El diablo ten¨ªa un hijo en Chiclana
El l¨ªder de la secta del Hijo de Sat¨¢n estaf¨® a sus v¨ªctimas medio mill¨®n de euros
Los agentes le siguieron la pista durante varios d¨ªas sin actuar. Esperaban a reunir pruebas suficientes, aunque ya ten¨ªan en su poder la denuncia de una mujer. El relato de alguien que segu¨ªa viviendo en el miedo, pero que hab¨ªa tenido la valent¨ªa de acudir a la Guardia Civil. Revel¨® que trat¨® de paliar los dolores heredados de un accidente acudiendo a un santero. ?l la atendi¨® pero antes que los males le quit¨® todo su dinero. Lo hizo mediante amenazas y vejaciones en un ambiente sectario, de fiestas sat¨¢nicas y rituales esot¨¦ricos. Su l¨ªder se hac¨ªa llamar Hijo de Sat¨¢n.
Los agentes conoc¨ªan que todo ocurr¨ªa en un chal¨¦ de Chiclana (C¨¢diz) pero esperaron varios d¨ªas a atar todos los cabos. Ahora, tras detenerle, saben que utiliz¨® el nombre del diablo para enga?ar a unas 20 personas, montar un negocio de coches de alta gama y estafar, al menos, medio mill¨®n de euros. La trama del supuesto hijo de Sat¨¢n dej¨® detr¨¢s de s¨ª familias arruinadas. Muchos todav¨ªa reciben tratamiento psicol¨®gico.
El Hijo de Sat¨¢n se llama, en realidad, Carlos Javier Rojas. Y es un viejo conocido de la Polic¨ªa de la vecina localidad de San Fernando. Hace dos a?os le detuvieron por haberse quedado con el dinero de los clientes de su concesionario de coches. Estuvo en prisi¨®n pero le soltaron. Sus v¨ªctimas de entonces le reprochan ahora a la justicia la ligereza de esta decisi¨®n. Una de sus empresas de coches lleg¨® a patrocinar los pantalones de los jugadores del C¨¢diz C. F. Tuvo varios negocios, entre ellos, un club de alterne. Ya entonces pon¨ªa anuncios por palabras para promocionar a sus chicas y ya empezaba a revelar p¨²blicamente sus coqueteos con el demonio, al que dec¨ªa ver en su casa cada viernes.Despu¨¦s de salir de prisi¨®n, alquil¨® un chal¨¦ en la calle Buitre de la urbanizaci¨®n chiclanera de Los Gallos. Lo hizo junto a su novia, de origen paraguayo, sobre la que pesaba una orden de expulsi¨®n no ejecutada. Y volvi¨® a poner anuncios por palabras. Cambi¨® las promociones de prostitutas por las de servicios de brujer¨ªa con los que supuestamente arreglaba problemas de pareja, resolv¨ªa infortunios del amor y curaba enfermedades. Una de las primeras en llamar fue una sevillana, afincada en Chiclana, quien tras varias decepciones con la sanidad tradicional, prob¨® suerte para eliminar las secuelas de un accidente.
Meses despu¨¦s esa misma mujer acudi¨® al cuartel de la Guardia Civil. "Fue la que permiti¨® tirar del hilo. Reuni¨® suficientes fuerzas y se decidi¨® a denunciar", resalta Carlos Mar¨ªn, responsable de la investigaci¨®n en la Polic¨ªa Judicial de Chiclana. El relato de la v¨ªctima fue espeluznante. Carlos Javier Rojas y su pareja le cobraron 3.600 euros por el primer servicio. Acudi¨® al chal¨¦ y all¨ª le realizaron un rito sat¨¢nico para supuestamente quitarle los dolores. Pero ya no pudo dejarles. La mujer fue convencida mediante amenazas y vejaciones para continuar en la casa y entregar m¨¢s dinero. Asist¨ªa a las fiestas sat¨¢nicas y conoc¨ªa a nuevos clientes, que se iban sumando a una incipiente secta. Sus adeptos se convert¨ªan en esclavos de la casa. Ellos realizaban labores de alba?iler¨ªa. Ellas, tareas del hogar.
