Algo m¨¢s que un sindicalista
Rafa D¨ªez Usabiaga, referente ideol¨®gico de los radicales, siempre ha dado un sesgo pol¨ªtico a la actividad sindical
Rafa D¨ªez Usabiaga (Lasarte, 1956) se sabe escuchado dentro y fuera del enigm¨¢tico mundo abertzale. Dotado de un carisma forjado desde 1996 como l¨ªder incontestable del sindicato LAB hasta su relevo en noviembre del pasado a?o, sus reflexiones nunca pasaron desapercibidas para los sucesivos ministros del Interior. Adem¨¢s, su condici¨®n de asesor en las conversaciones de Argel entre el Gobierno espa?ol y ETA, en la primavera de 1989, descubri¨® en este hijo de guardia civil a un term¨®metro v¨¢lido para conocer la temperatura del entorno terrorista. Pero, quiz¨¢ anoche, en el mismo local donde acostumbraba a reunirse varias veces al mes junto a Arnaldo Otegi y el ex dirigente etarra Antxon, se esfum¨® la ¨²ltima tregua de que dispon¨ªa.
D¨ªez Usabiaga afirm¨® rotundo tras el atentado en la T-4 de Barajas que "con bombas no hay proceso". Es uno de los dirigentes abertzales convencidos de que Madrid nunca abrir¨¢ la mano mientras haya violencia, pero tambi¨¦n forma parte del mismo grupo de quienes no se atreven a romper amarras con ETA. En esa disyuntiva, Usabiaga busca el dif¨ªcil equilibrio entre recuperar, primero, la presencia de la izquierda radical en la vida pol¨ªtica y luego convencer a los pistoleros de que dejen de apretar el gatillo.
Hasta ahora, la presi¨®n judicial sobre este referente ideol¨®gico abertzale hab¨ªa pasado desapercibida. La condici¨®n de l¨ªder de un sindicato legalizado, al que consigui¨® dotar de una progresi¨®n ascendente en su implantaci¨®n social, le permit¨ªa disponer de una presencia tan c¨®moda como notoria en el discurso de la pol¨ªtica vasca.
Apenas sirve como excepci¨®n que en 2005 la polic¨ªa detuvo a D¨ªez Usabiaga tras interceptar llamadas telef¨®nicas suyas con miembros de Batasuna, de las que se deduc¨ªan supuestas relaciones entre LAB y ETA. Sin embargo, horas m¨¢s tarde, el magistrado Fernando Grande-Marlaska acord¨® su libertad bajo fianza al no hallar indicios corroborados de pertenencia a organizaci¨®n terrorista, en una decisi¨®n que protestaron grupos de apoyo a las v¨ªctimas del terrorismo.
D¨ªez Usabiaga no ha escatimado esfuerzos en acompa?ar de un sesgo pol¨ªtico su labor sindical. Adem¨¢s, cada una de sus reflexiones era interpretada en clave de la voluntad abertzale, aunque, eso s¨ª, siempre ha huido de protagonismos est¨¦riles, incluso cuando estuvo en las listas de Herri Batasuna en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento vasco. En este contexto se enmarca su unidad de acci¨®n con el entonces l¨ªder del sindicato nacionalista ELA Jos¨¦ Elorrieta para impulsar un movimiento que allan¨® el camino hacia el pacto de Lizarra.
A pesar de su detenci¨®n de anoche, D¨ªez Usabiaga seguir¨¢ apostando por un polo soberanista que aglutine a todas las fuerzas de la izquierda y abertzales con el prop¨®sito de "desplazar" el modelo del PNV. Pero agotado el en¨¦simo intento por convencer a ETA, Rubalcaba ya no le prestar¨¢ sus o¨ªdos.
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