El alcalde que estropeaba bocas
La fiscal pide dos a?os para el ex edil de Garriguella por hacerse pasar por dentista
Tarareando las canciones de David Bisbal. As¨ª recuerdan algunos pacientes a Jos¨¦ Antonio L¨®pez de Pablo mientras les arrancaba y empastaba muelas, les pon¨ªa una funda o les practicaba endodoncias. El hombre era entonces el alcalde de Garriguella (Alt Empord¨¤) y, adem¨¢s, su dentista, seg¨²n declararon ayer en el Juzgado de lo Penal n¨²mero 1 de Figueres. Pero De Pablo es prot¨¦sico, no dentista, y por tanto no puede arreglarle la boca a nadie. La fiscal pide para ¨¦l dos a?os de prisi¨®n por cuatro delitos de lesiones y 7.200 euros por intrusismo profesional. De Pablo lo neg¨® todo. En la actualidad es el segundo teniente de alcalde y concejal de Urbanismo (PSC) en Garriguella.
"Estuvo con sus manos en mi boca durante un a?o. Le recuerdo y le recordar¨¦ toda la vida porque me duele", se quej¨® Josefa Granizo. La mujer acudi¨® a la cl¨ªnica que ten¨ªa De Pablo en Figueres entre 2002 y 2003. Hoy no puede morder una manzana, seg¨²n dijo. Ni Josefa ni los otros cuatro denunciantes (dos son la hija y el marido de la mujer) titubearon al se?alar a De Pablo como su dentista. Aunque aseguraron que se hac¨ªa llamar doctor Manuel y extend¨ªa recetas a ese nombre.
El acusado declar¨® que como gerente pasaba mucho tiempo en la cl¨ªnica, haciendo pr¨®tesis y presupuestos, y es f¨¢cil que los denunciantes le confundieran. Pero ¨¦l nunca les toc¨® la boca. Pudo haber sido cualquiera de los tres dentistas que trabajan entonces all¨ª. Para saberlo habr¨ªa que mirar el historial cl¨ªnico de los pacientes. Pero De Pablo no aport¨® ayer esas fichas que hubieran sido su salvaci¨®n. Admiti¨® que ni siquiera las hab¨ªa mirado.
Como consecuencia de una "mala praxis" y un "mal diagn¨®stico", cuatro de los cinco pacientes han sufrido lesiones, seg¨²n dos peritos. El peor caso es el de Raquel Cabalga, que ha tenido que ser operada de un quiste y ha perdido masa ¨®sea.
No es la primera vez que De Pablo trata con la justicia. En 2000 una juez le conden¨® a pagar las costas por denunciar a su antecesor en la alcald¨ªa, Josep Garc¨ªa. Le acusaba de ordenar que le dieran una paliza. La juez le atribuy¨® una "conducta temeraria y mala fe" con "la ¨²nica finalidad de perjudicar y desacreditar al inculpado".
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