Ropa de mercadillo con acento fin¨¦s
La finlandesa Tuula Ahola cambi¨® la abogac¨ªa por el comercio ambulante
A Tuula Ahola Rissanen (Lieksa, 1951) no le dan miedo los cambios. Lo demostr¨® cuando dej¨® atr¨¢s familia y empleo en Finlandia y se vino a Galicia por amor. Empac¨® su vida y volvi¨® a comenzar a orillas de la r¨ªa de Vigo. Ahora hace lo mismo con su negocio. Cada d¨ªa monta su puesto de ropa infantil en una localidad distinta y, al acabar la jornada de feria, dobla las peque?as prendas color pastel para empezar a la ma?ana siguiente en un sitio distinto.
Tuula naci¨® en Carelia del Norte, a 500 kil¨®metros de Helsinki y s¨®lo a 30 de la Rusia comunista. Tras estudiar derecho en Helsinki comenz¨® a trabajar como abogada en el Ministerio de Obras P¨²blicas. Y luego su vida gir¨® como una veleta empujada por el viento del Norte. Fue en 1972, cuando una m¨²sica con extra?os acentos extranjeros la atrajo como canto de sirena hacia un futuro desconocido. En Lieksa tocaban Los Blues de Espa?a, un cuarteto de Pontevedra que hac¨ªa la temporada con peque?os conciertos en hoteles y casinos de toda Finlandia. Carlos, el bater¨ªa de Cobres, hizo redoblar el coraz¨®n de Tuula como un tambor. "All¨ª llam¨¢bamos macarrones italianos a los chicos de las orquestas", confiesa ella. Su novio, moreno y bajito, encajaba bastante bien en el estereotipo de latin lover. Pero bien Cupido bien el arquero que campa en el escudo de Lieksa se encargaron de que el flechazo fuera certero, y la relaci¨®n prosper¨®.
Se cruzan de madrugada, cuando ¨¦l viene de la verbena y ella se va a la feria
Se considera gallega "cien por cien", pero a?ora la calefacci¨®n a 25 grados
De la Navidad de 1975 recuerda todas las curvas del camino que la llev¨® por primera vez a San Adri¨¢n de Cobres. Tampoco hab¨ªa pensado, antes de embarcar, que en un pa¨ªs c¨¢lido llegar¨ªa a pasar tanto fr¨ªo, porque pese a ser n¨®rdica y enfrentarse cada invierno a decenas de grados bajo cero, nunca hab¨ªa tenido que hacerlo sin calefacci¨®n. Ech¨® de menos el tel¨¦fono, la comida resultaba demasiado diferente de su paladar y las calles estaban sucias, pero le gustaron los gallegos.
As¨ª que el balance fue positivo y decidi¨® dar el s¨ª quiero. Se casaron en 1977, despu¨¦s de m¨¢s de un a?o de espera por el papeleo, ya que Tuula es luterana. Su padre, de profesi¨®n polic¨ªa, le dijo que se lo pensara bien, porque ve¨ªa Espa?a como un pa¨ªs subdesarrollado, pero ella no se ha arrepentido. "Todos los de la orquesta se han casado con finlandesas, pero viven all¨ª, y alguna de las que vino con intenci¨®n de quedarse aqu¨ª volvi¨® a marcharse porque no se adaptaba", explica Tuula.
"Me considero gallega cien por cien", asegura. Sus dos hijos han nacido en Galicia, en fechas bien se?aladas. El primero, el d¨ªa de las elecciones de 1977. Ella recuerda que pas¨® la jornada sin su marido, que estaba en una mesa electoral. El segundo vino al mundo el 23-F. Los dos hablan el finland¨¦s que su madre les ha ense?ado, y han visitado Finlandia. Pero son de aqu¨ª, y el peque?o, toca la gaita.
Obviamente, a Tuula no le resulta indiferente la pol¨ªtica e incluso fue en la lista del BNG en 2007, aunque no sali¨® elegida. A ella, que se cri¨® en un pueblo rodeado de bosques, le molesta especialmente el desorden territorial gallego, y pone como ejemplo el modelo finland¨¦s de servicios sociales.
Tambi¨¦n se ha comprometido con el idioma, que se ha preocupado por aprender en cursillos de la Xunta. A veces sorprende a sus clientas cuando les ofrece en correct¨ªsimo gallego "un ch¨¢ndal vermello". Adem¨¢s de saber ingl¨¦s y sueco, est¨¢ estudiando alem¨¢n en la Escola Oficial de Idiomas de Pontevedra. Estos conocimientos le permiten tener una ocupaci¨®n extra, y hace traducciones para la editorial de su hijo.
De mi¨¦rcoles a lunes, Tuula va cada d¨ªa a un mercadillo. El martes descansa. Su marido ha montado la orquesta Tambo con un socio y act¨²an todo el a?o. En temporada alta veraniega s¨®lo se cruzan de madrugada, cuando ¨¦l vuelve de tocar en la verbena y ella sale para la feria. Es su d¨ªa a d¨ªa. De Finlandia s¨®lo echa de menos la calefacci¨®n a 25 grados, que nunca alcanza en su casa, aunque tiene radiadores, y a?ora la celebraci¨®n de la Navidad, que trata de reproducir en su hogar de Cobres con una gran fiesta y adornos por doquier. Por lo dem¨¢s, le basta con una visita al a?o a Finlandia para curar la morri?a.
Tuula es aficionada a la fotograf¨ªa, que practica en el tiempo libre. La planta superior de su casa tiene una excelente vista de la r¨ªa de Vigo. En una ocasi¨®n hizo una foto de esta panor¨¢mica y la envi¨® al diario m¨¢s importante de Helsinki, Helsingin Sanomat. "Durante un mes fue una de las instant¨¢neas m¨¢s vistas", dice orgullosa. Tambi¨¦n confiesa que cuando vuelve de Finlandia y divisa la r¨ªa al llegar a casa se le abre el coraz¨®n: "Es como un lago finland¨¦s con San Sim¨®n en el centro".
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