Una ola de ataques de los talibanes golpea el coraz¨®n de Pakist¨¢n

Grupos de militantes disfrazados de polic¨ªas atacaron ayer simult¨¢neamente la sede de la Agencia de Investigaci¨®n Federal paquistan¨ª y dos centros de entrenamiento de agentes de seguridad en Lahore, capital de la provincia de Punjab y segunda ciudad m¨¢s poblada de Pakist¨¢n. Al menos 19 polic¨ªas y 11 atacantes fallecieron en esos asaltos, reivindicados por los talibanes. Se trata del quinto ataque a gran escala que los islamistas han lanzado en Pakist¨¢n en los ¨²ltimos 10 d¨ªas.

Otro grupo de militantes atac¨® una comisar¨ªa en la ciudad de Kohat, en el norte, matando a ocho personas. Un coche bomba caus¨® la muerte a un ni?o en una zona residencial habitada por funcionarios en Peshawar, tambi¨¦n en el norte del pa¨ªs.

Los ataques coordinados, los m¨¢s sofisticados entre la ola de actos violentos que ha sacudido Pakist¨¢n desde principios de octubre, desataron caos y p¨¢nico en varios barrios de Lahore, con cortes de calles, cierre de tiendas y oficinas.

Los asaltos dieron lugar a intensos tiroteos entre las fuerzas de seguridad y los atacantes. Hicieron falta dos horas de fuego para reducir a los cinco asaltantes de uno de los centros de entrenamiento de Lahore, en el que unos 800 reclutas acababan de empezar a dar clase cuando se inici¨® el ataque.

"El enemigo ha empezado una verdadera guerrilla", dijo el ministro del Interior, Rehman Malik, qui¨¦n llam¨® la naci¨®n a unirse para derrotar a "este pu?ado de terroristas".

Sin embargo, varios funcionarios destacan la creciente divisi¨®n entre el Gobierno y la c¨²pula militar. Una divisi¨®n agudizada por fricciones acerca de la ayuda estadounidense a Pakist¨¢n, vinculada por Washington a unas condiciones que seg¨²n los militares violan la soberan¨ªa del pa¨ªs.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firm¨® justo ayer la ley que triplica la ayuda civil a Pakist¨¢n. Washington contempla enviar 7.500 millones de d¨®lares en cinco a?os.

Los ataques sincronizados perpetrados ayer parecen estudiados para golpear justo antes del despliegue de una planificada ofensiva terrestre del Ej¨¦rcito paquistan¨ª contra los talibanes en Wazirist¨¢n del Sur, una zona tribal feudo de los islamistas, ubicada en el oeste del pa¨ªs, cerca de la frontera con Afganist¨¢n.

La escalada de ataques durante el mes de octubre, observan algunos expertos, demuestra que el nuevo l¨ªder talib¨¢n, Hakimul¨¢ Mehsud, permanece estrechamente alineado con Al Qaeda y que sus fuerzas reciben entrenamiento, soporte y ayuda de planificaci¨®n de la organizaci¨®n terrorista. Entre los expertos se extiende adem¨¢s la sospecha de una creciente cooperaci¨®n entre los talibanes de las zonas tribales y militantes de grupos yihadistas como Lashkar-e-Jhangvi, que tienen su base operativa en el sur de Punjab.