Las consecuencias pol¨ªticas del Pacto de Lizarra
Guevara: "Rompe la convivencia" Ibarra: "No es un plan de expulsiones"
Pregunta. El Pacto de Lizarra lleg¨® a deslegitimar al propio Estatuto, que hasta entonces fue, y sigue siendo, el principal marco de convivencia entre las fuerzas democr¨¢ticas.
Emilio Guevara. A m¨ª lo que me preocupa es que se utilice el Estatuto como se est¨¢ haciendo e imput¨¢ndole lo que no se debe imputarle, porque eso provoca una deslegitimaci¨®n del sistema democr¨¢tico y contribuye evidentemente a mantener una situaci¨®n de tensi¨®n y de violencia, incluso de divisi¨®n dentro del pa¨ªs. Desde luego la convivencia en Euskadi era mucho mejor en 1997 que en 1979. Era una situaci¨®n de menor fractura, incluso desde el punto de vista de la violencia terrorista que de aquellos a?os duros de 1979 a 1982. Y digo 1997 porque lo que realmente rompe todo lo que se hab¨ªa avanzado en materia de convivencia durante 20 a?os, pactos b¨¢sicos o pactos como el de Ajuria Enea, es el acuerdo de Lizarra. Es un sector -me da lo mismo que represente al 40 o al 60%- que decide expulsar por ser enemigos de Euskadi a los que representan la otra parte del pa¨ªs, y dicen que con Lizarra "vamos a hacer la construcci¨®n nacional tal como la entendemos nosotros". Eso ser¨¢ el inicio del plan Ibarretxe, que a mi manera de ver deteriora no s¨®lo el esp¨ªritu del Estatuto, sino la convivencia. Algo que afortunadamente se est¨¢ superando a ra¨ªz de las ¨²ltimas elecciones. Supone deslegitimar el propio sistema que nos hab¨ªamos dado los vascos en una mayor¨ªa apreciable, es el Pacto de Lizarra. Es el que plantea los t¨¦rminos de unos contra otros, y as¨ª plantea el no al Estatuto de Gernika y a la autonom¨ªa. El pacto dice que hay que echar de las instituciones al PSOE y al PP porque representan al enemigo.
Pedro Ibarra. Lizarra no es una propuesta de expulsiones, es, sobre todo, una alianza, y el acuerdo que firman los partidos y sindicatos nacionalistas no dice eso, me temo que no. Otra cosa es aquel documento de ETA, que si lo firmaba o no el PNV. Ah¨ª s¨ª aparece el t¨¦rmino expulsi¨®n.
E. G. En la declaraci¨®n no, pero s¨ª en los documentos.
P. I. Es evidente que hay un cambio de alianzas clar¨ªsimo. En ese momento hay una cierta retirada del Estatuto de Gernika, en el sentido de decir que este modelo ya no vale y hay que ir a un proceso de acumulaci¨®n de fuerzas de car¨¢cter m¨¢s nacionalista, para impulsar un nuevo marco de autogobierno. ?Claro! la cuesti¨®n es preguntarse si la responsabilidad es del Estatuto. Como tal, no. Pero la cuesti¨®n es saber si el Estatuto hubiese funcionado en la construcci¨®n, en el asentamiento de esa identidad compartida y si eso se hubiese producido. ?Hombre! Evidentemente que hay una parte de deslegitimaci¨®n del Estatuto. Otra cosa es que luego se haya apoyado en ¨¦l a trav¨¦s de las instituciones. En este momento parece que la posici¨®n del PNV es de menor deslegitimaci¨®n, aunque su estrategia cr¨ªtica siga ah¨ª.
E. G. Con Lizarra ocurre adem¨¢s que el nacionalismo pierde en cierto modo credibilidad porque no se puede estar, cada 15 o 20 a?os, intentando alterar las reglas de juego en estas materias. Sobre todo si no tienes un motivo evidente, y aqu¨ª no lo hubo ni lo hay. Pero la clave es ¨¦sta, aunque hubieran transferido las pol¨ªticas de empleo, la meteorolog¨ªa y otras cuatro que pudieran faltar, Lizarra se hubiera dado exactamente igual, porque el problema de fondo es que precisamente creen que al Estatuto ya le han exprimido todo lo que ten¨ªan que sacar . Crean esa nueva plataforma para obtener algo m¨¢s.
P. I. Me parece que tienes un enfoque un poco maquiav¨¦lico, un poco maniqueo. Bueno, a m¨ª me parece perfectamente leg¨ªtimo que en un momento determinado las fuerzas nacionalistas, incluso Lizarra -yo creo que Lizarra en el momento que se rompe, ya no tiene nada que ver con lo que el PNV quiere y se lanza el plan Ibarretxe-, en ese momento digan: "Criticamos este marco que tenemos, y creemos que hay que ir a superarlo, y establecer un nuevo marco de autogobierno". Al PNV no le sali¨® bien, pero eso no quiere decir que no fuese leg¨ªtimo y democr¨¢tico. Antidemocr¨¢tico es cuando lo impones. Otra cosa es que yo lo proponga, no me hagan ni pu?etero caso y se acabe el asunto.
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