A favor de Garz¨®n
El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n no puede ser imputado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo por abrir un proceso que pretend¨ªa, quiero creer que a¨²n pretende, dignificar a una parte de los asesinados en las cunetas, tapias de cementerios y campos de toda Espa?a por los falangistas y golpistas de 1936, que continuaron matando gente hasta bien entrados los a?os cincuenta.
Y digo una parte porque si en el sumario han conseguido identificar a m¨¢s de 100.000 desaparecidos, es seguro que la cifra real es mucho m¨¢s alta y que la destrucci¨®n de pruebas o indicios de d¨®nde est¨¢n sus cuerpos, as¨ª como la falta de testigos despu¨¦s de 70 a?os, ha hecho difuminarse todo rastro de decenas de miles de v¨ªctimas an¨®nimas.
No entiendo por qu¨¦ la derecha pol¨ªtica, social y eclesi¨¢stica no ha condenado a¨²n el franquismo
He seguido de cerca los estudios hist¨®ricos de la Guerra Civil y de la larga postguerra y los historiadores no me desmentir¨¢n si digo que mientras la cifra de v¨ªctimas del lado republicano ha permanecido inalterable en las investigaciones publicadas en los ¨²ltimos 30 a?os, la cifra de los asesinados por el franquismo est¨¢ siendo revisada al alza continuamente y no creo que lleguemos a saber cuantitativamente a cu¨¢nto asciende el horror fascista. Pero s¨ª sabemos que puede definirse como un exterminio masivo, comparable, en t¨¦rminos relativos, a la represi¨®n nazi o estalinista. Y ni siquiera hablamos de los centenares de miles de presos, torturados y exiliados, ni de la condici¨®n de apestados que ten¨ªan sus familiares durante las primeras d¨¦cadas del franquismo.
Millones de familias espa?olas esperan una reparaci¨®n y muchas que se busquen y se les entreguen los restos de sus allegados para poder enterrarlos dignamente. Todav¨ªa no entiendo, en el sentido de comprender las razones, por qu¨¦ la derecha pol¨ªtica, social, eclesi¨¢stica, judicial no hace como en Alemania o Francia, donde han condenado al nazismo y al r¨¦gimen de Vichy y reconocido a sus v¨ªctimas. S¨®lo nos queda apelar a la caridad cristiana, en la que ellos tanto creen, para que alg¨²n d¨ªa, ¨¦se s¨ª que ser¨ªa hist¨®rico, tengan piedad por los perseguidos y sus familias.
Pues bien, Baltasar Garz¨®n ha sido el ¨²nico magistrado, la ¨²nica instancia judicial que ha tenido la decencia, y el valor, visto lo que le ha ca¨ªdo, de emprender un procedimiento judicial para reparar dicha injusticia hist¨®rica y ello despu¨¦s de m¨¢s de treinta a?os de democracia.
No tengo relaci¨®n alguna con el juez Garz¨®n, he coincidido y discrepado con ¨¦l cuando ambos ¨¦ramos diputados y no he estado de acuerdo con algunas de las instrucciones que ha llevado a cabo. Pero no olvido que es de las personas que m¨¢s han hecho en la lucha contra el terrorismo y el narcotr¨¢fico y quien consigui¨® detener y llevar ante la justicia al dictador chileno Augusto Pinochet. Y sobre todo considero que, con sus defectos y su af¨¢n de protagonismo, un magistrado as¨ª es necesario en una democracia.
En el momento que escribo estas l¨ªneas oigo que el presidente del Tribunal Supremo pide respeto por la Sala Segunda que debe decidir sobre este caso. Como ciudadano y como dem¨®crata, respeto las sentencias y autos de los tribunales, pero espero tambi¨¦n que los magistrados se respeten a s¨ª mismos.
Por lo que estamos viendo y leyendo, parece que ¨¦se no es el caso de algunos que act¨²an m¨¢s por su propia inquina o c¨¢lculo pol¨ªtico, cuando no obedeciendo consignas del partido que los llev¨® a su actual puesto, que con arreglo a derecho y a la Justicia con may¨²scula.
El sentido com¨²n, que tanto se vuelve a manejar ahora, nos dice que no es posible que a un magistrado se le siente en el banquillo por tratar de llevar a los tribunales a una de las dictaduras m¨¢s crueles de la Europa del siglo XX. ?No ser¨¢ m¨¢s bien que al Supremo no ha llegado la transici¨®n democr¨¢tica y es sensible a los visibles esfuerzos de los neofranquistas por revisar la propia transici¨®n y rehabilitar al dictador y no a las v¨ªctimas?
Baltasar Garz¨®n es una de las personalidades espa?olas m¨¢s apreciadas y admiradas en la comunidad de defensores de los derechos humanos y de la democracia en el mundo, y algunos de los miembros de asociaciones internacionales me preguntan en Bruselas qu¨¦ est¨¢ pasando en Espa?a, por qu¨¦ se est¨¢ persiguiendo ahora a quien combate a los liberticidas, la corrupci¨®n pol¨ªtica, el terrorismo y el narcotr¨¢fico.
Si no fuera un tema tan serio, dir¨ªa que a lo mejor ten¨ªa raz¨®n Fraga Iribarne cuando, como ministro de Franco, acu?¨® en los a?os sesenta aquel eslogan que reza: "Espa?a es diferente".
Luis Y¨¢?ez-Barnuevo es diputado socialista en el Parlamento Europeo
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