Un torrente moral
Herta M¨¹ller, delgada, huesuda, rodeada de vibraciones el¨¦ctricas, nerviosa, expansiva y al mismo tiempo contenida, es fuente perpetua de encandilamiento y asombro tanto para sus amigos y admiradores como para sus enemigos. Enemigos de verdad, y bastantes, porque su terca y mordaz franqueza siempre les ha resultado enormemente inc¨®moda a los sumisos y a los ineptos. En la Rumania de la d¨¦cada de los ochenta, se convirti¨® en la pesadilla de la polic¨ªa pol¨ªtica de Nicolae Ceausescu, la cual, a pesar de las brutales presiones ps¨ªquicas y las amenazas, se vio incapaz de quebrar la voluntad y el esp¨ªritu desafiante de este ser humano peque?o y fr¨¢gil.
Herta M¨¹ller naci¨® en Nytzkydord, provincia de Banat, hoy parte de Rumania, un ¨¢rea multi¨¦tnica que cay¨® bajo el dominio austriaco a finales del siglo XVII. Hija de campesinos alemanes, M¨¹ller siempre denunci¨® el fuerte conservadurismo de su entorno (y especialmente el entusiasmo nazi en la d¨¦cada de 1940, cuando, de acuerdo con su propio testimonio, su padre se encontraba en la Waffen-SS), pero tambi¨¦n deplor¨® las privaciones inhumanas a las que el r¨¦gimen comunista someti¨® a los alemanes de Banat (su madre fue enviada a un campo de trabajo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica).
En la d¨¦cada de 1970 estudi¨® literatura alemana y rumana en la Universidad de Timisoara y se introdujo en la escena literaria clandestina de la ciudad. En aquella ¨¦poca form¨® parte de un osado experimento: el denominado Aktionsgruppe Banat, una reuni¨®n de j¨®venes escritores rumanos en alem¨¢n (Richard Wagner, William Totok, Rolf Bossert), que aprovech¨® la denominada desestalinizaci¨®n para lanzar un programa de conferencias art¨ªstica y pol¨ªticamente radicales. Pronto un neoestalinismo nacionalista y brutal sustituy¨® al fingido liberalismo del r¨¦gimen y los j¨®venes escritores fueron sometidos a las presiones de la polic¨ªa pol¨ªtica.
Tras licenciarse, en 1976, sobrevivi¨® como traductora de una industria socialista local y prob¨® otros trabajos menores (como profesora de guarder¨ªa) mientras trataba de resistir las amenazas cada vez m¨¢s obscenas de la Securitate, que pretend¨ªa convertirla en informadora. Rechaz¨® categ¨®ricamente esa complicidad y en 1982 y 1984 consigui¨® publicar dos vol¨²menes de relatos cortos en los que el hiperrealismo rayaba con lo on¨ªrico, en una silenciosa denuncia de la locura del r¨¦gimen de Ceausescu.
Tras el agotador acoso de la Securitate, a M¨¹ller se le permiti¨® emigrar a Alemania Occidental en 1987, junto con Richard Wagner, su esposo de entonces. El talento de M¨¹ller, liberado de la presi¨®n y la humillaci¨®n de la vida en Rumania, atraves¨® una fase creativa floreciente y esplendorosa. Escribi¨® al menos 18 libros.
Su trayectoria literaria tambi¨¦n se dispar¨®: ha recibido hasta hoy m¨¢s de 20 grandes premios literarios alemanes. Sus libros fascinaban constantemente a los cr¨ªticos alemanes, con su lenguaje sofisticado, profundamente alem¨¢n y sin embargo "extranjero", un idioma muy personal, impregnado de refinados giros sem¨¢nticos que recordaban voluntariamente su dialecto alem¨¢n nativo o incluso el rumano. El rumano, es para ella una lengua aborrecida por ser la de un poder represivo, criminal e inhumano, pero a la vez apreciada por ser una forma de nostalgia privada, de reminiscencia cultural y de diferencia personal (en 2005 public¨® un libro en rumano como expresi¨®n de su ambig¨¹edad, se compon¨ªa de collages con palabras y titulares de peri¨®dicos).
Aunque su sentido de la claridad moral podr¨ªa recordarnos a Camus, su sentido de las complejidades y los enigmas de la experiencia ¨¦tica posiblemente nos recuerde a Coetzee (curiosamente, dos descendientes, como ella, de culturas de colonos). Pero por encima de todo, Herta M¨¹ller es Herta M¨¹ller, un torrente de energ¨ªa y resistencia moral, pero tambi¨¦n una fuente de invenci¨®n ling¨¹¨ªstica.
Caius Dobrescu es poeta, escritor, profesor y cr¨ªtico rumano.
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