Madrid visto con ojos de Nueva York
Cinco estudiantes de cine de Estados Unidos filman cortos sobre la ciudad - Los t¨®picos de la paella y la marcha se mezclan con nuevos descubrimientos
?Qu¨¦ atrae de Madrid a los turistas? ?Hay vida m¨¢s all¨¢ de los toros y la paella? Cinco estudiantes de cine de Nueva York pueden ayudar a resolver la inc¨®gnita. Llegaron con una misi¨®n, algunas ideas preconcebidas y poco tiempo. El objetivo era vender Madrid como destino tur¨ªstico. Los elementos con los que contaban: tres d¨ªas de rodaje, unas cuantas localizaciones y otros tres d¨ªas para dar forma a un corto. En este tiempo han descubierto, tras los objetivos, una ciudad que no era como imaginaban.
Cinco cineastas de la Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York han elaborado otros tantos cortos promocionales sobre Madrid. Cada uno con un eje tem¨¢tico. Es la ¨²ltima idea de la Comunidad para promocionarse en el extranjero. Una especie de seducci¨®n a los realizadores de la campa?a, para que ellos mismos convenzan a sus compatriotas de que Madrid "mola". Ayer entregaron sus trabajos al jurado, encabezado por el presidente de la Academia de Cine espa?ola, ?lex de la Iglesia. El ganador se llevar¨¢ 3.000 euros y su corto vender¨¢ Madrid en Estados Unidos. As¨ª se ve la capital con sus ojos.
NEIL ORMAN Los tacos no son cocido
"?Con qu¨¦ comida te quedas?". "Con ¨¦sa". Neil Orman, tejano de 39 a?os, se?ala la escena en la que Lucio prepara su plato estrella. "?Huevos fritos con papas?", intenta en espa?ol. Orman, agraciado con el tema gastron¨®mico, no s¨®lo ha aprendido en tres d¨ªas lo que son los huevos rotos. Tambi¨¦n se ha comido un cocido a las 10 de la ma?ana y ha visto preparar una ensalada con nitr¨®geno l¨ªquido. Su visi¨®n de la gastronom¨ªa madrile?a ha dado un giro de 360 grados. "Todo lo que conoc¨ªa de Espa?a era la paella", confiesa. "El resto pensaba que eran tacos y burritos". Ahora define Madrid como un lugar donde no hay prisas, donde "comer es felicidad".
MYKWAIN GAINEY M¨¢s marcha que el Bronx
Mykwain Gainey sab¨ªa que la noche madrile?a "era famosa". Pero no sab¨ªa por qu¨¦. Despu¨¦s de tres noches, se va con la conclusi¨®n de que "aqu¨ª siempre hay algo que hacer". Cineasta y fot¨®grafo de 26 a?os, Gainey, nacido en el Bronx, suelta algo as¨ª como que Madrid es m¨¢s nocturna que Nueva York. "All¨ª s¨®lo puedes ir de pubs. Aqu¨ª hay m¨¢s cosas que hacer". En su ruta capt¨® a familias con ni?os viendo un espect¨¢culo de marionetas frente al Palacio Real, a la multitud bailando en la Joy Eslava a ritmo de una versi¨®n tecno de Shakira, o relaj¨¢ndose en una de esas terrazas chill out en un ¨¢tico. No falt¨®, no obstante, una raci¨®n de flamenco y otra de chocolate con churros.
BROOKE PEPION De las vacas al lujo
Donde naci¨® Brooke Pepion, en Montana, "hay m¨¢s vacas que gente". As¨ª que cuando le anunciaron que su tema era la moda y el lujo se lo tom¨® con humor. "Era lo m¨¢s diferente a mi vida", suelta entre risas. Pero Pepion, de 29 a?os, es cineasta por algo. As¨ª que, una vez detr¨¢s del objetivo, se centr¨® en sacar brillo a Madrid. Quiz¨¢ por eso la calle de Serrano la cogi¨® de refil¨®n. "Con tantas obras, no quedaba bonito para grabar", admite. Tras hablar con David Delf¨ªn, Alma Aguilar y visitar la zona de triBall, concluye que ¨¦sta es una ciudad "europea pero con estilo propio".
FRED GUERRIER Siglos de arte
A Fred Guerrier, El jard¨ªn de las delicias le sorprendi¨® en mitad de su visita al Prado. "No sab¨ªa que estaba aqu¨ª", explica este neoyorquino de 28 a?os. ?l era el encargado de plasmar el lado cultural de Madrid. Aunque el cuadro de El Bosco no lleg¨® a formar parte de su corto -no pudo rodar en el interior del museo-, s¨ª se lleva de vuelta im¨¢genes del Guernica y una amplia ruta por la arquitectura madrile?a cl¨¢sica: el Palacio Real, el templo de Debod, la plaza Mayor. "All¨¢ donde mires hay pedazos de historia", relata. "En Nueva York no tenemos este tipo de cosas".
MARIE DVORAKOVA Sentirse como en casa
Marie Dvorakova se libr¨® de los t¨®picos. Escap¨® de los circuitos preestablecidos porque su tema era la gente. Y madrile?os los hay por todas partes. As¨ª que Dvorakova, checa de 31 a?os, s¨®lo tuvo que echar a andar para encontrar a una familia, un taxista, un pescadero, un ni?o y un sinf¨ªn de extras que se prestaran a actuar para su corto.
La historia es ¨¦sta. Un profesor de ingl¨¦s afincado en Madrid decide volver a Nueva York. En sus ¨²ltimas 24 horas en la ciudad, cada persona con la que se encuentra le intenta convencer para que se quede. "La gente aqu¨ª es abierta y acogedora", cuenta emocionada. "Te hacen sentir como en casa".
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