Laudrup alarga la agon¨ªa de Abel
El Atl¨¦tico tiene preparado el finiquito del toledano, pero el dan¨¦s rechaza sustituirle
Abel Resino empez¨® la temporada en el Atl¨¦tico sabedor de que, a duras penas, seguir¨ªa en Navidad. Los pron¨®sticos del entrenador toledano y su c¨ªrculo fueron demasiado optimistas. Abel se qued¨® sin apoyos en las altas esferas del Calder¨®n apenas dos meses despu¨¦s de asumir el reto que le impuso el club: pelear con una plantilla corta y desequilibrada por el tercer puesto en la Liga, la Copa y algo potente en la Champions. A falta de la confirmaci¨®n oficial y de encontrarle un sustituto, sus d¨ªas al tim¨®n rojiblanco forman parte del pasado. ?l mismo se lo advirti¨® a sus hombres de confianza ayer por la ma?ana en la ciudad deportiva de Majadahonda, donde dirigi¨® su ¨²ltimo entrenamiento: "Probablemente nos despidan a lo largo del d¨ªa". Era lo que pensaba. Lo cierto es que a las diez de la noche nadie le hab¨ªa comunicado todav¨ªa ni a ¨¦l ni a su representante, Vicente Montes, que ser¨ªa el primer t¨¦cnico de Primera destituido este curso.
El club piensa ahora en Spalletti, Mancini, Quique, Amorrortu o Santi Denia
"Es una pena que le echen as¨ª, sin apenas jugadores de repuesto. Como m¨ªnimo, echaba en falta dos laterales y un centrocampista. Los reclam¨®, pero ni caso. Como no dieron su brazo a torcer, tampoco lo haremos nosotros: no perdonaremos ni un c¨¦ntimo del finiquito", expresaron quienes llevan los asuntos de Abel. Con un sueldo de apenas un mill¨®n de euros limpios, dos menos de los que cobraba su predecesor, Javier Aguirre, el Atl¨¦tico tampoco deber¨¢ hacer un gran desembolso para echarle. "Antes deben pagar la parte de la ficha de la temporada pasada, que se la siguen debiendo, y la prima por haber metido al equipo en la Liga de Campeones. Claro, como el Atl¨¦tico paga en diferido...", remacharon.
M¨¢s dif¨ªcil parece encontrarle un relevo antes del partido de ma?ana contra el Mallorca. Michael Laudrup, el mejor colocado por su gusto por el f¨²tbol ofensivo y su car¨¢cter valiente -no le tembl¨® el pulso en el Getafe, en el que dimiti¨® con un a?o de contrato por delante por sus desavenencias con las vacas sagradas del vestuario y el presidente, ?ngel Torres-, se neg¨® a firmar s¨®lo hasta junio. El dan¨¦s reclamaba una temporada m¨¢s de margen, como insisti¨® su agente, el turco Bayram Tutumlu, al consejero delegado del Atl¨¦tico, Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn. Al final, el tira y afloja se qued¨® en nada. "Me alegro de que me asocien con un club tan grande, pero no ser¨¦ el entrenador del Atl¨¦tico", comunic¨® Laudrup en el diario Politiken, de su pa¨ªs, poco despu¨¦s de las ocho de la tarde, el plazo que le hab¨ªan dado.
Mientras la candidatura de Quique Flores vuelve a ganar enteros pese a su mala relaci¨®n con el director deportivo, Jes¨²s Garc¨ªa Pitarch, la negativa de Laudrup trastoc¨® de tal forma los planes que incluso se dej¨® abierta la posibilidad de que Abel dirija ma?ana el partido contra el Mallorca. "Es una opci¨®n que no descartamos", reconocieron en el Consejo. Fiel a su ideario de trabajar "hasta el ¨²ltimo segundo del ¨²ltimo minuto" y a la espera de saber cu¨¢ndo ser¨¢ guillotinado, Abel charl¨® por (pen)¨²ltima vez con los jugadores. Faltaban cinco minutos para las doce, apenas siete horas despu¨¦s de haber aterrizado en Barajas. ?Qu¨¦ les dijo?
"Ante todo, que no bajemos los brazos. Y nos repiti¨® los conceptos en que fallamos... Intentamos asimilarlos, pero las cosas no nos salen. No estamos consiguiendo victorias y tenemos ocasiones, pero nos falta suerte. Debemos revertir esto porque la situaci¨®n es dif¨ªcil y el Atl¨¦tico, un grande, no puede estar en la situaci¨®n que est¨¢, con seis puntos en la Liga y uno en la Champions", explic¨® Cl¨¦ber Santana. En cualquier caso, el brasile?o no se mostr¨® sorprendido de que Abel ya estuviera haciendo las maletas: "He vivido en seis vestuarios y los cambios forman parte del f¨²tbol. Es lo normal".
"Hay que buscar una soluci¨®n ya", dijo el presidente, Enrique Cerezo, que al t¨¦rmino del encuentro en Stamford Bridge baj¨® a los vestuarios a criticar la actitud de los jugadores. Justo al rev¨¦s que Abel, que no elev¨® el tono de voz como hizo ante el Bar?a en el Camp Nou (5-2).
El vuelo de vuelta fue movidito, y no s¨®lo por las turbulencias. En la parte delantera del Boeing se vivieron escenas de rabia contenida. Al igual que en el viaje de ida a Londres, los dirigentes no dijeron palabra a Abel. Garc¨ªa Pitarch opt¨® por tantear directamente a Laudrup antes de embarcar. ?ste, sin empleo conocido desde que el Spartak de Mosc¨² le destituy¨® en abril -cuando lleg¨®, era tercero y lo dej¨® noveno-, acept¨® en principio, pero cambi¨® de idea al no ofrecerle un a?o m¨¢s con opci¨®n a otro.
Sentenciado Abel a los ocho meses y medio de su llegada al Atl¨¦tico, el club tambi¨¦n baraja que le suplan Jos¨¦ Mar¨ªa Amorrortu, director del f¨²tbol base, o Santi Denia, uno de los ayudantes impuestos por la casa, as¨ª como Luciano Spalletti, ex del Roma, o Roberto Mancini, ex del Inter.
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