El Atl¨¦tico se desangra

Magullado, avergonzado y malherido. As¨ª termin¨® un Atl¨¦tico ninguneado que se top¨® en Pamplona con una bestia llamada Pandiani comandando a una masa enrabietada. La ausencia de Forl¨¢n hizo m¨¢s evidente si cabe la descomunal diferencia que existe entre su socio, el Kun Ag¨²ero, y el resto de sus compa?eros. Un bloque ap¨¢tico, blando y manejable que sucumbi¨® una y otra vez a los mandobles locales. No hubo piedad. En media hora, los colchoneros yac¨ªan desmayados e inm¨®viles frente a un adversario que todav¨ªa quer¨ªa m¨¢s.

Si en vez de tratarse de un partido de futbol, el enfrentamiento entre Osasuna y Atl¨¦tico se hubiese extrapolado a un ring de boxeo, el conjunto rojiblanco tendr¨ªa fracturas en el 95% de su cuerpo. Tan s¨®lo Asenjo supo mantenerse en pie hasta que la avalancha de directos fue tal que termin¨® junto al resto de sus compa?eros besando la lona.

El Atl¨¦tico no entendi¨® nada. Osasuna se dedic¨® una vez m¨¢s a acobardar en su ¨¢rea a todo aqu¨¦l que visita el Reyno de Navarra con lo mejor que tiene: el juego a¨¦reo. Y pronto obtuvo su recompensa. Camu?as resquebrajo la cintura de un descolocado Ujfalusi para servir en bandeja el primer gol a Pandiani. El Rifle es la punta de lanza de un equipo que sabe jugar sus cartas. Se hinch¨® el uruguayo a rematar balones y hasta se permiti¨® el lujo de marrar un mano a mano con Asenjo tras una nueva p¨¢jara de la defensa rojiblanca. Pero, como en cualquier t¨®mbola de feria, el Atl¨¦tico repart¨ªa regalos a cada jugada y el afortunado volvi¨® a ser Pandiani. Otra vez solo en el segundo palo, remataba de cabeza a la red una cesi¨®n de Nekounam.

Pero hab¨ªa m¨¢s papeletas en juego y Aranda tambi¨¦n tuvo su recompensa. Una cabalgada de Juanfran termin¨® con un despeje err¨¢tico de Asenjo que aprovech¨® el malague?o para incrementar su cuenta goleadora y desangrar definitivamente al Atl¨¦tico.

Aguero y Jurado deambulaban por el campo sin saber c¨®mo engancharse al partido. La carencia creativa del Atl¨¦tico tiene un efecto succionador en los jugadores de m¨¢s calidad del equipo. Atolondrado, el argentino no fue capaz de acortar distancias cuando se plant¨® solo delante de Ricardo tras un error garrafal de Josetxo.

Terminado el primer tiempo, Abel ech¨® mano de un banquillo sin fe que no sirvi¨® para revolucionar al equipo. S¨®lo consigui¨® controlar el partido el Atl¨¦tico cuando Ra¨²l Garc¨ªa, el ¨²nico centrocampista al que parece no quemarle la pelota, entr¨® en el campo. Con algui¨¦n por fin al tim¨®n, llegaron las ocasiones m¨¢s claras. Todas repelidas por una zaga lcoal muy concentrada y compacta que no mostr¨® fisuras en gran parte del encuentro.

No pierde s¨®lo tres puntos el Atl¨¦tico en Pamplona. Deja verg¨¹enzas y una colecci¨®n de carencias que apuntan en varias direcciones. Osasuna, por el contrario, sigue respirando con parsimonia en una semana especial para Camacho, que celebra con goles y f¨²tbol su primer aniversario rojillo.