La herida sigue abierta en Cervera
Siete a?os despu¨¦s del cierre de Lear en la Segarra, muchos de los 1.280 trabajadores siguen en paro - Cubigel cerr¨® las puertas el pasado marzo
El cierre de la planta que la multinacional norteamericana Lear ten¨ªa en Cervera (Segarra) dej¨® una herida que todav¨ªa no ha cicatrizado del todo en el fr¨¢gil tejido industrial de la comarca. Siete a?os despu¨¦s, la estela de aquella dr¨¢stica decisi¨®n contin¨²a persiguiendo a los 1.280 trabajadores que se quedaron sin trabajo. Aunque muchos lograron recolocarse enseguida en empresas de la zona, otros tardaron varios meses y algunos volvieron a perder el empleo y est¨¢n de nuevo en el paro.
El 31 de octubre de 2002, despu¨¦s de un largo y penoso proceso de negociaciones y movilizaciones para conseguir unas condiciones de despido dignas, Lear ech¨® el cerrojo en la factor¨ªa leridana, dedicada a fabricaci¨®n de componentes el¨¦ctricos para la automoci¨®n. Fue un golpe muy duro para Cervera (9.500 habitantes) y otras poblaciones del entorno. La econom¨ªa de familias enteras depend¨ªa de los sueldos de Lear y en aquel momento no abundaban las ofertas en las empresas de la zona para absorber a tantos parados de golpe, la mayor¨ªa mujeres.
Ramona Sol¨¦ ha perdido el empleo cuatro veces en la misma nave
Para los afectados lleg¨® la hora de buscarse la vida y de dejar curr¨ªculos en los despachos. Las mujeres lo tuvieron m¨¢s crudo para encontrar un nuevo trabajo y una prueba de ello es que muchas todav¨ªa no lo tienen. En medio de tanta frustraci¨®n y desesperaci¨®n, nadie se crey¨® al ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y a sus consejeros de Trabajo y de Industria, Llu¨ªs Franco y Antoni Subir¨¤, respectivamente, cuando prometieron una r¨¢pida recolocaci¨®n y el desembarco de nuevas industrias en la comarca para ocupar el vac¨ªo dejado por Lear. Pasaba el tiempo y el paro les iba consumiendo.
Hoy en d¨ªa la situaci¨®n de los afectados es muy dispar. "Aquellos primeros meses despu¨¦s del cierre fueron muy crueles para todos. Recuerdo que llor¨¦ mucho porque estaba bien, me gustaba el trabajo y mi sueldo serv¨ªa para pagar la hipoteca", se?ala Ramona Sol¨¦, que posee el triste r¨¦cord de haber perdido el empleo cuatro veces en la misma nave industrial con empresas diferentes. Trabaj¨® dos a?os en Iberia Radio, seis en MAI (Mecanismos Auxiliares Industrializados), 13 en Lear y 5 en Cubigel, la industria que ocup¨® las instalaciones dejadas por Lear y que cerr¨® las puertas el pasado mes de marzo. Ramona tiene dos hijos de 27 y 24 a?os, est¨¢ de nuevo en el paro y conf¨ªa en que le llamen de alguna parte. Acaba de hacer un curso de inform¨¢tica y tiene muchas ganas de trabajar. "De lo que sea. No me gusta estar sin hacer nada". Confiesa que no le gustar¨ªa agotar los 20 meses de subsidio porque con 55 a?os ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que la contraten.
Lear se cobr¨® seis v¨ªctimas en la familia Ramos: Andr¨¦s, Sonia, Paqui, Leo, Berta y Pedro. Todos consiguieron recolocarse en cuesti¨®n de meses. Andr¨¦s, en la construcci¨®n; su mujer, Sonia, de dependienta en una tienda. Paqui, de administrativa en una empresa de transportes; Leo, en un comedor escolar; Berta, de dependiente, y su cu?ado Pedro, de mec¨¢nico. Berta vuelve a estar en paro desde hace un mes. "Para nosotros fue una mala experiencia y lo pasamos muy mal porque coincidi¨® con una ¨¦poca dif¨ªcil, aunque tuvimos suerte", explica Paqui, que guarda un buen recuerdo de los 16 a?os que pas¨® en Lear, donde era monitora. Los ¨²ltimos tres meses antes del cierre lo pas¨®, precisamente, ense?ando a un grupo de trabajadores de Roquetes, adonde fue a parar una parte de la producci¨®n de Cervera.
Una de las ex trabajadoras que tuvo mejor suerte fue Rosa Palau. En poco tiempo pas¨® de liderar las asambleas, manifestaciones y negociaciones con la empresa a dirigir el sindicato UGT de Lleida. "El cierre de Lear fue una lacra social para Cervera, de donde era una tercera parte de los trabajadores despedidos", recuerda. "El proceso fue muy duro porque ninguno de los que est¨¢bamos all¨ª nos hab¨ªamos encontrado antes con una situaci¨®n parecida, pero gracias a la unidad y firmeza que mantuvimos, los trabajadores y el comit¨¦ conseguimos una indemnizaci¨®n de 60 d¨ªas por a?o trabajado, algo impensable hasta entonces. Nuestro logro sirvi¨® luego de modelo en otras negociaciones. El cierre de Lear marc¨® un antes y un despu¨¦s en los conflictos laborales".
Palau se muestra pesimista acerca del futuro de Lear de Roquetes. "Cuando una multinacional toma la decisi¨®n de cerrar una planta, dif¨ªcilmente se echa atr¨¢s porque lo ¨²nico que busca es ganar m¨¢s dinero trasladando la producci¨®n a pa¨ªses donde los salarios son m¨¢s bajos", afirma la sindicalista, que reclama m¨¢s apoyo por parte de la Generalitat y de los partidos pol¨ªticos que el que tuvieron en Cervera. "Dudo de que consigan evitar un cierre anunciado hace tiempo, pero les pido que luchen todos juntos en las barricadas para mantener los puestos de trabajo o para conseguir la m¨¢xima indemnizaci¨®n de una empresa que ha ganado mucho dinero en Catalu?a. En Cervera se lo pusimos muy dif¨ªcil".
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