?C¨®mo lo consegu¨ªan? Es la respuesta que trata de cerrar la Guardia Civil. Los agentes de Chiclana ya han enviado a los peritos de criminal¨ªstica los restos aparecidos en el chal¨¦ de p¨®cimas, brebajes e inyectables. Creen que las v¨ªctimas pudieron ser drogadas, lo que incrementar¨ªa la petici¨®n de penas porque se habr¨ªa cometido un delito contra la salud p¨²blica. Pero, por encima de todo, los investigadores creen fundamental la gran personalidad del supuesto Hijo de Sat¨¢n. "Ten¨ªa mucha palabrer¨ªa. Era arrollador. Y hay que pensar que sus v¨ªctimas eran d¨¦biles, ten¨ªan problemas econ¨®micos o afectivos. Eran presas m¨¢s f¨¢ciles", explica Carlos Mar¨ªn. El l¨ªder iba tomando los adeptos uno a uno. Los convencidos ayudaban a convencer a otros. Si se marchaban, despertar¨ªan la ira del diablo. Las amenazas inclu¨ªan castigos propios y a familiares. "La gente cre¨ªa de verdad que iba a sufrir males irreversibles", detalla. La Guardia Civil ha llamado a esta investigaci¨®n Operaci¨®n Creador. De momento, arroja seis arrestados. Detr¨¢s del enga?o sat¨¢nico, Carlos Javier Rojas utiliz¨® presuntamente el dinero estafado para remontar un negocio de coches de alta gama. ?l ya est¨¢ en prisi¨®n al igual que su novia y un ciudadano chileno, que era el supuesto encargado de la manipulaci¨®n de los coches. Veh¨ªculos con m¨¢s de 100.000 kil¨®metros eran vendidos como si fueran nuevos.
Los otros tres detenidos est¨¢n en libertad. Son dos vecinos de la provincia de C¨¢diz y un alem¨¢n. La culminaci¨®n del operativo esper¨® a que ¨¦ste se encontrara en territorio espa?ol. Est¨¢n vinculados a lo que la Guardia Civil llama "subtrama alemana", el desarrollo del negocio de los coches que ven¨ªan desde Frankfurt. Desde que se diera difusi¨®n a la investigaci¨®n el pasado jueves ya se han presentado m¨¢s denuncias de compradores de veh¨ªculos supuestamente enga?ados por Rojas y sus colaboradores.
El ir y venir de coches de lujo fue una de las cosas que m¨¢s choc¨® a los vecinos de la calle Buitre pero lo que, sin duda, m¨¢s llam¨® la atenci¨®n fue que durante meses su fachada estuviera pintada de negro. "Nadie alert¨® de nada porque cada uno puede pintar su casa como quiera pero, sin duda, no fue discreto. Lo hizo para impresionar m¨¢s a sus clientes", considera el sargento Carlos Mar¨ªn. Rojas tambi¨¦n puso c¨¢maras de videovigilancia en el exterior. "Fue ¨¦l el que se quej¨® de que sus vecinos le agobiaban. Se sent¨ªa observado y ten¨ªa intenci¨®n de mudarse fuera de Chiclana", revela el agente.
En el chal¨¦ se han encontrado dagas, p¨®cimas, trajes sat¨¢nicos y pintadas alusivas a Lucifer. En el jard¨ªn hab¨ªa una caseta donde encerraban a los que no se portaban bien. Bajo la tierra han aparecido restos de p¨¢jaros, de una cabra y de un perro. Pueden ser m¨¢s pero los agentes dejaron de desenterrar. Ya ten¨ªan suficientes pruebas contra el Hijo de Sat¨¢n.
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