Ir¨¢n abre a Occidente su planta secreta
Un equipo de la ONU entra en la instalaci¨®n nuclear de Qom, desconocida hasta hace cinco semanas - Crecen las cr¨ªticas en Teher¨¢n al pacto de Ginebra
Un equipo de inspectores del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA, de Naciones Unidas) visit¨® ayer por primera vez la planta de enriquecimiento de uranio que Ir¨¢n construye a las afueras de la ciudad de Qom. El acceso a esa instalaci¨®n, cuya existencia se desconoc¨ªa hasta hace cinco semanas, fue uno de los dos compromisos que Teher¨¢n adquiri¨® en las recientes conversaciones nucleares de Ginebra. Sin embargo, su retraso en ratificar el plan para procesar su combustible nuclear en un tercer pa¨ªs hace temer que las discrepancias internas hagan imposible esa soluci¨®n.
El proyecto de acuerdo, que el OIEA present¨® a Ir¨¢n el pasado mi¨¦rcoles en Viena, prev¨¦ que Ir¨¢n env¨ªe a Rusia su uranio enriquecido a bajo nivel (3,5%) para que ese pa¨ªs lo reenriquezca hasta el 19,75%, el nivel que necesita para su reactor de investigaci¨®n m¨¦dica. Francia se encargar¨ªa de su aglutinado y encapsulado en barras de combustible, antes de devolverlo a Teher¨¢n.
La idea busca desactivar la crisis nuclear ante la negativa de Ir¨¢n a renunciar al enriquecimiento de uranio, tal como le exigen cinco resoluciones del Consejo de Seguridad. El negociador nuclear iran¨ª, Said Yalil¨ª, dio el visto bueno inicial y su Gobierno acept¨® la reuni¨®n de Viena para fijar los detalles. El viernes, sin embargo, pidi¨® m¨¢s tiempo para responder. Desde entonces, varios portavoces iran¨ªes han rechazado el plan en un gesto que adem¨¢s de desconfianza hacia Occidente, revela discrepancias internas sobre las negociaciones.
"Los occidentales han transformado su propuesta en una especie de suspensi¨®n. Quieren que saquemos del pa¨ªs de un golpe el 70% de nuestro uranio enriquecido", denunci¨® ayer Abolfazl Zohrevand, antiguo embajador en Italia, citado por la agencia oficial iran¨ª, Irna. "Necesitar¨ªamos 18 meses para volver a producir esa cantidad y durante ese tiempo podr¨ªan presionarnos para obtener lo que buscan", a?adi¨®.
Esa capacidad es la clave de la crisis, ya que una vez que se controla lo mismo sirve para fabricar combustible nuclear (con el uranio enriquecido hasta el 5%) que para producir material fisible para bombas (al 90%). M¨¢s sorprendente ha sido la reacci¨®n de Ali Lariyan¨ª, actual presidente del Parlamento y antiguo jefe negociador nuclear, que el s¨¢bado acus¨® a los occidentales de "querer enga?ar" a Ir¨¢n.
"Afirman que nos entregar¨¢n el combustible enriquecido al 20% a condici¨®n de que les demos nuestro uranio enriquecido, no vemos ninguna relaci¨®n entre ambos asuntos", declar¨® ese pol¨ªtico, considerado un conservador moderado. Sus palabras contrastan con las del ultraconservador presidente, Mahmud Ahmadineyad, quien dijo estar dispuesto a ese arreglo en v¨ªsperas de la reuni¨®n de Ginebra.
"No es una f¨®rmula m¨¢gica", reconoci¨® a este diario una fuente diplom¨¢tica pr¨®xima a las conversaciones que se celebraron en esa ciudad suiza. "Se trata de crear un clima de confianza que permita crear un modelo para el futuro", a?adi¨®. Pero incluso si no se llegara tan lejos, la aceptaci¨®n iran¨ª ser¨ªa un respiro para la Administraci¨®n Obama, cuya pol¨ªtica de mano tendida hacia Teher¨¢n est¨¢ siendo atacada ante los desplantes de sus dirigentes. "Al menos nos dar¨ªa un a?o para rebajar la tensi¨®n y explorar otras posibilidades", aseguraba la fuente.
La visita de los inspectores, que seg¨²n la prensa oficial van a permanecer tres d¨ªas en Ir¨¢n, no es inusual. Miembros de ese organismo inspeccionan con regularidad sus instalaciones nucleares, de acuerdo con el Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP) del que ese pa¨ªs es firmante. Pero en esta ocasi¨®n la expectativa es mayor. La construcci¨®n de la planta de Qom se mantuvo en secreto hasta el pasado 21 de septiembre, cuando los responsables iran¨ªes informaron de forma sucinta al OIEA. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, los presidentes de Estados Unidos, Reino Unido y Francia lo anunciaban p¨²blicamente en Pittsburgh.
M¨¢s all¨¢ de si Ir¨¢n viol¨® o no las normas del TNP que exigen informar de esos proyectos, su falta de transparencia, las enormes medidas de seguridad en torno al lugar y su tama?o (insuficiente para fabricar combustible nuclear, como justifica), reforzaron las sospechas internacionales sobre las intenciones de su programa at¨®mico. A pesar de las declaraciones grandilocuentes de sus dirigentes, los iran¨ªes acudieron a la reuni¨®n de Ginebra con las seis grandes potencias (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania) conscientes de que hab¨ªan sido pillados en falta.
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