El primer milagro del Xacobeo

A mediados de julio, Miguel Juane, ex jugador de Clesa Ferrol, F¨®rum y Tau y tres ocasiones internacional en los noventa, recibi¨® una llamada de Jos¨¦ ?ngel Docobo, presidente del Obradoiro. Abogado con despacho en A Coru?a y Vilagarc¨ªa de Arousa, a Juane le plantearon un desaf¨ªo sin parang¨®n: crear en dos meses la infraestructura deportiva, administrativa y social de un equipo de la Liga ACB. Ni siquiera ten¨ªa un solar, pero al Obradoiro le hab¨ªa reconocido el Tribunal Supremo el derecho a competir en la m¨¢xima categor¨ªa del baloncesto espa?ol tras 19 a?os de litigios por una alineaci¨®n indebida de un rival en el play off de ascenso. Juane, un optimista irredento, dijo s¨ª. Su primer trabajo fue reclutar un entrenador y un director deportivo. Buscaba gente intr¨¦pida y se acord¨® de Alberto Blanco, un paisano que trabajaba con A¨ªto en Unicaja como director general del filial y responsable del scouting de j¨®venes jugadores. A Blanco le son¨® el tel¨¦fono en la localidad francesa de Metz, donde estaba oteando promesas para el equipo malague?o. Tampoco supo c¨®mo negarse. Lo recuerda como si en vez de setenta d¨ªas hubieran transcurrido setenta a?os: "Siento un cansancio extremo f¨ªsico y mental, pero merece la pena".

Lo primero fue reclutar entrenador y director deportivo. Se buscaba gente intr¨¦pida

Tuvieron que convencer a agentes y jugadores de que estaban ante un proyecto serio y real

En realidad era imposible que Blanco dijera que no. Ayer encadenaba recuerdos mientras caminaba hacia el Multiusos do Sar para presenciar el deb¨² del Obradoiro, Xacobeo Blusens por cuestiones de patrocinio, ante el Barcelona en la ACB. Y se emocionaba. "El primer partido de baloncesto que presenci¨¦ en directo fue un Obradoiro-Barcelona en el a?o 1982", recuerda. Fue la ¨²nica temporada que el equipo de Santiago estuvo entre los grandes, gan¨® dos partidos, perdi¨® 24 y descendi¨®. Blanco, que naci¨® en 1970, el mismo a?o que el club, tiene n¨ªtidos recuerdos de aquella cita inici¨¢tica a la que acudi¨® con su hermano Carlos, entonces periodista y ahora devenido en actor de ¨¦xito: "Recuerdo ver a Perico Ansa y decirle a mi hermano que no era tan alto. Y luego tenerlo a m¨ª lado y cambiar de opini¨®n".

Horas antes del partido semejaba estar de baj¨®n Alberto Blanco. No es extra?o. Viene de dos meses a todo gas. "No hab¨ªa pensado en estas cosas tan personales", confiesa, "porque s¨®lo ten¨ªa en la cabeza que ¨ªbamos a representar a Galicia en la ACB y que hab¨ªa que armar un equipo". A ello se puso mano a mano con su t¨¦cnico, el granadino Curro Segura. Llegaron el mismo d¨ªa al club, el 1 de agosto, y una semana despu¨¦s cerraron su primer fichaje, el del alero griego Kostas Vasileiadis. "Hubo jugadores que nos dijeron que no ven¨ªan porque no quer¨ªan ser los primeros en llegar, pero nosotros ten¨ªamos claro que quien tuviera dudas no merec¨ªa la pena que vinieran", explica el director deportivo. Tuvieron que amoldarse al presupuesto m¨¢s modesto de la categor¨ªa, 3,7 millones de euros, y convencer a agentes y jugadores de que estaban ante un proyecto serio y real, de que el Obradoiro en dos meses iba a estar en el parqu¨¦ y jugar contra los grandes.

Ahora nadie lo puedo dudar. Ayer ante el Barcelona mostr¨® hechuras de equipo correoso y una inopinada cohesi¨®n entre la ambici¨®n de los j¨®venes que llegan con contrato de cesi¨®n como Alberto S¨¢nchez, Aguilar o Djedovic y la experiencia de veteranos con algo por decir como los argentinos Bulfoni y Maxi Stanic, los americanos Mark Jackson y Mike Higgins, que con 42 a?os es el abuelo de la Liga y, sobre todo Reyshawn Terry, un portento acunado en Carolina del Norte. "Juntarlos a todos para salir a jugar ha sido un milagro", reconoce Blanco. Espera que s¨®lo sea el primero porque tanto el club como los m¨¢s de 4.000 abonados que dan respaldo a esta epopeya sue?an con la madre de todos los milagros, que el 16 de mayo tengan a dos equipos por debajo en la clasificaci¨®n para dar continuidad al proyecto en la ACB. "Eso ser¨ªa como si siempre fuera A?o Santo", zanja Alberto Blanco.