Camps intenta aplacar a Costa para evitar que cuente qui¨¦n dio las ¨®rdenes

Francisco Camps lleva siete meses actuando como si el caso G¨¹rtel no existiera y, a pesar de haber vivido el fin de semana m¨¢s conflictivo en el PP valenciano desde que ¨¦l lo dirige, a¨²n trata de mantener esa ficci¨®n. El viernes, Mariano Rajoy le oblig¨® a anunciar que el Comit¨¦ Ejecutivo convocado esta tarde destituir¨ªa a su secretario general, Ricardo Costa. Camps lo hizo in extremis, pero desde entonces no ha parado ni un minuto de trabajar para deshacer el problema interno que eso le ha provocado.

Camps est¨¢ moviendo, seg¨²n fuentes del PP valenciano, todos los hilos a su alcance para tratar de aplacar la ira de su n¨²mero dos. Le ha llamado personalmente varias veces y le ha hecho llegar todo tipo de mensajes para tratar de convencerle de que lo del cese es algo temporal, que no ha perdido la confianza en ¨¦l, que est¨¢ muy preocupado por su situaci¨®n personal y que esto s¨®lo se hace porque Rajoy lo exige, pero que se deshar¨¢ en cuanto la situaci¨®n judicial se aclare y, sobre todo, la presi¨®n medi¨¢tica sobre el l¨ªder del PP se reduzca.

El presidente hablar¨¢ por vez primera del 'caso G¨¹rtel' ante su ejecutiva

El 'n¨²mero dos' rechazar¨¢ dimitir y se?alar¨¢ que ¨¦l no hizo adjudicaciones

A esos mensajes privados, Camps a?adi¨® ayer uno p¨²blico. Oblig¨® a Juan Cotino, hombre fuerte del entorno del presidente, a emitir una nota -ni Camps ni nadie de su Gobierno se someten a preguntas sobre el caso G¨¹rtel; s¨®lo Costa lo hac¨ªa-. En ella se deshace en elogios hacia la figura del secretario general y desmiente que le hubiera espiado a ¨¦l y a Gerardo Camps, tal y como publicaba el domingo El Mundo.

Cotino se?al¨® que Costa es "una persona honesta, ¨ªntegra, que ha realizado una gesti¨®n intachable y que ha trabajado y trabaja incesantemente por defender los intereses de los valencianos". Despu¨¦s de leer esta frase, un dirigente del PP se preguntaba ayer: "?Y entonces, por qu¨¦ lo echan?".

Todo este despliegue de medios y de buenas palabras de Camps y su entorno hacia Costa tiene un objetivo: evitar que el todav¨ªa secretario general rompa la fidelidad absoluta que ha mantenido hasta ahora con el presidente y cuente lo que la mayor¨ªa de los dirigentes ya conocen: que fue Camps quien llev¨® a ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, a Valencia; que fue ¨¦l quien facilit¨® que obtuviera hasta siete millones de euros en contratos de la Generalitat, y que Costa s¨®lo obedeci¨® ¨®rdenes del presidente cuando decidi¨® contratar a Orange Market para hacer pr¨¢cticamente todos los actos del PP en esta comunidad, a pesar de que la direcci¨®n nacional hab¨ªa aconsejado dejar de trabajar con ellos.

Costa, que estaba en la Comunidad Valenciana desde la noche del domingo -nunca hizo realmente el Camino de Santiago-, tiene varias horas para reflexionar sobre su posici¨®n en el Comit¨¦ Ejecutivo. Lo cierto es que Camps ya le prometi¨® la semana pasada que nada suceder¨ªa, e incluso lleg¨® a decirle: "Si te vas t¨², me voy yo".

Costa, seg¨²n varias personas que han hablado con ¨¦l estos d¨ªas, no est¨¢ dispuesto bajo ning¨²n concepto a aceptar una dimisi¨®n temporal voluntaria, la soluci¨®n que Camps prefiere. Quiere que sea el Comit¨¦ Ejecutivo quien lo destituya para garantizar que Camps tenga que explicar por qu¨¦ lo decapita.

El secretario general prepar¨® ayer su discurso. En ¨¦l defender¨¢ su gesti¨®n, recordar¨¢ que ¨¦l no estuvo nunca en el Gobierno y por tanto no pudo adjudicar nada a ninguna empresa, y tratar¨¢ de responder a las acusaciones de financiaci¨®n ilegal. El PP valenciano no acepta que haya existido, por lo que es dif¨ªcil explicar la destituci¨®n. Despu¨¦s ser¨¢ Camps quien hablar¨¢, por primera vez ante su ejecutiva, sobre el caso G¨¹rtel. El presidente valenciano no ha ofrecido nunca una explicaci¨®n, siquiera somera, sobre sus relaciones con El Bigotes, al que llamaba "amiguito del alma". En funci¨®n de lo que ¨¦l diga, Costa le responder¨¢.

Camps quiere reducir todo a una cuesti¨®n formal, descarta cualquier otra destituci¨®n e incluso plantea la posibilidad de que nadie releve a Costa, esto es, que la plaza se quede vacante, una forma de demostrarle que la cuesti¨®n a¨²n se puede resolver.

Sin embargo, la direcci¨®n nacional est¨¢ dispuesta a presionar, como lo hizo el viernes, para evitar las componendas que busca Camps. En G¨¦nova existe la convicci¨®n de que, o se tapa el agujero del G¨¹rtel, o la imagen de Rajoy puede quedar definitivamente tocada. Por eso desde Madrid se seguir¨¢n con detalle los pasos de Camps por si hay que reconducirlo de nuevo, por ejemplo si rechaza destituir a Costa como portavoz parlamentario, algo que le exige G¨¦nova.