Irving Penn, fot¨®grafo
Revolucion¨® la iconograf¨ªa de la moda de mediados del siglo XX e hizo de la sencillez su marca de estilo
Irving Penn, el fot¨®grafo que revolucion¨® la iconograf¨ªa de la moda a mediados del siglo XX, falleci¨® el 7 de octubre a los 92 a?os de edad en su apartamento de Nueva York, seg¨²n confirm¨® su hermano, el cineasta Arthur Penn, quien no revel¨® las causas de la muerte. Penn cambi¨® para siempre el mundo de la moda, al unir arte y publicidad, vanguardia y sentido comercial, abriendo el camino a otros fot¨®grafos estrella, como Richard Avedon o Mario Testino. Hoy en d¨ªa sus fotograf¨ªas se exhiben en los grandes museos del mundo.
Naci¨® en 1917 en Nueva Jersey. A los 17 a?os comenz¨® a estudiar dise?o en la Escuela Museo de Arte Industrial de Filadelfia, bajo la tutela del fot¨®grafo ruso Alexey Brodovitch, director art¨ªstico de la prestigiosa revista de moda Harper's Bazaar entre 1938 y 1958. En principio, Penn quiso ser dise?ador gr¨¢fico, y como tal dio sus primeros pasos en Nueva York. All¨ª fue director art¨ªstico en los grandes almacenes Sacks de la Quinta Avenida. Luego se interes¨® por la pintura. Intent¨® perfeccionar su t¨¦cnica con el pincel durante un viaje a M¨¦xico de un a?o, en 1942.
"Fotografiar un pastel tambi¨¦n puede ser arte", dijo en 1953
Sin embargo, el Irving Penn que transform¨® la fotograf¨ªa de moda con vanguardistas enfoques, sencillez, el uso agresivo del contraste en el blanco y negro, y el tratamiento de los retratados como objetos, se mostrar¨ªa al mundo del arte a trav¨¦s de sus colaboraciones con Vogue, mucho antes de que la mencionada cabecera se convirtiera en la referencia indiscutible que es hoy.
En esa ¨¦poca, otro artista ruso, Alexander Liberman, era director de arte de Vogue. Liberman introdujo a Penn al mundo de las vanguardias; al uso meticuloso del color y la forma en las composiciones, y el tratamiento de la imagen art¨ªstica como un objeto industrial. Gracias a ¨¦l, Penn tom¨® su primera imagen en color.
Su primera portada para Vogue fue en octubre de 1943, cuando aquella revista todav¨ªa no ten¨ªa la costumbre de llevar a famosos a su primera plana. Liberman le pidi¨® que tomara una imagen de moda, y el fot¨®grafo pidi¨® una c¨¢mara prestada y arregl¨® un bodeg¨®n con un bolso de piel y tela marr¨®n, un pa?uelo gris, una l¨¢mina con c¨ªtricos y una nota colgada en una pared en que se anunciaban los contenidos del mes: "zapatos y accesorios". Fue el lanzamiento de su carrera. ?l mismo resumir¨ªa su estilo en una c¨¦lebre frase, pronunciada en la apertura de su propio estudio en 1953: "Fotografiar un pastel tambi¨¦n puede ser arte". Fue aqu¨¦lla la principal caracter¨ªstica de su estilo: la sencillez del "menos es m¨¢s". Fotografi¨® colillas, botes de cosm¨¦ticos, botellas. Todo pod¨ªa ser arte.
En su obra de madurez se alejar¨ªa de la influencia del surrealismo y la vanguardia al estilo de Dal¨ª que imper¨® en la fotograf¨ªa de moda hasta los a?os cuarenta para presentar im¨¢genes impactantes en su sencillez, modelos sobre fondos inmaculadamente blancos. Fue un cambio sustancial que luego otros maestros, como Avedon, convertir¨ªan en algo habitual.
A Penn se le ha criticado por llevar hasta el l¨ªmite aquel enfoque tan centrado en mostrar a la persona descontextualizada. Es lo que hizo en su trabajo en Latinoam¨¦rica y ?frica. Llev¨® hasta lugares remotos su estudio port¨¢til, sus focos y sus fondos blancos, para fotografiar nativos. Se consider¨® que Penn trataba a los abor¨ªgenes como si fueran modelos, en im¨¢genes carentes de conciencia social. Hoy, aquellas fotos tomadas a finales de los sesenta en pa¨ªses como Camer¨²n, que muestran a hombres y mujeres de piel azabache cargados de ornamentos blancos, podr¨ªan ser parte de cualquier colecci¨®n de alta pasarela.
?se era el secreto de Irving Penn: descontextualizar a la persona para que su cuerpo fuera su ¨²nica expresi¨®n. En ese sentido, una modelo de Manhattan y un ni?o de la calle de Cuzco reciben en su obra el mismo tratamiento. Seg¨²n dijo en una entrevista al diario The New York Times en 1991: "La gente a la que fotografi¨¦ no era primitiva. La gente primitiva vive en Nueva York".
Sus obras, hoy en d¨ªa, se exhiben en los principales museos del mundo, incluidos el MoMA y el Metropolitan de Nueva York, el Moderna Museet de Estocolmo, la National Gallery de Washington y el Art Institute de Chicago. Trabaj¨® para Vogue hasta el final de sus d¨ªas. En uno de sus ¨²ltimos trabajos, una foto de un pomposo traje de Christian Lacroix en abril de 2008, volv¨ªa a aquel estilo que le hizo famoso: una modelo posando, con los ojos cerrados, sobre un fondo de papel blanco, arte en su sencillez.
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