Las largas secuelas de una violencia invisible
Marta tiene 38 a?os, una hija de 14 y una vida sentimental turbulenta. Ha tenido seis parejas y muchas otras relaciones espor¨¢dicas, entre las que figura el padre de su hija. Su vida laboral tampoco ha sido estable. ?La causa? "Estoy en un estado de alarma permanente", dice. Pero no afront¨® la ra¨ªz de esta inseguridad constante hasta que acudi¨® a una psic¨®loga, hace unos a?os. Entonces record¨®: cuando ten¨ªa cinco a?os, su padrastro y su hermanastro abusaron de ella. "Llevas eso escondido dentro, y no eres consciente de que te ha afectado toda la vida", se lamenta.
El de Marta no es un caso aislado, seg¨²n el estudio del Programa de Atenci¨®n a la Salud Sexual y Reproductiva (PASSIR). Muchas de las mujeres que solicitaban ayuda a este servicio arrastraban en su vida adulta las secuelas de los abusos que sufrieron de ni?as.
Seg¨²n el estudio, estas mujeres se sienten con m¨¢s frecuencia presionadas para iniciar sus relaciones sexuales consentidas, son m¨¢s proclives a mantener conductas de riesgo y tienen m¨¢s embarazos en la adolescencia que las mujeres que no han sufrido abusos infantiles. En sus relaciones muestran menos confianza hacia sus parejas, padecen m¨¢s disfunciones sexuales y sufren m¨¢s casos de maltrato. "Quien no ha sido cuidado en su infancia, m¨¢s tarde tiene m¨¢s dificultades para cuidarse", explica Lourdes Lopetegui, una de las autoras del estudio. Subraya, sin embargo, que esta relaci¨®n no es causal ni aparece necesariamente.
Uno de los casos en que los abusos se repitieron es el de Rosario (nombre ficticio), profesora universitaria. Cuando ten¨ªa cinco a?os, un primo empez¨® a abusar de ella. Con 18, un compa?ero de universidad la viol¨®. Ahora, con 33 a?os, teme que la relaci¨®n con su marido se resienta de esos abusos. "Veo en ¨¦l un reflejo de otros hombres", le mezclo "en una lucha que no va con ¨¦l", dice, temerosa de "pasar de v¨ªctima a verdugo". Para evitarlo, hace poco que ha empezado a tratar con una psic¨®loga sus vivencias de ni?a.
Por eso y porque quiere "ofrecerle otro tipo de experiencia" a su hija de 10 meses. Las psic¨®logas tambi¨¦n creen que, con terapia, se pueden paliar los efectos de los abusos infantiles que ellas han estudiado. "Es la violencia m¨¢s oculta", explica L¨®pez, que a?ade que esperan que su labor sirva para sacar a la luz las secuelas que puede tener el abuso sexual a largo plazo, precisamente para poder identificarlas como tales y tratarlas lo m¨¢s pronto posible. Marta lo hace, y conf¨ªa: "Estoy tomando las riendas de mi vida".
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