¦micas de estos presupuestos: una bajada de impuestos que est¨¢ cuantificada en 14.200 millones de euros, dirigida fundamentalmente a las empresas.

La principal herramienta para inyectar este bal¨®n de ox¨ªgeno a los empresarios ser¨¢ la eliminaci¨®n de la "tasa profesional", un impuesto que recaudan las corporaciones locales y que cuesta cada a?o a las industrias francesas 11.700 millones de euros. Esta medida se unir¨¢ a otras ya emprendidas en a?os anteriores, como el "escudo fiscal", tambi¨¦n aprobado por Sarkozy, que establece que el Estado no puede reclamar a un contribuyente una cantidad que supere el 50% de sus ingresos.

Otra de las novedades impositivas para el a?o pr¨®ximo es la "tasa carbono", un gravamen indirecto sobre los carburantes que carga el consumo de energ¨ªa, excepto la el¨¦ctrica (en Francia, una gran parte es de origen nuclear). Los 17 euros de impuesto por tonelada de CO2 emitida carecen, seg¨²n los m¨¢s cr¨ªticos, de un efecto disuasorio eficaz contra el consumo, que es lo que se supone que pretende esta "ecotasa", y sin embargo grava a los consumidores con un impuesto nuevo. Esto, en unos tiempos de ayudas a los empresarios y a la banca, es dif¨ªcil de explicar. Para suavizar este efecto, los presupuestos de 2010 prev¨¦n una compensaci¨®n fiscal que consistir¨¢ en un reembolso por familia por los gastos derivados del consumo energ¨¦tico siempre que no sobrepasen los par¨¢metros considerados sostenibles.

Pero, al margen de pol¨¦micas sobre la filosof¨ªa pol¨ªtica que orienta estas y otras novedades fiscales, lo que ha llevado las manos a la cabeza de la mayor¨ªa de los expertos es el saldo final de las cuentas: el Estado franc¨¦s se ha embarcado en la mayor deuda p¨²blica de su historia, que llegar¨¢ en 2012 al 90% del PIB. "El Gobierno ha elaborado unos presupuestos con los que se pretende sostener el crecimiento econ¨®mico a costa de abandonar el control del d¨¦ficit p¨²blico", dice en su editorial del pasado jueves el diario econ¨®mico Les Echos. "Con los niveles de deuda que hay actualmente, el Estado est¨¢ obligado a una actuaci¨®n econ¨®mica m¨¢s a la defensiva que a la ofensiva", sentencia.

Tambi¨¦n el que fuera primer ministro (y ministro de Presupuestos) y ahora diputado del Partido Socialista franc¨¦s (PS) Laurent Fabius calific¨® en ese peri¨®dico los presupuestos de "irresponsables". "En la actualidad, Francia destina 1.000 millones de euros al d¨ªa a financiar su d¨¦ficit", dijo, "(...) puede que se produzca una recuperaci¨®n econ¨®mica t¨¦cnica, pero ese d¨¦ficit es una trampa: los tipos de inter¨¦s pueden subir, y eso a?adir¨ªa una carga mayor a¨²n a esa gran deuda".

En cualquier caso, y aunque los tipos de inter¨¦s se mantuvieran, el endeudamiento de Francia alcanzar¨¢ a finales de a?o el 8,2%, y para 2010 se prev¨¦ que llegue al 8,5%, una cifra que casi triplica las exigencias del Tratado de Maastricht.

El Gobierno, eso s¨ª, est¨¢ siendo moderado en su previsi¨®n de crecimiento para el a?o pr¨®ximo, que ha situado en un discreto 0,75%. Pero aunque se cumplan las mejores previsiones, con un crecimiento anual del 2,5% desde 2011 hasta 2013, Francia seguir¨¢ rebasando los criterios del tratado europeo.

?sas ser¨¢n las cuentas que encontrar¨¢ en su despacho del El¨ªseo quien suceda a Nicolas Sarkozy en la presidencia de la Rep¨²blica, dentro de tres a?os. Probablemente, ¨¦l mismo.