Teor¨ªa de los ciclos
Las cosas nos parecen mal porque no las entendemos. Pero tienen su l¨®gica. Es una cuesti¨®n de ciclos. El chorizo de cuello blanco, da igual que sea catal¨¢n o pernambuque?o, funciona con un ciclo determinado. Y la justicia, en su af¨¢n por adecuarse a los ritmos sociales, intenta que su ciclo coincida con el del chorizo. ?No les parece normal?
Veamos un ejemplo pr¨¢ctico.
Renta Catalana fue una sociedad fundada en 1972. El objetivo consist¨ªa en captar dinero e invertirlo en la construcci¨®n, un negocio que, como se sabe, no falla nunca. Renta Catalana ten¨ªa como modelo Sofico, una empresa que por entonces parec¨ªa funcionar muy bien, aunque la gente informada sab¨ªa que consist¨ªa en una simple estafa piramidal: cada nuevo inversor serv¨ªa para pagar a los anteriores. Sofico intent¨® blindarse metiendo en su Consejo de Administraci¨®n a militares y magistrados franquistas. Renta Catalana (seis millones de pesetas de capital propio, hasta 1.500 millones en ahorro ajeno) hizo lo propio colocando en los cargos directivos a unos cuantos reto?os de la vieja burgues¨ªa: un Millet, un Molins, un Tr¨ªas de Bes.
Tomando como patr¨®n el caso de Renta Catalana, F¨¨lix Millet deber¨ªa ingresar preventivamente en prisi¨®n en 2030
En la pr¨¢ctica, tanto Sofico como Renta Catalana reventaron en 1974, tras el primer arre¨®n de la crisis del petr¨®leo. Lo de Sofico fue considerado uno de los grandes esc¨¢ndalos del tardofranquismo. Lo de Renta Catalana, bueno, en fin, fue un asunto catal¨¢n y se llev¨® con m¨¢s discreci¨®n.
En 1978, los directivos de Renta Catalana convirtieron a los inversores, a los que no pod¨ªan pagar intereses, en accionistas. Como no hab¨ªa beneficios, sino p¨¦rdidas, tampoco hab¨ªa dividendos. Y a vivir, que son dos d¨ªas. Los inversores, m¨¢s de 2.000, no se conformaron y presentaron querellas en numerosos juzgados.
Hasta aqu¨ª, un ciclo de chorizo de cuello blanco: desde 1972 hasta 1978, seis a?os.
Veamos el ciclo de la justicia. En 1978, como dec¨ªamos, empiezan a florecer querellas por todas partes. Instruir sumarios de este tipo resulta complicado. Hay que actuar con celeridad para que los presuntos culpables no huyan ni destruyan pruebas. S¨®lo cinco a?os despu¨¦s, en 1983, los responsables de Renta Catalana, entre ellos F¨¨lix Millet, ingresaron en prisi¨®n preventiva. Por unas semanas, tampoco era cuesti¨®n de exagerar. En 1984 llegaron las condenas. A Ignasi Baquer Mir¨®, fundador de Renta Catalana, le cayeron un a?o de c¨¢rcel y 30.000 pesetas de multa por falsedad en documento mercantil. A F¨¨lix Millet Tusell, dos meses de arresto y otras 30.000 pesetas por algo tan disculpable como un delito de imprudencia.
Fue un ciclo t¨ªpico de la justicia: desde 1978 a 1984, seis a?os. Obs¨¦rvese que ambos ciclos, el del chorizo de cuello blanco y el de la justicia, coinciden en su duraci¨®n.
Como suele ocurrir, cuando llegaron las sentencias por Renta Catalana ya hac¨ªa tiempo que se desarrollaba un nuevo ciclo choricil. En 1978, justo cuando Renta Catalana se iba a pique de forma m¨¢s o menos fraudulenta, o imprudente, por utilizar el t¨¦rmino exacto, F¨¨lix Millet inici¨® otro ciclo: fue elegido (por quienes pod¨ªan elegirle, es decir, familiares, amigos y conocidos) presidente del Orfe¨® Catal¨¤.
Este ciclo choricil sali¨® largo y abundante. Hasta este mismo a?o, 2009, Millet se llev¨® un mont¨®n de pasta y acumul¨® cargos en la llamada "sociedad civil". No vamos a entretenernos en la desfachatez y el volumen del latrocinio (presunto) del chorizo (confeso) Millet. Limit¨¦monos a lo que nos interesa, la duraci¨®n del ciclo: desde 1978 hasta 2009, 31 a?os.
Eso supone una grave responsabilidad para el juez instructor, que, para ajustarse al sistema c¨ªcilico, deber¨¢ adaptar su propio ciclo judicial al ciclo choricil. El juez ha de tom¨¢rselo con much¨ªsima calma. De momento, ha tardado tres meses en tomar declaraci¨®n a Millet y compa?¨ªa. No ha podido fijar fianza ni prisi¨®n preventiva, porque esas dos cautelas servir¨¢n para amenizar la espera de juicio durante los pr¨®ximos 31 a?os. Tomando como patr¨®n el caso de Renta Catalana, Millet deber¨ªa ingresar preventivamente en prisi¨®n poco antes de la sentencia definitiva. Entre 2030 y 2040, digamos. Para entonces tendr¨¢ m¨¢s de 100 a?os y ser¨¢ tal vez un poco mayor. Descart¨¦moslo. No descartemos, sin embargo, que haya puesto en marcha un nuevo choriceo: no hay dos sin tres.
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