No es personal, son negocios
Hace tiempo, invadidos por el romanticismo, ten¨ªamos al amor o a los l¨ªos de faldas, como se sol¨ªan llamar, por el motor de la actuaci¨®n de los hombres. Tanto es as¨ª que para hallar la explicaci¨®n de su conducta se puso de moda la frase, naturalmente en franc¨¦s por aquello del glamour, cherchez la femme.
Olvidados los viejos buenos tiempos, Garganta profunda, la c¨¦lebre fuente que orient¨® a los reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein por las procelosas aguas del caso Watergate que acab¨® costando el puesto al presidente de Estados Unidos Richard Nixon, expuso la nueva clave de toda intriga y sentenci¨®: "Sigue el dinero".
Una variante de este mismo principio utiliz¨® el personaje de Michael Corleone en El Padrino para justificar la eliminaci¨®n de un rival: "No es personal, son negocios".
?Qu¨¦ hubiera pasado si el defensor de Merino no fuera el vicedecano de los abogados de Madrid?
La anunciada querella del Colegio de Abogados de Madrid por delito de prevaricaci¨®n contra el juez Baltasar Garz¨®n y las fiscales anticorrupci¨®n Concha Sabadell y Miriam Segura por vulnerar el derecho de defensa en relaci¨®n con la intervenci¨®n de las comunicaciones entre los principales imputados del caso G¨¹rtel, la trama de corrupci¨®n que afecta al PP, y sus abogados no parece responder a m¨®viles altruistas, sino a proteger el negocio.
Las reacciones desproporcionadas suelen provocar el efecto contrario al perseguido y, que se recuerde, el Colegio de Abogados de Madrid no interpon¨ªa una querella contra nadie desde la matanza de Atocha, hace m¨¢s de 30 a?os, en la que fueron asesinados cinco de sus letrados.
El caso es que la ley es igual para todos. O as¨ª deber¨ªa ser y, especialmente en casos de tr¨¢fico de drogas y blanqueo de dinero, as¨ª como en determinados delitos econ¨®micos, suele ocurrir que los acusados intentan seguir dirigiendo el negocio desde la c¨¢rcel utilizando a sus abogados. Para prevenir la continuidad del delito la ley pone a disposici¨®n de los jueces la posibilidad de escuchar las conversaciones entre los presos y sus abogados.
El art¨ªculo 51 de la Ley General Penitenciaria lo deja muy claro. "Las comunicaciones de los internos con el abogado defensor (...) no podr¨¢n ser suspendidas o intervenidas salvo por orden de la autoridad judicial y en los supuestos de terrorismo". No quiere decir que s¨®lo es aplicable a los casos de terrorismo, sino que en esos supuestos ni siquiera era necesaria la autorizaci¨®n del juez, bastaba con la del director de la prisi¨®n, extremo que posteriormente fue corregido por la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso del abogado de etarras Txemi Gorostiza. Esa sentencia exig¨ªa tambi¨¦n autorizaci¨®n judicial.
Lo que ocurre es que la intervenci¨®n de las comunicaciones tiene el prop¨®sito de evitar nuevos delitos y, por tanto, deben excluirse del sumario las conversaciones relativas a la estrategia de defensa. El hecho de que algunas de ellas figuren en el sumario de la Operaci¨®n G¨¹rtel y que los medios de comunicaci¨®n hayan conseguido acceder a ellas y publicarlas es una notable irregularidad, que sin duda determinar¨¢ la nulidad de esas pruebas y de todo lo que de ellas se derive.
Por ello, es razonable que el Colegio de Abogados de Madrid otorgue el amparo a sus colegiados, pero de ah¨ª a que presente una querella contra el juez y las fiscales de un procedimiento que sigue vivo y que, por coherencia, deber¨¢ hacer extensiva al juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Antonio Pedreira que ahora instruye la causa y prorrog¨® la medida, es como lanzar la bomba at¨®mica porque te han pisado un callo.
Lo que lleva a preguntarse si la reacci¨®n hubiera sido la misma si el vicedecano de los abogados madrile?os, el catedr¨¢tico Luis Rodr¨ªguez Ramos, no hubiera sido el defensor de uno de los principales implicados en la trama de corrupci¨®n, el diputado popular Jes¨²s Merino, y los m¨¢s importantes bufetes del pa¨ªs no estuvieran personados en la causa esperando hacer caja. Varias asociaciones de jueces y fiscales se han apresurado a defender a los suyos calificando la medida del Colegio profesional de "gremialista, infundada y corporativista" y han augurado poco futuro a la querella.
Tranquilos todos, no se exciten. Ya saben, no es personal, son s¨®lo negocios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.