Una nueva fiscalidad m¨¢s justa
Estamos sufriendo una crisis econ¨®mica hasta ahora desconocida por sus efectos y extensi¨®n, que provoca una sensaci¨®n de angustia entre los ciudadanos, sobre todo porque no acaban de ver medidas contundentes que resuelvan sus problemas cotidianos. En este clima de desconcierto surgen voces que proponen soluciones diversas y, la mayor¨ªa de las veces, aisladas. Sin embargo esta crisis exige una estrategia que integre multitud de medidas de choque y de proyecci¨®n para el futuro. En t¨¦rminos cl¨ªnicos, se trata de administrar un tratamiento al paciente que, a corto plazo, recupere sus constantes vitales y, a m¨¢s largo plazo, prevenga futuras reca¨ªdas.
Entre estas medidas la pol¨ªtica fiscal debe ocupar un lugar preeminente. Pero debe ser una pol¨ªtica fiscal cre¨ªble, y no esa receta ut¨®pica de quienes piden bajar los impuestos mientras exigen m¨¢s inversiones p¨²blicas y protecci¨®n social; o la de aqu¨¦llos que plantean si bajar los impuestos es "de derechas" y subirlos "de izquierdas", cuando lo importante es determinar en qu¨¦ se emplea el dinero p¨²blico. Lo que est¨¢ muy claro para CC OO es que un Estado sin capacidad recaudatoria es un Estado sin capacidad inversora y sin recursos para la protecci¨®n social de sus ciudadanos. Por tanto, en estos momentos urge el dise?o de una nueva pol¨ªtica fiscal que se asiente sobre la base de la progresividad de los impuestos, es decir, pagar en funci¨®n de lo que cada uno tiene. O lo que es lo mismo, un nuevo sistema tributario cuyo eje sea la justicia y la solidaridad, un modelo m¨¢s moderno, ¨¢gil y eficiente.
Nuestro sindicato apuesta por reformas fiscales de calado, en lugar de parches sin proyecci¨®n de fututo tal y como ha sucedido en los ¨²ltimos a?os bajo gobiernos del PP y ahora del PSOE. Para eso es necesario empuje pol¨ªtico, porque nunca es popular proponer subidas de impuestos, y realizar un esfuerzo pedag¨®gico para explicar a la ciudadan¨ªa que no es posible bajar impuestos y mantener los niveles del Estado del Bienestar actuales. Lo que sin duda parece il¨®gico es recurrir al incremento de los impuestos que todos debemos pagar independientemente de nuestros niveles de renta, como por ejemplo el IVA, para hacer frente a la situaci¨®n de crisis. Somos conscientes de que la f¨®rmula m¨¢s r¨¢pida y con mayor cuant¨ªa recaudatoria es subir los tipos del IVA, pero no resulta ¨¦tico hacerlo sin antes haber subido la presi¨®n fiscal a las rentas altas del capital. Lo planteado sobre el IVA repercutir¨¢ negativamente en las rentas del trabajo y en las personas que menos ingresos tienen, mermar¨¢ su capacidad adquisitiva, no fomentar¨¢ para nada el consumo ni la recuperaci¨®n econ¨®mica ni el empleo, y generar¨¢, por el contrario, a¨²n m¨¢s econom¨ªa sumergida. En definitiva, el trabajador soportar¨¢ una vez m¨¢s el coste de la crisis.
Por supuesto que es necesaria una reforma fiscal, pero no en estos t¨¦rminos. La clave debe estar en que quien m¨¢s tiene, m¨¢s paga. A ello hay que a?adir la revisi¨®n de determinados impuestos que han sido suprimidos o est¨¢n en v¨ªas de serlo (Impuesto sobre el Patrimonio y sobre Sucesiones y Donaciones), la creaci¨®n de impuestos especiales para determinadas rentas blindadas y jubilaciones multimillonarias y redoblar los esfuerzos en la lucha contra el fraude fiscal y la econom¨ªa sumergida, verdaderos agujeros negros que impiden ingresar a las arcas del Estado miles de millones de euros. Para esto es imprescindible destinar inversiones en recursos humanos para luchar contra este fraude.
Entretanto en Andaluc¨ªa hay quien plantea si nuestra comunidad tiene margen o no para subir los impuestos. Nuestro sindicato sostiene que, mientras se dise?a ese nuevo modelo tributario, aqu¨ª se debe determinar si para la reactivaci¨®n econ¨®mica y del empleo de nuestra comunidad son necesarias m¨¢s inversiones p¨²blicas, as¨ª como si se pueden mantener los actuales niveles de protecci¨®n social. En funci¨®n de estas necesidades perentorias se deben orientar los presupuestos y calcular las necesidades recaudatorias de Andaluc¨ªa, as¨ª como las fuentes para satisfacerlas, adem¨¢s de articular la corresponsabilidad entre administraciones para evitar subidas y bajadas seg¨²n qu¨¦ competencias tengan las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos. Y, ante todo, est¨¢ claro que un gobierno de progreso deber¨¢ basar esa capacidad recaudatoria en la justicia y la progresividad, ya que de no ser as¨ª estar¨¢ condenando a los trabajadores y a las personas con menos rentas a tener cada vez menos recursos y avanzando hacia una sociedad m¨¢s desigual y descohesionada.
Francisco Carbonero Cantador es secretario general de CC OO de Andaluc¨ªa.
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